Me parece
importante comenzar este artículo con un pensamiento de JGH: “El error nunca o
casi nunca es un mal limitado y personal, sino que es contagioso y difusible, y
por ello capaz de envenenar muchas inteligencias, las cuales se vuelven
inútiles para el bien, que solo puede venir de la verdad”.[i]
Publicado el 4 de agosto de 2025
Se ha dicho luego de los análisis de los restos de nuestro Santo José Gregorio Hernández, que tenía defectos que no aparecen mencionados en ningún libro biográfico, ni en cartas, o cualquier otro testimonio verificable.
La primera biografía realizada fue en el año 1.924 por el Dr. Núñez Ponte, quien además fue su amigo personal, y la misma se tituló “Dr. José Gregorio Hernández Ensayo Critico- Biográfico” compuesto de 286 páginas. Tampoco sale nada en otro de los libros realizados por su sobrino Ernesto Hernández Briceño llamado “Nuestro tío José Gregorio” compuesto de dos tomos: el primero de 2.521 páginas y el segundo 1.309 páginas y en ningún otro hasta el presente que superan una cantidad mayor de 35 libros.
La primera exhumación del cadáver del Dr. José
Gregorio Hernández, se realizó el 23 de octubre de 1.975 en el Cementerio
General del Sur en Caracas. Esta exhumación se llevó a cabo como requisito para
la Causa de Beatificación, y sus restos fueron trasladados a la Iglesia de
Nuestra Señora de la Candelaria, donde se encuentran desde ese año y
presentamos una foto al comienzo de este artículo.
La segunda exhumación del Dr. José Gregorio Hernández
se realizó 26 de octubre de 2020 para obtener reliquias de primer grado que
serían distribuidas a 40 diócesis de Venezuela y a varios países, después de su
Beatificación.
El proceso de exhumación, que se llevó a cabo en el
templo de la Candelaria en Caracas, fue descrito como un procedimiento médico
riguroso para asegurar la conservación de los restos, que ya habían sufrido un
deterioro considerable. El informe de este proceso, que incluye exámenes y
protocolos, se envió a la Santa Sede, y se esperó que la Beatificación se
concretara poco después de la Semana Santa del 2021.
La exhumación y Beatificación de José Gregorio
Hernández despertó una gran emoción y esperanza entre los venezolanos, quienes
lo veneran como el "médico de los pobres". Pero la devoción de José
Gregorio Hernández se extiende por toda América y en algunos países de Europa,
donde muchos creyentes le atribuyen curaciones milagrosas.
Las reliquias de José Gregorio Hernández que se
veneran son de primer grado: «ex ossibus» es decir, “de los huesos”.
Desafortunadamente según la opinión, de una persona
que hizo sus propias conclusiones sobre los exámenes realizados, le endilga
defectos físicos que él no tenía: como el de ser cojo, que tenía una fractura
en el húmero y uno último, hecho público recientemente, que tenía una fractura
en la mandíbula. Además, se dice que él y que usaba, zapatos ortopédicos de
adulto, lo cual no está documentado (ninguna casa que hubiera hecho esos
zapatos al Dr. Hernández, hubiera perdido la oportunidad de hacerse esa
publicidad) otra afirmación peregrina, es que trabajó de niño cargando baldes
de agua, lo que ocasionó la fractura del húmero, siendo esto bastante
improbable por cuanto su papá gozaba de buena posición económica para la época
y hay testimonios de que había empleados domésticos en ese hogar.
Mi esposa, al respecto de la afirmación de que JGH era cojo, dice que, si eso hubiera sido así, no podría haber hecho los larguísimos recorridos a pie, que diariamente hacia y trasladarse tan rápidamente, para cumplir con los horarios que sus diferentes ocupaciones le exigían.
Por otra
parte, ya fuera en chanza o por mortificar, los caraqueños, aficionados como
son a poner motes, no lo hubieran dejado de llamar “el cojo Hernández” y eso
hubiera resultado notorio e inocultable. Pero lo cierto es que no hay noticias
de ninguna índole al respecto y por otra sabemos que, en la Cartuja, no le
pusieron objeción en recibirlo, por ningún defecto físico y además mientras
estuvo allí, cumplió con el arduo trabajo físico que impone la Regla de San
Bruno. Es tan exigente el trabajo que no aceptaban, en esa época, a postulantes
después de 45 años, JGH superó el aspirantado y allí pasó con el nombre de Fray Marcelo, los nueve meses más
felices de su vida, trabajando normalmente hasta que el invierno y lo rudo de
la vida en la Cartuja, acabaron debilitándolo. De esto quedó testimonio en
carta que le dirigió JGH a Santos Dominici el 7 de octubre de 1912.
Resulta pertinente aquí exponer del “Expediente Jurídico” que se le abrió a Fernando
Bustamante, conductor del vehículo que atropelló a nuestro Santo. Unas
declaraciones que aparecen en dicho expediente, donde el tribunal manda a dos
médicos para que testificaran sobre la causa de la muerte de nuestro Santo, son
estas:
…El tres de julio de 1919 comparecieron los Doctores Francisco Ignacio Carreño y Ramón Aveledo juraron decir verdad y dijeron llamarse como queda escrito, tienen el primero cuarenta y siete años de edad y cincuenta y dos el segundo, son ambos casados, médico, cirujanos, vecinos de esta ciudad y sin tener impedimento para declarar en este asunto y expusieron según las disposiciones legales que fueron impuestos: Reconocimos el día veinte y nueve del mes pasado, el cadáver del Doctor José Gregorio Hernández, quien presentaba una fractura de la base del cráneo, que le ocasionó la muerte. Única lesión de las que presentaba que fuera necesariamente mortal, porque las equimosis y las hemorragias diversas de la nariz y de los oídos y además debajo de los párpados, eran consecuencias de aquella. Esta fractura mortal fue ocasionada por una violencia, cuyo impulso hizo que chocara en su caída la parte posterior del cráneo con el filo rígido de la acera, donde cayó inmóvil. Terminó, se leyó y conformes firman…
Dr. Ramón Aveledo Francisco / Dr. Francisco Ignacio
Carreño
Ricardo A. Caldera J. Secretario…
Caracas.
Cementerio General del Sur. antigua tumba del Doctor José Gregorio Hernández
Cisneros.
Antigua tumba del Dr. José Gregorio Hernández
Cisneros, donde originalmente fueron enterrados este ilustre médico venezolano
y su amado hermano menor José Benigno Hernández Cisneros, médico también como
nuestro Santo José Gregorio.
Actualmente solo aparecen sepultados en esa tumba su
hermano José Benigno y su esposa Anita Espinal de Hernández.
Para finalizar otro pensamiento de Nuestro Santo:
“El grande e imprescindible deber del hombre para con su inteligencia es el de evitar el error. La vida entera debe consagrarla a defenderse de tan incomparable mal, luchando sin descanso para no dejarse invadir por los innumerables sofismas que corren por el mundo[ii]”.
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