Fallece Monseñor Mario Moronta dejando legado espiritual y de amor hacia Venezuela

El Episcopado y toda la feligresía venezolana expresan su dolor y reconocen su legado pastoral y compromiso con el país

Ramón Antonio Pérez | El Guardián Católico 
Publicado el 4 de agosto de 2025
En la Solemnidad de San Juan María Bautista Vianney, patrono de los párrocos, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) informó con "profundo dolor" el deceso de Monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, obispo emérito de San Cristóbal, quien falleció este 4 de agosto de 2025, tras semanas de delicada salud.  
En un comunicado, los obispos venezolanos expresaron que reciben con tristeza "la noticia del paso a la Casa del Padre de nuestro querido hermano, Mons. Mario Moronta", destacando su "incansable labor pastoral al servicio de la Iglesia en Venezuela". 

Moronta fue hasta febrero de 2025, primer vicepresidente de la CEV, siendo relevado por monseñor José Luis Azuaje Ayala, arzobispo de Maracaibo.  

La CEV resaltó  que su liderazgo y cercanía pastoral marcaron la vida de innumerables personas. 

"Elevamos nuestras oraciones al Señor para que reciba a su fiel siervo en su Reino y le conceda el descanso eterno. Que la Santísima Virgen lo acoja bajo su manto maternal", dice la nota de duelo.  

Trayectoria sacerdotal y episcopal  

Nacido en Caracas el 10 de febrero de 1949, monseñor Moronta se formó en el Seminario Santa Rosa de Lima y fue ordenado sacerdote el 19 de abril de 1975, incardinándose en la diócesis de Los Teques. 

Tras estudiar Teología Bíblica en Roma, desempeñó roles como vicario parroquial, profesor de seminario, párroco y vicario episcopal en varias zonas de Miranda, incluyendo Guarenas y Los Valles del Tuy.  

En 1990, San Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de Caracas, siendo consagrado el 27 de mayo de ese año. Cinco años después, asumió como obispo de Los Teques y, en 1999, fue designado quinto obispo de San Cristóbal, cargo que ejerció hasta su retiro en octubre de 2024.  

Durante su gestión, impulsó el Segundo Sínodo Diocesano (2007), fortaleciendo la vida eclesial en Táchira. La CEV subrayó su "amor al seminario, la preocupación por las vocaciones y la fraternidad sacerdotal", así como su cercanía al presbiterio.  

Servidor, maestro y pastor 

Más allá de Venezuela, Moronta dejó huella en la Iglesia universal porque en el año 2009, el Papa Benedicto XVI lo nombró miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe. 

Además, como canciller de la Universidad Católica del Táchira, fue recordado como "un servidor y testigo, un pastor que guiaba a sus ovejas por caminos de fe, esperanza y caridad".  

Su labor educativa y evangelizadora trascendió fronteras gracias a las redes sociales, donde compartía misas, charlas y reflexiones diarias, llegando a fieles en todo el mundo.  

La CEV concluyó su mensaje pidiendo oraciones por su eterno descanso, mientras la diócesis de San Cristóbal y toda Venezuela lo recuerdan como un pastor que vivió con entrega su vocación.  


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