La Santería no es católica. Investigación publicada en Nuestra Señora de Las Mercedes, Barlovento

LA SANTERÍA

Este trabajo ha sido publicado originalmente en:
La Santería es una religión sincrética de origen caribeño, resultado de la unión de la religión yoruba con el catolicismo, es también conocida como Regla de Ocha-Ifá. Sus sacerdotes son conocidos como Babalorishas, “Padres de Orisha” e Iyalorishas, “Madres de Orisha”.

Los orishas son un conjunto de dioses de la religión yoruba, que al sincretizarse con el catolicismo se les dio el nombre de santos, de esta manera, Santa Bárbara se sincretiza con Changó, Yemayá con la Virgen de Regla, etc.
Los Babalorishas e Iyalorishas son conocidos también como Santeros o Santeras, debido al término de Santería. Si además trabajan como adivinadores de los orishas, se les llaman Oriates.


El rango más alto dentro de la Santería lo tienen los sacerdotes y sacerdotisas de Ifá. Tanto los sacerdotes como las sacerdotisas de Ifá reciben a Orunmila, quien es el orisha de la Profecía, la Sabiduría y el Conocimiento, éste se sincretiza con San Francisco de Asís.
Los sacerdotes de Ifá son conocidos como “Babalawos”, que significa “Padre que conoce los secretos” y las sacerdotisas como Iyanifás o “Madre del Destino”, éstas pueden ejercer todas las funciones y ceremonias excepto entregar o mirar a Igba Iwa Odu. A las mujeres también se les inicia como Appetebi Ifá, “Esposa de Orunmila”.
Los orishas más conocidos en la Santería son Elegua, Ogun, Ochosi, Ochún, Changó, Oyá, Obatalá, Yemayá y Orula.

Prohibida la Santería
La Santería adora a un Dios único, a una entidad central, la cual creó todo lo que existe, a la que denominan Oloddumare. Oloddumare se expresa en el mundo a través de la extensión de él mismo, del cual salió todo lo que existe y a él todo debe regresar, a esto se le denomina Ashé.Ashé es la base absoluta de la realidad, es la corriente divina que expresa el poder de Dios en todo lo que nos rodea, es la fuerza cósmica e invisible que proviene del Creador.

Los santeros y santeras creen que nuestra vida ha sido elegida por nosotros mismos antes de nacer, pero cuando llegamos al plano terrenal, muchas veces nos desviamos de nuestros objetivos por las particularidades del ambiente que nos rodea. Para lograr una comunión con nuestro ángel de la guarda, y llegar con más facilidad y menos obstáculos a esos objetivos, que ya hemos decidido de antemano, es cuando vienen a ayudarnos los orishas y la ceremonia de coronarse “santo”, donde los santos a través de su Oráculo, nos aconsejan y nos guían hacia nuestro destino.

Los santos u orishas son extensiones también de Oloddumare, son los protectores de la raza humana, y desde que nacemos cada orisha nos ha escogido para ser nuestro protector o ángel de la guarda. Conocer quién es nuestro ángel de la guarda conlleva una ceremonia, donde a través del oráculo de Ifá, babalawos o grandes sacerdotes de la Santería dan a conocer por cual orisha la persona ha sido elegida.
Los santeros creen que tenemos características similares a nuestro ángel de la guarda, así los hijos de Changó, el dios guerrero, se caracterizan por su valor y su sentido de la justicia, etc.
Prohibida la Santería
El universo en la Santería
Esta forma de ver la creación de los santeros,
es muy diferente a la que nos enseñó Jesucristo,
y que nos revela la Biblia y la Iglesia Católica,
la cual es la fuente de la verdad,
y a la que debemos creer.
Olodumare no es Dios
Olodumare
Es el creador y único Dios. De él proviene la energía que sostiene el universo entero, y que se llama Ashé (comparable al Chi o al Tao en religiones orientales, y a la gracia cristiana).
Olodumare nunca puede representarse pictóricamente y no tiene atributos humanos. Sin embargo, otro nombre más humanizado de Olodumare es Olorún, figura masculina cuyo nombre significa “dueño de los cielos”.
Nota: el Dios católico se llama Yahveh, no Oludumare.
Orishas no son Católicos
Los santos u orishas
Directamente emanados de Olodumare, los y las orishas son guardianes e intérpretes del destino universal. Algunos fueron humanos en un remoto pasado, y por su vida extraordinaria llegaron a la dignidad espiritual de los orishas.
Son venerados con rituales, música, comidas especiales y oraciones, y se manifiestan a través de sacerdotes y/o sacerdotisas que poseen o habitan temporalmente. Ofrecen ayuda y consejo en todos los campos de la vida.
Nota: Estos santos son africanos y no tienen nada que ver con los católicos.
Egungun no son Católicos
Los Egungun
Son los ancestros o antepasados directos de cada familia, venerados en sus propios altares familiares o comunitarios.
Su misión es asegurar la continuación de la sociedad Yoruba y de la justicia social a todos los niveles.
Son también, en general, los espíritus de personas fallecidas.
Nota: Es un grave pecado consultar a los muertos. Isaías 8,19.
Los Santeros no son Católicos
Los seres humanos
Esta categoría incluye tanto a las personas que están vivas como a quienes están por nacer.
Su poder es fundamental, porque sólo los seres humanos pueden realizar las intenciones y deseos de los orishas. Sin embargo, son libres de hacer el bien o el mal.
Nota: Los católicos no deben practicar la Santería.
Los animales no son para Santería
Las plantas y animales
Son mutuamente dependientes de los humanos, quienes a su vez los necesitan para su supervivencia y alimentación.
Son fuente de curación, alimento y sacrificio.
Plantas, animales y humanos dependen todos de la tierra, divinizada como Onile.
Nota: No al maltrato animal, es un delito.
Las cosas pertenecen a Dios
Las otras cosas
Piedras, nubes, ríos y metales se consideran seres con voluntad, poder e intención.
Los astros son la residencia de los orishas, los Egungun y de Olorún, quienes pertenecen a otra dimensión paralela a la visible.
Nota: Creer que las cosas tienen voluntad, es caer en el terreno de la locura, y en eso cree la Santería.

¿Por qué no es posible pertenecer a la Iglesia Católica y a la Santería al mismo tiempo?

Nadie puede profesar dos religiones distintas al mismo tiempo. Sería como pertenecer a dos equipos deportivos rivales.

Ambas religiones no sólo son distintas, sino opuestas y contradictorias en sus contenidos doctrinales, prácticas y estilos de vida. Del mismo modo que, al mismo tiempo, no se podría ser judío y musulmán, o cristiano y budista o taoísta e hinduista. Son religiones distintas.

La Iglesia Católica
La Santería
El cristianismo es una religión de amor: Ese único Dios verdadero es un Padre que nos ama y al que nosotros amamos. En la oración acudimos a Él con confianza de hijos y en su Providencia descansamos confiados.
La Santería, en cambio, es la religión del temor, del miedo: Hay que hacer cosas para librarse de males y apartar poderes maléficos, o para tener suerte y agradar a los dioses. Se teme más que se ama.
El cristianismo nos lleva a hacernos mejores, a transformar nuestra vida: En la medida en la que vayamos viviendo de verdad tenemos que hacernos mejores, vencer nuestros defectos y adquirir más virtudes, más dominio de nosotros mismos, más caridad, más humildad, más espíritu de servicio, en una palabra, más santidad.
Mientras que la Santería, en cambio, se queda en prácticas externas, en ritos y ceremonias que no nos transforman por dentro, y que adquieren cierto sentido mágico, cuyo efecto depende de los actos en sí, sin que nos cambiemos interiormente.

¿Cuál es la actitud de la Iglesia ante la Santería?

“Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1ra Timoteo 2,4). Por eso, la Iglesia es y tiene que ser misionera, anunciando la verdad de Cristo. Y recibe como madre buena a cuantos con fe y buena voluntad se acercan a ella.
La irrenunciable obligación de anunciar la verdad de Cristo implica necesariamente el deber de denunciar el error, sin rechazo a las personas ni irrespeto a su libertad de opción.
La Iglesia, en Cristo, ama y respeta a todos, sin discriminación, independientemente de sus creencias y opciones de vida; siempre dispuesta a mostrarles el camino para llegar al Padre: Jesucristo y su Evangelio.
Hay libertad de culto, y la Iglesia Católica respeta la libertad de conciencia. Cada quien tiene derecho a profesar libremente la religión que prefiere. A lo que no hay derecho es a mezclar las creencias, y menos aún a interferir en la vida interna y disposiciones de cada religión, pues cada iglesia es independiente y autónoma, y establece sus propias normas para la participación en sus celebraciones, ritos y sacramentos.
Prohibida la Santería
La Santería
Tomado del Portal Web “corazones.org”
Escrito por: P. Jordi Rivero
http://corazones.org
Prohibida la Santería
Historia
La Santería es una religión que tiene sus orígenes con la tribu Yoruba del África. Los Yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo del río Niger. En un tiempo tuvieron una poderosa y compleja estructura organizada en una serie de reinos, de los cuales el más importante era Benin, y este duró por 12 siglos hasta el 1896.
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los Yoruba pelearon una serie de guerras con sus vecinos y entre ellos. Esta pelea interna y los ataques externos, llevaron a la caída y esclavización del pueblo Yoruba.
Entre 1820 y 1840, la mayoría de los esclavos enviados desde Benin eran Yorubas. Estos esclavos fueron llevados a Cuba y al Brasil a trabajar en las plantaciones de azúcar. Los Yoruba pronto fueron llamados los “Lucumi”, debido a su saludo “oluku mi”, “mi amigo”.
Las leyes españolas, al mismo tiempo que permitían la esclavitud, trataban de atenuar esa injusticia concediendo a los esclavos algunos derechos, al menos en teoría. Tenían derecho a propiedad privada, matrimonio y seguridad personal. También las leyes exigían que los esclavos fueran bautizados católicos, como condición de su entrada legal a Las Indias.
La Iglesia trató de evangelizar a los negros Lucumí pero las condiciones eran muy difíciles. Además de la escasez de sacerdotes, la condición de esclavitud dificultaba que los Lucumí comprendieran y aceptaran lo que se les enseñaba acerca de Dios.
Con la revolución comunista, que triunfó en Cuba en 1959, más de un millón de cubanos se exilaron en USA (principalmente en Miami, New York y Los Ángeles) y otros países. Entre ellos habían santeros que propagaron la Santería en sus nuevos ambientes.
Prohibida la Santería
Santería: Una religión pagana fruto del sincretismo Yoruba + Catolicismo
En sus esfuerzos de esconder su religión africana y sus prácticas mágicas(aunado a la astucia del demonio), los lucumís identificaron sus deidades africanas (orishas) con los santos del catolicismo, dando como resultado un sincretismo religioso conocido hoy como la Santería. Un santo católico y un orisha lucumí son vistos como manifestaciones diferentes de la misma entidad espiritual.
Los santos
Los católicos veneramos a los santos comprendiendo que son seres humanos, que vivieron heroicamente su fe, murieron y están ahora en el Cielo, desde donde interceden por nosotros, gracias a su participación en la gloria de Jesucristo.
Para los santeros, los santos son dioses (orishas) que deben adorarse. Olodumare creó a los orishas para manifestar su voluntad y su esencia en la creación. Estos son una personificación de Ashe. Los orishas también son los guías y protectores de la raza humana.
Los santos que tomaron para identificarlos con los orishas eran los más conocidos en la Iglesia en Cuba. La Virgen Santísima, en diferentes advocaciones, es también identificada con un orisha como si fuese un santo más. La identificación a menudo tiene que ver con las vestimentas o las razones por las que el santo o la Virgen es conocida. Así, Santa Bárbara, vestida de rojo y con espada en las imágenes católicas, se identifica con el dios Shangó, guerrero a quien se le atribuye la fuerza.
Tabla de orishas con su respectivo santo católico
Tabla de orishas
Según la Santería, la vida de cada persona está supervisada por un santo (orisha), que toma parte activa su vida diaria. En la fiesta de su santo, la persona, debe asistir a misa y a las ceremonias de ese orisha.
La iniciación
Antes de la iniciación la persona debe recibir una “limpieza” para purificarse.La primera iniciación es la de los collares, conocidos como “elekes”. Se entregan cinco collares que pertenecen a Eleggua, Obatalá, Shangó, Yemayá y Oshún, y protegen del mal. Se espera que la persona respete a los orishas y se comporte con moral.
La jerarquía
No todos los practicantes de la Santería son santeros. Este nombre suele reservarse a los sacerdotes (omo-orishas) de la Santería, a quienes acuden los creyentes para consultas y sacrificios.
La ceremonia en la que una persona se hace santo se llama “asiento”. Se forma un vínculo entre el santero y un orisha. Después de haber recibido el “asiento”, la persona puede ascender en la jerarquía de la Santería. Pasan entonces por el rito del cuchillo, que les permite hacer sacrificios de animales.
Los sacerdotes de mayor jerarquía se llaman “babalawos”. Hacen de adivinos, de modo que si hay un caso muy difícil para el santero, este acude al “babalawo”.
Prohibida la Santería
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Adivinación
Las adivinaciones son para conocer el futuro o para descubrir alguna maldición, o si a la persona se le ha pegado un espíritu maligno o bueno. En caso de espíritu maligno, el santero procede a hacer “limpieza”. Si el espíritu es bueno, hay que reforzarlo. Para la adivinación los santeros utilizan diferentes formas de interpretar un oráculo.
  1. Una cadena de medallones que el santero tira sobre su mesa. El oráculo se lee de acuerdo a como caigan los medallones.
  2. Una bandeja de madera llamada “ifa”, sobre la que se echa un polvo (eyero-sun). Con un cuerno, el babalawo traza líneas y ceros para componer el oráculo. Se pretende descubrir la presencia de fuerzas en torno a la persona, y la naturaleza buena o mala de ellas.
  3. Un tipo de adivinación es el “ikin”, en el que tres babalawos usan 16 cocos para hacer adivinaciones.
Los sacrificios (ebbo)
A los orishas hay que ofrecerles sacrificios o “ebbo”, lo cual necesitan para vivir, debido a que no son inmortales. El orisha consume el ashe invisible liberado de los sacrificios a través de una consagración (palabras sagradas de dedicación).
El “ebbo” consiste de hierbas especiales y la sangre de los animales sacrificados. Cada orisha tiene unas hierbas y animales que le gusta consumir, y sólo estas cosas que disfruta el orisha son las que se deben sacrificar.
La sangre y las hierbas se vierten sobre piedras rituales, que representan a cada orisha, y que contienen la esencia espiritual de los orishas. Por eso la Santería requiere de tiendas llamadas “botánicas”, donde se venden las hierbas y otros objetos de la religión.
Prohibida la Santería
Hay tres tipos de sacrificios de animales:
  1. Para limpiar de un mal o una maldición.
  2. Al orisha pidiendo su asistencia.
  3. Para la ceremonia de iniciación en una de los órdenes de la Santería.
Antes de que un “ebbo” pueda ser ofrecido, se debe invocar el “Eggun” o “Eleggua”, los cuales son los espíritus de los ancestros, ya sea de la persona o de la familia santera a la que pertenece. Eleggua es el orisha que lleva la ofrenda a los otros orishas, y por eso debe honrársele primero.
Prohibida la Santería
La Santería en Preguntas y Respuestas
Tomado del Portal Web “venezuelaentrelineas.com”
Escrito por: Troconis, Rafael,
La Santería: Un desafío para nuestra fe,
Ediciones San Pablo, Caracas, 2008.
http://venezuelaentrelineas.com
1) ¿Qué es la santería?
Es una religión de origen africano, traída en tiempos de la Colonia, la cual se caracteriza por el culto o adoración a espíritus llamados orishas, que se han identificado con imágenes de santos católicos. De allí el nombre de santería.
2) Es decir, que ellos creen en nuestros santos, ¿No?
Eso es lo que parece a primera vista. Pero no es así. Los espíritus venerados por los yorubas (pueblo africano proveniente de Nigeria y traído a América en condición de esclavitud) fueron identificados con las imágenes de los santos de la religión católica. De allí el hecho de que haya gente que piense que ellos veneran a los santos igual que nosotros y que no hay inconveniente en ser católico y santero.
3) ¿Me puede dar ejemplos?
Sí. Ellos identifican la imagen de Santa Bárbara, mártir cristiana del siglo IV después de Cristo, con Changó, espíritu del fuego, del trueno y del relámpago entre los yorubas. La imagen del Santo Niño Jesús de Atocha representa otro orisha llamado Eleggua, un espíritu protector que abre y cierra todas las puertas. La imagen de San Lázaro representa a Babalú Ayé, espíritu que siempre según los santeros, cuida a los enfermos. La imagen de San José representa a un espíritu llamado por los yorubas Aganyú. La Virgen del Carmen representa a Dada; la Virgen de la Merced a Obtalá; Nuestra Señora de Regla a Yemayá. Y así podríamos poner muchos ejemplos.
4) ¿Entonces la santería no tiene nada que ver con nuestra religión?
No. Las similitudes son solamente externas. Nosotros creemos que los santos (los nuestros, los verdaderos) fueron personas de carne y hueso como nosotros, que se esforzaron por imitar a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y así llegaron al Cielo. Ellos son un modelo de vida cristiana e interceden ante el Señor para que nos ayude, pero nada más. Los orishas de la santería nada tienen que ver con nuestros santos. Por eso es mejor no llamarlos santos sino orishas. Así no hay confusión.
5) ¿Es verdad que en la santería se practica la magia o brujería?
Sí, es cierto. La magia o brujería se define como todo rito practicado para obtener favores o protección de fuerzas ocultas, y hasta para causar daños a personas. Un buen cristiano no acude nunca a fuerzas ocultas porque lo espera todo de Dios. La actitud cristiana justa ante el futuro y ante lo que se desconoce consiste en entregarse con confianza en las manos de la Providencia Divina, y en abandonar toda curiosidad malsana al respecto. No debemos olvidar que Dios es como un Padre bueno, que cuida de nosotros (Cf. Mt 6, 25-34).
6) ¿Me puede poner un ejemplo de cómo en la santería se practica la brujería?
Sí. En la santería se practican sacrificios de animales (sobre todo de gallinas y chivos), adivinación con caracoles mediante la tabla de Ifá, uso de collares y pulseras denominados ildés (lo cual es pecado de superstición), maleficios y otros ritos mágicos para obtener salud, dinero, amor, etc. Por cierto, lamentablemente hay personas que usan los ildés para protegerse (especialmente uno de cuentas amarillas y verdes llamado “mano de Orunla”). Es un gran error. Esos collares y pulseras representan a los espíritus de la religión según los colores que tengan. Usarlos equivale a ponerse bajo la protección de alguno de los orishas y renunciar a Jesucristo.
Prohibida la Santería
7) ¿Y estas cosas están prohibidas por Dios?
Desde luego que sí. La Biblia dice lo siguiente: “Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones. Nadie entre los tuyos practicará la adivinación, la brujería o la hechicería; hará conjuros, practicará el espiritismo o consultará los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor” (Dt 18, 10-12). En la santería se practican estas cosas, especialmente la adivinación y la magia o brujería.
8) ¿Es verdad que los santeros se consagran a los orishas o santos?
Sí, lo hacen. En una ceremonia especial y después de un tiempo de preparación invocan a estos espíritus para que uno de ellos baje sobre la persona y tome posesión de ella. Es lo que se denomina “hacerse el santo”. A partir de ese momento la persona se considera hija de Changó, Eleggua, Ocún, Yemayá, Obtalá o cualquiera de los orishas que hayan tomado posesión de ella.
9) ¿Eso está bien?
No, para nada. Es un gran pecado. Es permitir que un demonio tome posesión de la persona que se hace santera. Es como renunciar a nuestro bautismo, y a lo que significa en nuestra vida: por él nos hicimos hijos de Dios, hermanos y discípulos de Jesucristo. “Hacerse un santo” es renunciar a Jesucristo para ponerse bajo la protección de esos espíritus, que, hay que decirlo, son demonios.
10) ¿Por qué dice usted que son demonios?
Los santeros dicen que ellos creen en Dios y que invocan esos espíritus para cosas buenas y no para cosas malas. Estos espíritus causan daños tremendos. Yo he visto a Changó y a otros espíritus de la santería (Yemayá, Obatalá, Chankpana, Oggún, Ochún, etc.), poseer una persona después de haber sido objeto de un maleficio, y complacerse en el sufrimiento físico que le causaban. Les he oído decir que querían llevársela al infierno. Un espíritu bueno nunca haría eso a nadie. Los demonios sí.
11) ¿Entonces un santero puede hacerle daño a una persona mediante maleficios?
Cuando uno reza, comulga y se confiesa con frecuencia y cumple con los demás deberes cristianos no tiene nada que temer. Más bien esos espíritus le temen.
12) ¿Podemos participar en una fiesta de la santería como la de Santa Bárbara el cuatro de Diciembre o en otras fiestas o ritos?
No. Un católico, un cristiano, ha puesto toda su confianza en Jesucristo, a quien considera su Señor y Salvador. Participar en esas fiestas es también un gran pecado. La Biblia dice que los cristianos “no pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios, no pueden participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios” (1 Cor 10, 21-22). Participar en un culto santero es participar de la mesa de los demonios. Es entrar en comunión con los demonios (Cf. 1 Cor 10, 20). Es por tanto, un gran pecado. En estas fiestas se invoca a estos espíritus, que bajan sobre las personas que se prestan para tal aberración. Un cristiano no debería hacer esto jamás.
13) ¿Entonces un cristiano no puede ser santero?
¡Por supuesto que no! Si un cristiano se hiciese santero se habría apartado de la Verdad, y habría caído en la esclavitud del error. Jesucristo dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino es a través de mí” (Jn 14,6). Sólo por medio de Jesucristo que habita y actúa en la Iglesia alcanzamos la salvación. Practicar la santería es apartarse de la Verdad que es Jesucristo. Más aún, es renegar de Él, y es poner en peligro la propia salvación.
Prohibida la Santería
No pueden beber al mismo
tiempo de la copa del Señor
y de la copa de los demonios,
ni pueden tener parte en la mesa del Señor
y en la mesa de los demonios.

1º Carta a los Corintios, 21.

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