La revista Vida Nueva publicó este
16 de octubre de 2015, un extracto de la entrevista que le hizo al arzobispo de
Caracas, en la que habló sobre el Sínodo de la Familia y la Carta firmada por
varios cardenales
Ramón Antonio Pérez /
@GuardianCatolic
Caracas, 16 de octubre de
2016.- Como esperaban muchos católicos, la
participación del arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, no ha
pasado desapercibida durante el Sínodo de la Familia que hasta el 24 de octubre
se desarrolla en el Vaticano. La defensa integral de la familia es el centro de
las enseñanzas del cardenal venezolano (Ver Aquí,
Aquí y Aquí) tal como se desprende de los documentos que
ha presentado antes y durante el Sínodo.
Lamentablemente,
como en el tristemente recordado caso “Vatileaks”,
en el que un funcionario del Vaticano, cercano al Papa Benedicto XVI, sustrajo
algunos documentos de orden privado para darlos a conocer a los medios de
comunicación, esta vez, y vaya manera por el contexto, se ha distorsionado el
contenido y las verdaderas intenciones de una carta cuyo destinatario era únicamente
el papa Francisco.
Llegado
a este punto me permito mencionar al cardenal Urosa quien como parte de los
firmantes de la ahora llamada Carta
de los Cardenales al Papa, ha dado su punto de vista a la Revista Vida
Nueva, desvelando las verdaderas intenciones, y no las que arbitrariamente le
adjudican los detractores de la fe y los medios anti familia.
La carta ha tenido tal eco que Francisco ha pedido perdón por tales “escándalos” en la catequesis del miércoles 14 de octubre, aunque bueno es añadir lo hizo sin especificar su contenido que, no obstante, es conocido por la prensa internacional, y tampoco habló a favor o en contra de los firmantes, o de quien la expuso en claro ataque a la Iglesia.
En
el Sínodo, hasta ahora, hay “corrientes”, no “conspiraciones” relata
la revista NV en la versión digital limitada. Indica que “lo más complicado se
vive en la tercera y última semana de asamblea”, según lo prevé el cardenal
Jorge Urosa, “quien considera que la gran amenaza a la familia viene de la
“aversión a lo religioso” que se da en Occidente”.
Reconoce
que puede haber desilusionados con el resultado final del Sínodo, en el que “no
se va a cambiar la doctrina”. “Luego habrá aplicaciones pastorales que podrán
llegar hasta donde se pueda”, apunta este padre sinodal, que lamenta que se
haya extendido la “quimera” de que la pastoral y la doctrina van por caminos
diversos.
Vida
Nueva realizó varias preguntas al cardenal Urosa. He aquí sus respuestas:
PREGUNTA.- ¿Hay polémicas ni
complots entre los padres sinodales, como dicen algunos rumores?
RESPUESTA.-
No sé si existirán o no, pero eso no es lo importante. Ciertamente, hay
corrientes entre los padres sinodales. Eso es normal. Pero no creo que se trate
de conspiraciones, ni mucho menos. Al menos yo no lo siento así. Lo que hay es
el deseo de todos de buscar el bien de la Iglesia y de la familia. En esa línea
estamos todos.
P.- ¿Qué temas generan opiniones
diversas?
R.-
Los temas más complicados se van a tocar en la tercera semana. Hasta ahora no
he visto opiniones fuertes sobre cosas muy complicadas. Supongo que vendrá más
adelante. Es normal que así sea. En este momento son cosas muy generales. En
esta parte inicial hemos tocado la realidad de la familia y hemos visto por
dónde tendremos que ir desde el punto de vista eclesial. Los puntos polémicos
se presentarán más adelante.
P.- ¿Son para ustedes la mayor
preocupación las personas en situación irregular?
R.-
Eso es importante, pero es todavía más preocupante el problema de los jóvenes
que están rechazando el compromiso del matrimonio o el de las familias que no
están viviendo su fe. Son problemas todavía más gordos. Debemos convencer a los
jóvenes de que es algo muy importante el compromiso de amor en el matrimonio
sacramental que conlleva la gracia de Dios para llevar una vida conyugal
cristiana, santa y feliz. No hay que reducir el horizonte del Sínodo a
este problema de los divorciados vueltos a casar. Es un problema gordo, pero no
el único que tiene la Iglesia en relación a las familias de hoy.
La carta de los 13 cardenales
El
nombre de Jorge Urosa está entre los 13 cardenales que supuestamente firmaron
la carta entregada al papa Francisco al principio del Sínodo, mostrando su
preocupación por que la asamblea acabara llegando a unas decisiones
predeterminadas.
A
diferencia de varios de los purpurados implicados, que aseguran no haber
suscrito documento alguno, el arzobispo de Caracas reconoce que firmó la
misiva, aunque su contenido habría sido luego alterado en parte. “Hay
un parrafito ahí que yo no vi cuando firmé”, cuenta Urosa a Vida Nueva, lamentando
que se haya montado “una tormenta en un vaso de agua”.
“Es
una carta absolutamente privada que no quería hacer ningún escándalo ni va
dirigida contra nadie. Pretendía simplemente promover un mejor desarrollo del
Sínodo. En el ánimo de los firmantes no hay ningún espíritu de polémica ni de
conflicto, sino, por el contrario, el deseo de que todo en el Sínodo marche
bien”, asegura.
La
misiva solo mostraba a Francisco la postura de varios cardenales que participan
en la asamblea como padres sinodales “por algunas cosas que se habían anunciado
a última hora”.
Sin
querer entrar en más detalles sobre el contenido del texto, Urosa remarca que
la intención de los firmantes era “positiva, no de conflicto ni por supuesto de
ninguna manera de oposición o de querer crear problemas a nadie”.
NOTA: Vida Nueva ofrece la
entrevista completa solo a sus suscriptores, cuy enlace se anexa a este trabajo:
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