Sostenido en Aleteia, no dejaré de informar sobre una Carta dada a conocer por Sandro Magister, vaticanista del semanario italiano, L’Espresso, en la que un grupo de supuestamente 13 cardenales, hacen serias observaciones sobre el método que se lleva a cabo en el Sínodo de la familia
Tomaré en cuenta el asunto porque al leer la carta y los firmantes, encuentro que se menciona al arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino junto a otros eminentes hombres de la Iglesia. Son varios los temas fundamentales de la familia en la citada carta, y uno de los aspectos que se cuestiona es el tema de la escogencia de los redactores de los círculos menores, y allí, está trabajando directamente otro sacerdote venezolano, monseñor Baltazar Porras Cardozo. De modo, que el tema toca directamente a Venezuela, pero sin entrar a juzgar nada a través de este blog se busca informar fundamentados en Aleteia, de qué se trata esto de la misteriosa carta. RAP.
El Papa alertó a los padres sinodales de teorías conspirativas débiles
sociológicamente y espiritualmente. Varios cardenales desmienten haber firmado
la carta
Hay un sínodo paralelo al sínodo ordinario que tiene como aula
virtual los blog y otros medios alternativos. En la segunda semana del
sínodo sobre la familia que tiene lugar en el Vaticano del 04 al
25 de octubre estalló el caso de una carta escrita
por un grupo de altos prelados donde se critica abiertamente el método de
la Asamblea.
La misiva dirigida al Papa está firmada supuestamente por 13
cardenales. Hay nombres de alto rango como Pell, Müller, Sarah.
‘Supuestamente’, porque en pocas horas, algunos de los cardenales involucrados
han desmentido que hayan firmado dicho documento: Scola,
Vingt-Trois, Piacenza y Erdö.
Sandro Magister, vaticanista del semanal italiano, L’Espresso,
publicó esté lunes 12 de octubre una carta en la cual 13 cardenales (4 han
desmentido, quedan 9) expresan sus preocupaciones “compartidas por otros padres
sinodales”, que el método sinodal elegido desde el alto pretendería obtener
“resultados predeterminados” contrarios a la doctrina tradicional.
El cardenal Pell ha sido el único de los mencionados cardenales en
dar su versión de la carta ‘privada’ que ha sido publicada con ‘errores en la
lista de los que la firman y en el contenido’. Así ha ratificado que existe
‘preocupación por la composición del comité que redactará la Relatio.
El portavoz del cardenal George Pell expresó que “existe un fuerte
acuerdo en el Sínodo sobre la mayoría de los puntos, pero indicó – “hay un
cierto desacuerdo” porque una minoría desea hacer cambios a la enseñanza de la
Iglesia en relación a la comunión. “Obviamente no hay alguna posibilidad de
cambio en la doctrina”, señaló.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi comentó así la noticia:
“Tratándose de una carta que digamos no era publica… no es un documento
reservado. Yo sobre esto no tengo nada que decir. Lo que puedo comentar es que
de las trece personas indicadas como autores, dos han desmentido (luego lo
hicieron otros dos cardenales). Por lo tanto, pongan atención a las cosas
publicadas… dadas por verdaderas cuando no lo son”, dijo Lombardi.
En la carta se pide al Papa aclarar el tema de la composición de
la comisión que redactará el texto final (Relatio), y se pide que los relatores
de los círculos menores sean elegidos y no nombrados. “Los nuevos
procedimientos que guían el sínodo parecen asegurar una influencia excesiva
sobre las deliberaciones del sínodo y sobre el documento sinodal final”. Además
de criticar el “Instrumentum
Laboris”.
El Papa: sínodo no es lugar
para “choque de lobbies”
Lo cierto es que el papa Francisco respondió a cualquier duda sobre el
método durante el segundo día del sínodo cuando pidió a los padres sinodales de no caer en la “hermenéutica
conspirativa”, que “es sociológicamente débil y espiritualmente no ayuda”.
Un intervención sorpresa del Papa (6 de octubre) en el marco del
sínodo sobre la familia para evitar que la Asamblea se volviera lugar de
“choque de agendas” y lobbies de poder. Además confirmó que la doctrina sobre
el matrimonio no se ha tocado para salir al paso a los rumores de ambientes
ultra conservadores.
Argumentos del Papa y del
Sínodo que derrumban las críticas de la carta
Asimismo, el cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario general del
Sínodo, en esa ocasión, el martes por la mañana, confirmó que los moderadores y
relatores de los “círculos minores” habrían sido elegidos por los mismos padres
sinodales, como sucedió el año pasado, y que no habrían sido designados ‘desde
arriba’. Posición que también hace caer a distancia las críticas expuestas en
la mencionada carta.
Los autores de la epístola critican la comisión: “La falta de una
participación de los padres sinodales en la composición de la comisión de
redacción ha creado un notable disgusto. Sus miembros fueron nombrados, no
elegidos, sin consultación. De la misma manera, quien forme parte de la
redacción de cualquier texto a nivel de los círculos menores debería ser
elegido, no nombrado”.
El Papa durante la primera semana invitó a los padres sinodales a
ampliar los horizontes del sínodo para no reducir la reflexión al tema de la
comunión a los separados. Los argumentos del Papa han demolido otro punto
presente en la carta al pedir a la Asamblea de mantener la mirada en
Jesucristo. Por su parte, los prelados de la misiva expresaron su preocupación
de que el Sínodo “pueda llegar a ser dominado por el problema
teológico-cultural de la comunión para los divorciados que se han vuelto a
casar por lo civil”.
Si habrá Relatio Finalis, pero toca al Papa decidir
Por su parte, el portavoz vaticano, padre Federico Lombardi
aclaró, este lunes 12 de octubre, en el encuentro con la prensa, que habrá una Relatio
Finalis (documento redactado al final) que se alimenta del
trabajo de los círculos menores (grupos por idiomas) que están estudiando cada
parte del Instrumentum
Laboris para aportar cambios y correcciones.
Lombardi explicó que antes de llegar a la Relatio
Finalis “se pasa por tres etapas de trabajo”, y luego será
“representado a los padres” para ser “evaluado y discutido”. El documento Relatio
Finalis será presentado en el aula del sínodo, el sábado 24 de
octubre en la mañana, una vez se hayan integrado las observaciones de los
padres sinodales al documento.
En la tarde se realizará la votación de la Relatio. Sucesivamente,
“el documento es entregado al papa a quien esperan las decisiones en mérito”,
dijo Lombardi. Por lo tanto, “la Relatio se hará. Lo que
no sabemos con precisión es que hará el papa…El año pasado el papa decidió de
publicarla en la tarde junto a las votaciones…”, añadió. Esto cambia de sínodo
a sínodo. “En el Ordo Synodi se indica que la decisión espera al Romano
Pontífice”.
La aclaración ha sido hecha siguiendo las palabras del Secretario
general, Lorenzo Bardissieri.
En esta segunda semana de trabajo del sínodo, los círculos menores
prosiguen su labor de analizar la II parte del Intrumentum Laboris sobre
el tema: el
discernimiento de la vocación familiar divida en tres capítulos:
familia y pedagogía divina, familia y vida de la Iglesia, Familia y camino
hacía la plenitud.
Los 13 cardenales
involucrados (4 lo desmienten)
Los padres sinodales que han
desmentido la carta (hasta la publicación
de este artículo): Péter Erdö, arzobispo de Esztergom-Budapest (Hungría) y relator general del
Sínodo; Mauro
Piacenza (de Italia), Penitenciero Mayor; Angelo
Scola, arzobispo de Milán (Italia); André
Vingt-Trois, arzobispo de París (Francia) y presidente delegado
del Sínodo.
El texto original de la carta dirigida al Papa durante el primer
día del Sínodo fue escrito en inglés, y el vaticanista Magister ofreció una
lista de los firmantes: Carlo Caffarra, arzobispo
de Bolonia (Italia); Thomas C. Collins,
arzobispo de Toronto (Canadá); Timothy M. Dolan,
arzobispo de Nueva York (Estados Unidos); Willem J. Eijk, arzobispo
de Utrecht (Holanda); Gerhard L. Müller,
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Wilfrid
Fox Napier, arzobispo de Durban, (Sudáfrica) y presidente
delegado del Sínodo; George Pell, Prefecto de
la Secretaría para la Economía; Robert Sarah, Prefecto de
la Congregación para el Culto Divino; Jorge L. Urosa Savino,
arzobispo de Caracas (Venezuela).
******************************
También agrego la Carta para todos tengan la oportunidad de leerla:
"Santidad,
mientras inicia el Sínodo sobre la familia, y con el deseo de verlo servir
provechosamente a la Iglesia y a usted en su ministerio, respetuosamente le
pedimos que tome en consideración una serie de preocupaciones que tienen otros
padres sinodales y que nosotros compartimos.
Si
bien el documento preparatorio del Sínodo, el "Instrumentum laboris",
tiene puntos admirables, también tiene secciones que se beneficiarían de una
sustancial reflexión y reelaboración. La nueva metodología que guía el sínodo
parece asegurar una excesiva influencia sobre las deliberaciones del sínodo y
el documento sinodal final. Tal y como está, y dada la preocupación que han
expresado muchos padres acerca de varias secciones problemáticas del mismo, el
"Instrumentum" no puede servir de manera adecuada como texto guía o
fundamento de un documento final.
Algunos
ambientes considerarán que a la nueva metodología sinodal le falta apertura y
genuina colegialidad. En el pasado, el método de presentar propuestas y
votarlas tenía como valioso fin saber la posición de los padres sinodales. La
ausencia de propuestas y de las correspondientes discusiones y votaciones
parecer desalentar un debate abierto y limitar las discusiones a los
"circoli minori"; por consiguiente, nos parece urgente que se
restablezca la redacción de propuestas que deberán ser votadas por todo el
sínodo. Votar un documento final llega demasiado tarde en el proceso para una
revisión total del mismo y un ajuste serio del texto.
Además,
la falta de participación de los padres sinodales en la composición del comité
de redacción ha creado un notable malestar. Sus miembros han sido nombrados, no
elegidos, sin consulta previa. Del mismo modo, cualquiera que forme parte de la
redacción de cualquier texto a nivel de los "circoli minori" debería
ser elegido, no nombrado.
A
su vez, estos hechos han creado el temor de que la nueva metodología no siga el
espíritu tradicional y la finalidad de un sínodo. No se entiende la necesidad
de estos cambios en la metodología. A un determinado número de padres les
parece que la nueva metodología está configurada para facilitar unos resultados
predeterminados sobre cuestiones importantes que son objeto de controversia.
Por
último, y es tal vez lo más urgente, varios padres han expresado su
preocupación de que un sínodo planificado para afrontar una cuestión pastoral
vital -reforzar la dignidad del matrimonio y la familia- pueda llegar a estar
dominado por el problema teológico/doctrinal de la comunión a los divorciados
que se han vuelto a casar por lo civil. Si así fuera, esto inevitablemente
levantaría cuestiones aún más fundamentales sobre cómo la Iglesia, en su
camino, debería interpretar y aplicar la Palabra de Dios, sus doctrinas y sus
disciplinas a los cambios en la cultura. El colapso de las iglesias
protestantes progresistas en la época moderna, acelerado por su abandono de los
elementos clave de la fe y de la práctica cristiana en nombre de la adaptación
pastoral justifica una gran cautela en nuestras discusiones sinodales.
Santidad,
le ofrecemos estos pensamientos en un espíritu de fidelidad y le agradecemos
que los tome en consideración.
Fielmente
suyos en Jesucristo,
-
Carlo Caffarra, arzobispo de Bolonia, Italia, teólogo, anteriormente presidente
del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la
familia;
-
Thomas C. Collins, arzobispo de Toronto, Canadá;
-
Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York, Estados Unidos;
-
Willem J. Eijk, arzobispo de Utrecht, Holanda;
-
Péter Erdõ, arzobispo de Esztergom-Budapest, Hungría, presidente del consejo de
las conferencias episcopales de Europa y relator general del sínodo en curso,
como lo fue también de la precedente sesión de octubre de 2014;
-
Gerhard L. Müller, anteriormente obispo de Ratisbona, Alemania, y desde 2012
prefecto de la congregación para la doctrina de la fe;
-
Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban, Sudáfrica, presidente delegado del
sínodo en curso, como lo fue también de la precedente sesión de octubre de
2014;
-
George Pell, arzobispo emérito de Sydney, Australia, y desde 2014 prefecto en
el Vaticano de la secretaría para la economía;
-
Mauro Piacenza, Genova, Italia, anteriormente prefecto de la congregación para
el clero y desde 2013 penitenciario mayor;
-
Robert Sarah, anteriormente arzobispo de Conakry, Guinea, y desde 2014 prefecto
de la congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos;
-
Angelo Scola, arzobispo de Milán, Italia;
-
Jorge L. Urosa Savino, arzobispo de Caracas, Venezuela;
-
André Vingt-Trois, arzobispo de París, Francia, presidente delegado del sínodo
en curso, como lo fue también de la precedente sesión de octubre de 2014".
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