Cardenal Porras aparece "difunto en el sistema”, no pudo viajar a Europa

El Arzobispo Emérito de Caracas relata trato vejatorio e impedimento de viaje en el aeropuerto de Maiquetía, cuando se disponía a viajar para Europa.

Ramón Antonio Pérez | El Guardián Católico 
Publicado el 10 de diciembre de 2025

El Cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo denunció este 10 de diciembre de 2025, mediante una carta dirigida a sus "hermanos obispos" de Venezuela, haber sido retenido e impedido de viajar en el aeropuerto internacional de Maiquetía. 

Es la segunda ocasión en que este año se le impide viajar a Porras, ya que el 25 de octubre no pudo abordar su vuelo con destino a Valera, estado Trujillo, para celebrar una misa en honor a San José Gregorio Hernández Cisneros.

En esta oportunidad, según el relato del Purpurado, las autoridades migratorias se llevaron su pasaporte sin ofrecer explicaciones claras, lo siguieron incluso al baño y lo amenazaron con detenerlo si intentaba documentar la situación. 

Como colofón el hecho ocurrió en el Día Mundial de los Derechos Humanos, fecha a la que el religioso vinculó su caso al señalar la falta de información y equidad.

UN PROCEDIMIENTO RECURRENTE Y ARBITRARIO 

Porras describe que sufrir contratiempos en Migración es una experiencia común desde hace un cuarto de siglo, justo el tiempo que lleva el actual régimen venezolano. 

Reseñó que al intentar viajar a España para cumplir compromisos eclesiales, el oficial de turno del aeropuerto de Maiquetía tomó sus documentos para consultar. Señala que esto es habitual: 

“Lo más común en este último cuarto de siglo es padecer casi siempre, con contadas excepciones, al llegar a Migración el oficial de turno toma el pasaporte y sale a consultar ‘porque el sistema no funciona’, ‘no aparece en la lista’…”. Incluso agregó que “en dos oportunidades me dijeron que aparezco difunto”.

Tras más de hora y media de espera, un soldado le informó que no podía viajar. El trato, según su testimonio, fue hostil y vigilante.

“¡Hasta para ir al baño me siguió de cerca el funcionario, preguntándome a qué iba hasta ese lugar!”, dijo el Purpurado. 

Al negársele el viaje, le hicieron firmar un papel donde se alegaba “incumplimiento de las normas”, pero le prohibieron fotografiarlo: “Si yo insistía en la foto, me amenazaron de quedar detenido”.

UNA VULNERACIÓN DE DERECHOS EN TIEMPOS DE ESPERANZA 

Tras ser escoltado hasta la salida y quedando abandonado sin su pasaporte, el Cardenal Porras reflexionó sobre el significado del incidente, ocurrido el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, subrayando la contradicción y el dolor que le produce esta situación.

“Pero es algo que duele porque atenta contra los derechos que tenemos como ciudadanos, de lo que no se da respuesta alguna”. Además, conectó la falta de transparencia con una injusticia mayor, afirmando: “Sin igualdad de derechos, sin posibilidad de ser informado, difícilmente puede haber justicia y equidad”.



Pese al incidente, el Porras Cardozo concluyó su mensaje con un llamado a la paz y a centrarse en el mensaje del Adviento y la Navidad, optando por no dar entrevistas a los medios de comunicación para evitar que el hecho sea instrumentalizado y fomentar, en cambio, “ternura y comprensión”.

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