En el Cónclave de 2013, el Cardenal Urosa fue visto como un candidato viable para el papado y como un “puente doctrinal” entre la corriente moderada y los partidarios de un pontificado centrado en los desafíos sociales del momento
Publicado el 6 de mayo de 2025
El
miércoles 7 de mayo de 2025, cuando los cardenales electores se recluyan en la
Capilla Sixtina para elegir al sucesor 267 de San Pedro, Venezuela recordará al
fallecido cardenal Jorge Liberato Urosa Savino (1942-2021), el último purpurado
del país sudamericano que participó en un cónclave con derecho a elegir y ser
elegido.
El
martes 12 de marzo de 2013, en el Purpurado venezolano junto a los 115
cardenales electores ingresó a la Capilla a las 16:15 horas de Roma, para dar
inicio al segundo Cónclave del Siglo XXI. El Cardenal Urosa colocando su mano
derecha sobre los Libros Sagrados prestó el Juramento sobre la fórmula:
Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien en presencia de Dios, creo que debe ser elegido, expresó según el ritual previsto para la elección del nuevo Papa.
Esta no era la primera vez que Venezuela estaba presente en un Cónclave para la elección del Sumo Pontífice de la Iglesia. Ya lo había recordado el propio Cardenal Urosa, el 12 de febrero de 2013 durante una rueda de prensa en la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
El primer venezolano que participó fue el Cardenal José Humberto Quintero quien lo hizo en tres ocasiones para elegir a Pablo VI, a Juan Pablo I, que duró treinta días en su pontificado, y luego para elegir a Juan Pablo II, expresó.
Ahora me toca a mí ese gran honor, ese gran compromiso. Es una gran responsabilidad, y por eso le pido al pueblo católico que ore por nosotros los cardenales, para que sepamos escoger a quien guiará a la Iglesia por las caminos de Jesucristo, agregó Urosa según publicaron El Guardián Católico y otros medios.
Efectivamente, desde la creación del Colegio Cardenalicio en 1150, solo dos
venezolanos han ostentado la púrpura con derecho a votar: José Humberto
Quintero Parra (1902-1984), participante en los cónclaves de 1963 (Pablo VI) y
1978 (Juan Pablo I y Juan Pablo II); y, Jorge Urosa Savino en 2013, percibido como “papable” por su
perfil moderado y su influencia en la Conferencia Episcopal Venezolana durante
la crisis política del régimen chavista.
Urosa
en el cónclave de 2013: entre reforma y tradición
Urosa Savino ejerció como el XV Arzobispo de Caracas, entre los años 2005 y 2018, y fue creado cardenal desde 2006. Tras la renuncia de Benedicto XVI llegó al cónclave de marzo de 2013 en un contexto de polarización eclesial, tal vez, menos acentuada que la realidad actual. La Curia Romana enfrentaba escándalos de corrupción, presiones para elegir a un papa reformista no europeo y casos de agresión sexual de sacerdotes, obispos y de altos cargos eclesiásticos.
Aunque
el nombre de Urosa no figuró entre los favoritos, analistas como John L. Allen
Jr. (CNN) destacaron su papel como “puente doctrinal” entre el ala conservadora
y los partidarios de un pontificado centrado en los desafíos sociales de
América Latina.
Su voto —y el de otros 114 cardenales— habría inclinado la balanza hacia Bergoglio, un jesuita partidario de la llamada “Iglesia en salida” que contrastaba con el perfil más institucional de Urosa. Este contraste refleja la tensión entre continuidad y cambio que aún define los cónclaves. El Cónclave que inicia este 7 de mayo no es la excepción.
¿Por
qué no hay nuevos papables venezolanos?
La
muerte de Urosa en 2021 y la falta de cardenales venezolanos menores de 80 años,
es uno de los motivos para que en esta ocasión Venezuela no cuente con un cardenal elector,
aunque expertos como Matteo Matzuzzi (Il Foglio) atribuyen esto a la crisis socioeconómica
venezolana, que ha reducido el peso diplomático de la Iglesia nacional.
Otra causa de esta notoria ausencia pudo ser la preferencia del Papa Francisco por países con minorías católicas dinámicas o regiones que llamó “periferias”.
También es un handicap, la edad
avanzada de los cardenales Baltazar Porras Cardozo y Diego Padrón Sánchez, ambos
con más de 80 años, aunque el primero participó en los encuentros generales previos
al Cónclave del 7 mayo de 2025.
Legado,
simbolismo y posturas pastorales
Jorge Liberato Urosa Savino encarnó a una generación de cardenales latinoamericanos formados antes y después de la promulgación del Concilio Vaticano II, pero que supieron adaptarse a los desafíos del siglo XXI.
Su participación en el
cónclave de 2013 no fue meramente protocolaria, como él mismo afirmó en una
entrevista a El Nacional (2015): “Votar es un deber moral. No se elige a un
manager, sino al Vicario de Cristo”.
Por otra parte, desde que Francisco fue elegido Papa en 2013, Urosa fue crítico de algunos aspectos metodológicos y pastorales en temas delicados que contradicen la “sana doctrina”: familia, matrimonio, defensa de la vida, celibato y otros temas considerados álgidos. Véase Aquí, Aquí y Aquí.
Igualmente, siendo Arzobispo Emérito, dio a conocer varios análisis sobre el Sínodo de la Amazonía: Primera parte, Segunda parte y Tercera parte.
Sin
embargo, siempre mantuvo una postura de comunión con el Papa, reflejando su
compromiso con la unidad de la Iglesia y su entrega fiel a Jesucristo.
Fallece en “olor de santidad” en Caracas
El
Arzobispo Emérito de Caracas fue afectado por la pandemia del Covid 19, siendo
internado en una clínica de esta ciudad, el 27 de agosto de
2021. La hospitalización fue inmediata en virtud de su historial
médico y para librarlo del virus.
El 12
de septiembre se dio a conocer una emotiva carta con fecha 28 de agosto, ante
la necesidad de ser trasladado a terapia intensiva. La carta hecha a partir de
un sonido de voz de Urosa a modo de testamento espiritual, fue titulada: “una breve
declaración de amor a Dios y amor a la Iglesia, y de amor al pueblo de
Venezuela”. A las 13:30 horas del 12 de septiembre, recibió
los santos sacramentos.
El Cardenal Urosa fallece en "Olor de santidad" el 23 de septiembre de 2021, a la edad de 79 años, dejando tras de sí una extensa hoja de servicio a la iglesia católica y mostrando ante Venezuela un excelente testimonio como ciudadano para las futuras generaciones de venezolanos.
Su legado es un testimonio de la complejidad de la Iglesia Católica en el contexto latinoamericano, donde las tradiciones se enfrentan a nuevas realidades sociales y culturales. Su vida y obra siguen inspirando a muchos, tanto dentro como fuera de la Iglesia.
1 Comentarios
Que Dios siga bendiciendo a tu puño y letra en esto que nos comparte mi querido reinado saludos desde el ecuador con estima y agrado Angelo Hernández
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