El arzobispo
emérito de Caracas, ha dado a conocer sendos análisis para facilitar los
estudios sobre el Instrumentum laboris o documento
de trabajo del Sínodo de la Amazonía que
se realizará en el Vaticano del 6 al 27 de octubre
Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 28 de
septiembre 2019
“Mi
intención es que el Sínodo de la Amazonía se pueda realizar de la mejor manera
posible y brinde la mayor cantidad de luces posibles a los padres sinodales y a
los creyentes sobre las fortalezas y debilidades del texto de trabajo”,
dijo en conversación con El Guardián
Católico.
La primera de tres entregas sobre sus orientaciones después de un intenso estudio realizado al documento base para este encuentro, han sido publicados en Aciprensa, Infocatólica y otros medios. Incluso, en su reciente visita al Vaticano, hasta una entrevista concedió a la periodista italo venezolana Marinellys Tremamunno, en la que abordó estos asuntos.
La primera de tres entregas sobre sus orientaciones después de un intenso estudio realizado al documento base para este encuentro, han sido publicados en Aciprensa, Infocatólica y otros medios. Incluso, en su reciente visita al Vaticano, hasta una entrevista concedió a la periodista italo venezolana Marinellys Tremamunno, en la que abordó estos asuntos.
El pasado viernes 27 de septiembre, una pregunta fue la base en la conversación que sostuvo el periodista Ramón Antonio Pérez con el purpurado caraqueño: “¿Cardenal
Urosa, estas observaciones vienen a reforzar la convocatoria del papa
Francisco para este Sínodo de la Amazonía?”.
Su respuesta fue categórica: “Por supuesto, mi estimado amigo. Es parte de mi apoyo al trabajo de la Iglesia en América Latina sobre este tema tan importante de la Amazonía”, dijo. “Mi intención es apoyar a todos los participantes, a discernir con mayor claridad y amplitud el contenido del documento de trabajo, y en términos generales, es una gran ayuda al Santo Padre, al cual me siento unido", aseguró.
Su respuesta fue categórica: “Por supuesto, mi estimado amigo. Es parte de mi apoyo al trabajo de la Iglesia en América Latina sobre este tema tan importante de la Amazonía”, dijo. “Mi intención es apoyar a todos los participantes, a discernir con mayor claridad y amplitud el contenido del documento de trabajo, y en términos generales, es una gran ayuda al Santo Padre, al cual me siento unido", aseguró.
Además, dejó entender que se trata de un apoyo a los obispos venezolanos que participarán en el encuentro, en el que justamente el cardenal Baltazar Porras tendrá la responsabilidad de una de las tres presidencias del Sínodo.
Luego comenzó
a desgranar sus observaciones acerca del extenso documento de trabajo que será debatido en Brasil. “Si bien
este documento reviste gran importancia, es muy complejo e innovador”, precisó
de primera mano. Añadió que es complicado “también en su estructuración, e
inclusive incómodo y muy polémico, por lo cual ha sido muy controvertido".
Por eso, Urosa se ha “dado a la tarea de estudiarlo para –destacando sus fortalezas– ayudar a la superación por parte de los padres sinodales de las fallas y debilidades del texto”, ratificó a EGC.
Por eso, Urosa se ha “dado a la tarea de estudiarlo para –destacando sus fortalezas– ayudar a la superación por parte de los padres sinodales de las fallas y debilidades del texto”, ratificó a EGC.
Luchar contra el Arco Minero es
positivo
En su análisis también habla de las fortalezas que contiene este importante documento, afirmando que “como Obispo venezolano apoyo la denuncia y rechazo la violencia contra los pueblos y el territorio amazónico, que se hace en el Instrumento, porque es una realidad muy grave que ocurre en Venezuela”.
“Específicamente en nuestra región amazónica, el gobierno actual ha
promovido la destrucción del ‘Arco Minero del Orinoco’, a través de una
operación minera agresiva y desordenada, que viola los derechos de los pueblos
indígenas”, dijo.
“De manera que este documento destaca la seriedad
de los abusos cometidos contra los pueblos amazónicos, en particular contra los
nativos”, lo cual es una de sus fortalezas. Sin embargo resalta que no toda la
población amazónica es originaria y advierte que “la naturaleza en una
redacción extraña a la visión cristiana como un todo en el cual están
asumidos los seres humanos, y como ‘Madre Tierra’ casi como de una persona (Cfr
I. L 44)”.
¿Por qué la poca necesidad de
salvación y redención?
Indica que “algo romántica es también la descripción del pueblo
amazónico originario –los indígenas– como seres excepcionales, que viven en armonía
con la naturaleza y el ser supremo, y que personificarían un utópico ‘buen
salvaje’, virtuoso, amable, ingenuo y confiado”. “Este poseería una sabiduría
en la que se encontrarían las semillas del Verbo. Es una visión antropológica
muy optimista, que ignora las deficiencias de las culturas indígenas, que omite
sus limitaciones y fallas, y que es distinta y lejana de la muy realista
antropología católica, de la visión bíblica y cristiana del hombre, sin duda
imagen de Dios, pero golpeado por el pecado y en necesidad de redención”.
“¿Será por eso que se habla poco de la necesidad de salvación y
redención, y se habla poco de fortalecer intensamente la acción pastoral y
abiertamente evangelizadora de la Iglesia en Amazonas, como si Cristo no fuera
necesario, y bastara la utópica armonía natural?”, cuestiona el purpurado venezolano. A continuación el primer artículo completo del Cardenal Jorge Urosa Savino:
COMENTARIOS AL
INSTRUMENTUM LABORIS (1)
Cardenal Jorge
Urosa Savino, Arzobispo Emérito de Caracas
Septiembre de
2019
INTRODUCCIÓN
Dentro de pocos días comenzará el Sínodo Especial sobre la
Amazonia, convocado por el Papa Francisco para abordar “Amazonia,
Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral”.
Este es un Sínodo especialmente dedicado al estudio de los
problemas de la Iglesia en una región particular, la Amazonía, que comprende
buena parte de América del Sur. Sin embargo, reviste especial importancia para
toda la Iglesia, pues tanto el Papa como quienes han trabajado en su
preparación, dan a este Sínodo una proyección universal. De manera que esta
asamblea sinodal influirá sobre toda la Iglesia y no solamente sobre los países
amazónicos. Entre ellos se cuenta, por supuesto, nuestro país, Venezuela.
El Instrumentum laboris ha circulado desde
junio pasado. Dada la metodología de los Sínodos, que utilizan dichos textos
como base para la discusión sinodal, este documento reviste gran importancia.
Tanto más cuanto que, sin duda, es muy complejo e innovador, también en su
estructuración, e inclusive incómodo y muy polémico, por lo cual ha sido muy
controvertido. Por esta razón me he dado a la tarea de estudiarlo para -destacando
sus fortalezas- ayudar a la superación por parte de los padres sinodales de las
fallas y debilidades del texto.
CONTENIDO DEL INSTRUMENTUM
El mismo tiene tres partes: la primera, titulada La
Voz de la Amazonia, dedicada a aspectos fundamentales de la realidad
social y cultural amazónica. La segunda, dedicada sobre todo a problemas de
ecología y de orden socio económico, se llama Ecología Integral:
clamor de la tierra y de los pobres. Y la tercera, que presenta
propuestas de acción pastoral: Iglesia Profética en la Amazonia:
desafíos y esperanzas. Sin embargo, los diversos temas se entremezclan
en las tres partes, lo cual implica repeticiones, alarga innecesariamente el
texto, y le resta claridad a los planteamientos. Lo más abundante en el texto
son los temas culturales, ecológicos y socio económicos. Menos abundante, pero
sumamente y más importante para nosotros, los pastores de la Iglesia, la
evangelización y las propuestas para la acción pastoral.
ACERTADA DEFENSA DE LA AMAZONÍA Y DE LOS PUEBLOS AMAZÓNICOS
Sin duda es muy loable el interés en abordar la dramática
situación de la Amazonía, amenazada actualmente por una agresión economicista
voraz e irracional. Uno de los méritos del documento es que recoge las
experiencias, problemas y aspiraciones de mucha gente, escuchada por los
miembros del REPAM (Red Eclesial Panamazónica), precisamente en preparación al
Sínodo. Por eso el Instrumentum laboris plantea la grave
situación tanto ecológica como social y económica que sufren el territorio y
los pueblos de la Amazonía.
Como Obispo venezolano apoyo la denuncia y rechazo que hace
el Instrumentum laboris (I.L.) de toda violencia contra los
pueblos y el territorio amazónico. Esta grave explotación se da hoy también en
Venezuela. Concretamente, en nuestra región amazónica el actual Gobierno ha
promovido en el “arco minero”, al sur del Orinoco, una agresiva y desordenada
explotación minera que no tiene en cuenta para nada la protección del ambiente
y los derechos de los pueblos indígenas.
Gracias a Dios, el Instrumentum pone de relieve
y denuncia justa y acertadamente la gravedad de los atropellos que se están
cometiendo contra los pueblos amazónicos, en particular contra los indígenas,
llamados en el texto “pueblos originarios”. La agresión de la ambición humana
ha convertido a la Amazonía en espacio de “desencuentros y exterminio de
pueblos, culturas y generaciones” (23). Esta agresión plantea y exige
justamente la defensa de la vida, del territorio y de los recursos naturales,
así como de la cultura y organización de los pueblos (Cfr.I.L.17). Y en esta
labor la Iglesia en la Amazonía ha actuado con energía, y - plantea
acertadamente el documento-, sin duda lo debe seguir haciendo.
Apoyamos plenamente, pues, esa denuncia y el rechazo a toda
injusticia. Eso está muy bien. Debemos estar de acuerdo con la defensa que el
documento hace de los pueblos amazónicos y del ambiente natural, la ecología de
esa zona privilegiada. También de acuerdo con afirmar la obligación de la
Iglesia de acompañar y proteger a los pueblos oprimidos.
LA BELLEZA AMAZÓNICA Y UNA ANTROPOLOGÍA IDEALISTA
Una observación importante: el Instrumentum laboris pareciera
pensar que toda la población amazónica es indígena, originaria. No es cierto,
al menos en Venezuela. En nuestra región amazónica en las diócesis ya
establecidas, -no en los vicariatos -, hay mayoría de criollos, venezolanos de
raza blanca o mixta y afrovenezolanos que no tienen esa cultura indígena. No
toda la población amazónica es originaria o indígena.
Otro de los aspectos que llama la atención en el texto es la
visión optimista y laudatoria, casi utópica, con que es presentada la población
indígena de la Amazonía en la primera parte del texto. Esta, el territorio, es
presentada casi como una especie de paraíso terrenal, de belleza sin límites
(I.L. 22) “llena de vida y sabiduría” (I.L5), donde los
pueblos amazónicos – especialmente los indígenas, buscan “el buen vivir”, que
es vivir en armonía consigo mismo, la naturaleza, los seres humanos y el ser
supremo (CfrI. L. 11). También se habla de la naturaleza en una
redacción extraña a la visión cristiana como un todo en el
cual están asumidos los seres humanos, y como “Madre Tierra” (en mayúsculas)
casi como de una persona (Cfr I. L 44).
Por otra parte, el texto alaba la sabiduría ancestral de los
pueblos amazónicos manifestada en el cuidado de la tierra, el agua y los
bosques… Y plantea que los nuevos caminos de evangelización se construyan en
diálogo con ella, en la cual se manifiestan las semillas del Verbo (I.L. 29).
“La diversidad original que ofrece la región amazónica –biológica, religiosa y
cultural– evoca un nuevo Pentecostés.” (I.L.30) ¿Por qué esa diversidad
original evocaría un nuevo Pentecostés? Habría que estudiar a fondo qué
significa esa frase, a primera vista confusa y exagerada.
Algo romántica es también la descripción del pueblo amazónico
originario –los indígenas - como seres excepcionales, que viven en armonía con
la naturaleza y el ser supremo, y que personificarían un utópico “buen
salvaje”, virtuoso, amable, ingenuo y confiado. Este poseería una sabiduría en
la que se encontrarían las semillas del Verbo. Es una visión antropológica muy
optimista, que ignora las deficiencias de las culturas indígenas, que omite sus
limitaciones y fallas, y que es distinta y lejana de la muy realista
antropología católica, de la visión bíblica y cristiana del hombre, sin duda
imagen de Dios, pero golpeado por el pecado y en necesidad de redención. ¿Será
por eso que se habla poco de la necesidad de salvación y redención, y se habla
poco de fortalecer intensamente la acción pastoral y abiertamente
evangelizadora de la Iglesia en Amazonas, como si Cristo no fuera necesario, y
bastara la utópica armonía natural?
¿NUEVA REVELACIÓN?
Se habla también de los clamores de justicia del territorio de la
Amazonía y se presenta esta región, casi personalizada…, como un locus
theologicus, un lugar teológico, donde se vive la fe y el
cual sería una fuente nueva de revelación de Dios (Cfr
I.L.18 y 19). Aquí encontramos un punto problemático, de seria discusión, pues
se atribuye a un territorio particular y a la lucha por la justicia, la
categoría de nueva fuente de revelación. ¿O fuente de una
nueva revelación?
Tengamos en cuenta que la palabra revelación en el
magisterio eclesiástico y en teología en general, es muy concreta y
específica y significa la comunicación, desvelamiento, manifestación que Dios
ha hecho de sí mismo a la humanidad a través de Jesucristo. Eso está muy claro
en el documento Dei Verbum, sobre la divina revelación, del
Concilio Vaticano II (DV. 2). Sabemos que la revelación plena ya ha tenido
lugar en Jesucristo, y no se puede utilizar en un documento oficial un lenguaje
ambiguo que oscurezca esa realidad teológica y doctrinal. Lo menos que se puede
decir es que es un lenguaje inapropiado e impreciso, que debe siempre evitarse
en un texto oficial. Se podría hablar simplemente de manifestación
de Dios. Una de las debilidades del texto es precisamente un lenguaje
difuso, equívoco, impreciso. Será necesario utilizar en el Sínodo mayor rigor
conceptual, teológico y doctrinal.
DIÁLOGO Y EVANGELIZACIÓN
En los párrafos finales de la primera parte el Instrumentum
laboris aborda el tema del diálogo y la evangelización. Sin duda es
muy acertada la afirmación de la necesidad del diálogo para evangelizar.
Nuestro Señor Jesucristo dialogó con la samaritana. Y así debemos hacer
nosotros hoy (Cfr. I.L.37). Pero el documento hace afirmaciones a primera vista
románticas o excesivas. Se presenta la Amazonía como un paradigma
para el pacto social del diálogo (I.L. 37); se afirma que son los
pueblos de la Amazonía, especialmente los pobres, los originarios y
culturalmente diferentes, los principales interlocutores y protagonistas del
diálogo. Eso podría aceptarse, si no se considera de carácter excluyente.
Pero: ¿un diálogo sin propuesta de conversión, sin invitación a
acoger a Jesús como el único salvador, como el redentor del ser humano herido
por el pecado? ¿Por qué no se dice expresamente? Pareciera estar ausente del
texto el entusiasmo o una mayor conciencia de la necesidad de que la Iglesia
realice allí una acción más intensamente evangelizadora, precisamente, algo
vital para la Iglesia en todas partes. Esto debería estar en el centro, en el
corazón del texto y luego del Sínodo: la revitalización de la Iglesia
en la Amazonía. Pareciera estar ausente o está muy débilmente
expresada la urgencia de llevar a cabo la misión evangelizadora de la Iglesia.
Por el contrario, es preciso acoger lo que sobre la evangelización dice el Papa
Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 14:
“La evangelización está esencialmente conectada con la
proclamación del Evangelio a quienes no conocen a Jesucristo o siempre lo han
rechazado…Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos
tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una
nueva obligación, sino como quien comparte una alegría”.
Cierto que se habla de nuevos caminos, pero
esos caminos parecerían sobre todo consistir según el I.L en un diálogo
con sabidurías ancestrales y en una defensa firme de
la ecología y de las poblaciones originarias. Eso no basta. No se insiste en el
anuncio más explícito del kerygma, y en una acción más abiertamente
evangelizadora, santificadora y pastoral de implantación y crecimiento de la Iglesia en
toda la Amazonía y no solamente para las poblaciones originarias. Este
desbalance es una gran debilidad del texto que esperamos los padres sinodales
superarán en sus deliberaciones.
Abundaremos sobre esto en un
próximo artículo.
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