Aunque muy válida la carta de los miembros de IDEA, todo indica que apunta hacia un destinatario equivocado: el Papa. Daniel Ortega tiene más de 24 años persiguiendo y atacando a la Iglesia
Caracas, 19 de agosto de 2022
Para entender qué ocurre en Nicaragua ayudaría mucho interpretar las historias que existen detrás de las fotografías del 11 de noviembre de 2006 y 16 de agosto de 2022. Ambas precisan uno de los momentos más preciados de la misa: la Comunión.
En las primeras el cardenal Miguel
Obando y Bravo (Nicaragua, 2 de febrero de 1926 - 3 de junio de 2018), le da
sin contratiempos la Comunión al presidente Daniel Ortega, delante de los
medios de comunicación. Era el cumpleaños 61 del mandatario.
En las otras, los fieles católicos de la parroquia Santa Lucía, en Matagalpa, recibieron la Comunión fuera del
templo a través de una cerca metálica.
Aunque la primera imagen intenta una
lectura de acercamiento de Ortega con la iglesia para venderse ante el mundo
como un hombre religioso; con el tiempo, es el mismo hombre que desde el poder
impide realizar en libertad las ceremonias religiosas.
Los Católicos reciben la Comunión detrás de la cerca perimetral en la parroquia Santa Lucía en Matagalpa- Foto: Diócesis Media - Radio Stereo Santa Lucía |
Un contexto de violencia contra la
Iglesia
La Iglesia en
Nicaragua vive una situación tensa con la persecución, expulsiones de
obispos, sacerdotes y congregaciones religiosas; secuestros de sacerdotes y
laicos a los que ha confinado en residencias curiales; el impedimento de actos
religiosos; y por supuesto, las interminables malas relaciones diplomáticas con
el Vaticano.
En medio de este contexto surge una Carta Abierta firmada el miércoles 17 de agosto
de 2022, por 26 ex presidentes y primeros ministros de América Latina y España,
difundida en los medios de comunicación, incluidos algunos de confesión
católica.
La misiva de Iniciativa
Democrática de España y las Américas (IDEA), cuyo secretario general es el
venezolano Asdrúbal Aguiar, contiene aspectos muy válidos, pero habría pasado
sin pena ni gloria si no hubiesen mencionado al Papa Francisco.
El argumento, aunque con una
realidad distinta, es el mismo esgrimido contra el Santo Padre por la situación
de Venezuela y Cuba: el ensordecedor silencio. La intencionalidad de
trasluce un mar de interrogantes porque viene de importantes personajes
políticos.
¿Cuál fue la intención de mencionar a Francisco? ¿Realmente la iglesia guarda silencio ante lo que ocurre en Nicaragua, Venezuela y Cuba? ¿Cuál es la “posición firme” exigida? ¿Significa esto un ataque a la Santa Sede y al propio Papa? ¿Cuál es la intención de fondo?
Lo que hace la primitiva dictadura
de Ortega
Los firmantes consideran que el
propósito de la persecución a la iglesia en Nicaragua es “destruir
las raíces culturales y espirituales del pueblo nicaragüense a fin de
dejarlo en la anomia y hacerlo fácil presa de dominio mediante la destrucción
de su dignidad y la fractura de sus raíces culturales”.
Los líderes políticos agrupados en
IDEA dicen que el régimen de Nicaragua “avanza en una línea de
destrucción de bases sociales y antropológicas que mejor recuerda la quema de
libros judíos, socialistas y pacifistas y de bibliotecas enteras por los
partidarios del régimen nacional socialista alemán en 1933”.
De allí entran a la consideración
política y religiosa entendidas –como debe ser- en la clásica defensa del
derecho a practicarlos públicamente:
Por consiguiente, es con preocupación agravada que observamos lo que acontece en Nicaragua bajo la primitiva dictadura de los Ortega-Murillo, que luego de perseguir y criminalizar a los liderazgos políticos y sociales como de cercenar de modo radical toda la libertad de expresión y de prensa, ahora avanza hacia la persecución de los líderes episcopales católicos, los sacerdotes y las religiosas, incluso expulsándolos – como en el caso de las emblemáticas Misioneras de la Caridad – del territorio nacional.
Posteriormente dicen esperar de la Santa Sede una mayor contundencia para denunciar esta persecución, pero lo hacen con una innecesaria mención, o tal vez acusación, hacia el papa Francisco:
... dado lo que acontece bajo la dictadura Ortega-Murillo, esperamos de una firme postura de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa por S.S. Francisco, cabeza de la Iglesia Católica universal.
Santa Sede: “Encontrar caminos de
entendimiento”
IDEA nunca dijo que las conferencias
episcopales de Latinoamérica agrupadas en el CELAM se han pronunciado sobre las acciones de Ortega
contra la iglesia en Nicaragua.
Aunque hasta la fecha, la declaración de una alta autoridad diplomática de la Santa Sede, ha sido la de monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, ello no resta méritos a la colegialidad y comunión que caracteriza a la iglesia.
¿Por qué estos líderes -en su momento con grandes responsabilidades diplomáticas- ahora desechan la comunión eclesial?
Como se recordará, el 12 de agosto,
durante su intervención como observador permanente ante la Organización de los
Estados Americanos (OEA), el representante de la Santa Sede, habló con lenguaje
diplomático, similar al que ellos usaron en su momento.
La Santa Sede no puede dejar de manifestar su preocupación al respecto, mientras asegura su deseo de colaborar siempre con quienes apuestan por el diálogo, como instrumento indispensable de la democracia y garante de una civilización más humana y fraterna. En tal sentido, la Santa Sede hace un llamado para que las partes puedan encontrar caminos de entendimiento, basados en el respeto y en la confianza recíproca, buscando ante todo el bien común y la paz, publicó Vatican News.
Las tirantes relaciones no son
nuevas
Vale recordar que Daniel Ortega
siempre tuvo diferencias con Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora las tiene con
el papa Francisco; si cabe decir, una variedad de posiciones y pensamientos
dentro de la Iglesia. En el campo diplomático actual no hay excepciones.
Desde marzo de 2018 Nicaragua ha
nombrado cuatro embajadores ante la Santa Sede: Esther Carballo, Gilda Bolt,
Suyen Paguaga Estada y Francisco Bautista Lara. Pues bien, la doctora Paguaga
ha sido la única que más tiempo duró como “diplomática”: 46 días.
Esto pudiera explicar toda la mala
relación de Ortega con los Papas igual que sus intentos de manipulación, los
cuales han sido públicos, notorios y de interés comunicacional y que no se deja
ver en ninguno de los párrafos de la carta difundida por IDEA.
El 3 de septiembre de 2005, cuando Ortega se unió en matrimonio “por la iglesia” con Rosario Murillo, parecía que las cosas iban a cambiar pero no fue así.
Para ese momento solo quería
ganar tiempo y amigos. La ceremonia contó, como en la foto que se cita arriba,
con la bendición del cardenal Obando y Bravo, quien de contrincante pasó a
convertirse en uno de sus grandes aliados, igual que ocurrió con líderes
evangélicos y políticos.
El régimen de Daniel Ortega
continuará cometiendo acciones violentas contra la iglesia, sus obispos,
clérigos y el laicado. Pero aunque una exigencia similar a la de IDEA tenga mucha
validez, no ayuda
en nada mal poner al destinatario equivocado: el Papa.
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