El
Arzobispo los llamó a “realizar una opción preferencial por los más pobres”, y
a estar animados por la generosidad a “ejemplo de Jesucristo”
Ramón
Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 5 de marzo de 2017
“Un aspecto
importante del diácono que se consagra es el servicio de los demás,
especialmente de los más pobres. Jesucristo nos llama a trabajar por los pobres
tanto en la evangelización, que es el mejor servicio que podemos prestar a los más
necesitados como en la asistencia social, el desarrollo humano y la promoción
de nuestros hermanos, así como en la defensa de los derechos de los demás”.
De esta manera
se expresó el cardenal Jorge Urosa Savino durante la misa que presidió este
domingo 5 de marzo, en la Basílica Santa Teresa de Caracas, con motivo de la ordenación
de siete nuevos diáconos con que contará la Arquidiócesis de Caracas.
Los nuevos
diáconos, quienes quedan a un paso de ser presbíteros, son: Gabriel Crespo, Humberto
Figueroa, Luis García, Alejandro Keri, Mario Mardueño, Miguel Ángel Morales, y
Jesús Sánchez.
El arzobispo de
Caracas estuvo acompañado del obispo de la Diócesis de La Guaira, monseñor Raúl
Biord Castillo; además de sus obispos auxiliares, monseñores: Jesús González de
Zárate, José Trinidad Fernández y Jesús Enrique Parravano, y casi un centenar
de sacerdotes y seminaristas.
También estuvieron
presentes los rectores de los seminarios “Santa Rosa de Lima” y “Redemptoris
Máter”, presbíteros Francisco Morales Villegas y César Hernández, respectivamente.
El párroco del
lugar monseñor Henry William Padilla aprovechó que el templo estaba repleto
para comentar la programación de Cuaresma y la nueva ruta que la Imagen del Nazareno
de San Pablo cumplirá en la vendiera Semana Santa. “La imagen, desde el
Miércoles de Ceniza pasado, fue bajado de su pedestal para estar más cerca de
la gente”.
Entretanto, el
Coro de la Basílica Santa Teresa amenizó con sus cantos toda la ceremonia, y ante
sus canciones, la feligresía que colmó el templo, se plegó totalmente.
Al servicio de los más pobres
Durante la
homilía titulada: “Al Señor solo servirás”, el cardenal Urosa recordó que estos
nuevos diáconos están llamados a trabajar en medio de la actual situación en la
que muchos venezolanos están padeciendo hambre.
Explicó que actualmente la Iglesia
venezolana, a través de Cáritas de Venezuela está tendiéndole una mano de
solidaridad a los más necesitados, desarrollando la Campaña Compartir y su
programa de “Ollas Solidarias”.
“Por esto
nuestros diáconos, que pronto serán presbíteros de la Iglesia de Caracas, deben
estar animados por esa actitud: de generosidad, de pobreza evangélica y de amor
a los pobres, como Nuestro Señor Jesucristo y tantos santos a lo largo de la
historia”.
En palabras del
Papa Benedicto XVI expresó que “la opción preferencial por los pobres” está
implícita “en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por
nosotros” es decir, “forma parte de la naturaleza y acción de Cristo Nuestro
Señor’.
De igual manera
exhortó tanto a los nuevos diáconos y a los presbíteros para que “estén
dispuestos siempre a ir a cualquier parroquia de nuestra Arquidiócesis de
Caracas, sin importar la situación económica de la misma”. “No puede ser de
otra manera”, acotó.
Hombres célibes para Dios
El Arzobispo de Caracas, habló del compromiso de entrega a Dios a tiempo completo.
“Nuestros diáconos
libremente renuncian al amor de una mujer, al matrimonio y a una familia
propia, para indicar la primacía absoluta de Dios, la grandeza del Reino de los
Cielos, y que el amor de Dios es capaz de satisfacer las exigencias del corazón
humano”, dijo.
Explicó que los
nuevos diácono “asumen ese compromiso de amar generosamente a la humanidad
libremente, y hoy nosotros los acompañamos con nuestra oración para que sean
fieles a su vocación, para que vivan con generosidad su entrega, para que, como
Jesucristo, no se dejen seducir ni vencer por el demonio”.
Finalmente, el
arzobispo de Caracas pidió orar con fervor, “para que ellos quieran imitar a
Jesucristo entregándose totalmente a Dios, considerando a Dios lo primero en
sus vidas, y dando la primacía a los dones espirituales por encima de las cosas
materiales”.
A continuación la Homilía completa del Cardenal Urosa Savino:
“Al Señor solo servirás”
Homilía en la ordenación diaconal de los Sres. Gabriel
Crespo, Humberto Figueroa, Luis García, Alejandro Keri, Mario Mardueño, Miguel Ángel
Morales, y Jesús Sánchez. Basílica de Santa Teresa, 5 de marzo de 2017, 1er Domingo
de Cuaresma,
+Jorge L. Urosa Savino, Cardenal Arzobispo
de Caracas
Con
profunda fe y gratitud al Señor nos encontramos congregados en esta Basílica de
Santa Teresa para celebrar la Eucaristía dominical al inicio del santo tiempo
de Cuaresma. Comenzamos este período litúrgico de renovación y de purificación
espiritual, para crecer cada vez más en la fe y en el amor a Dios, en la
imitación de Cristo y en la práctica de las virtudes cristianas, para avanzar
en nuestra unión con Dios y en el camino hacia la santidad.
Hoy,
además, tenemos la gracia de participar en la sagrada ceremonia de ordenación
diaconal de nuestros hermanos Gabriel Crespo, Humberto Figueroa, Luis García T,
Alejandro Keri Z, Mario Mardueño M, Miguel Ángel Morales F, y Jesús Sánchez C.
Personalmente doy infinitas gracias a Dios porque estos hermanos nuestros,
incluso algunos venidos de otros países para compartir con nosotros la misión
evangelizadora en Caracas, han atendido la voz de Cristo que los llama a
difundir el espléndido mensaje del Evangelio, y a ser pescadores de hombres. ¡Que
Dios los bendiga a ellos y a sus queridas familias!
“Solo al Señor servirás”
En
esta Santa Misa hemos escuchado el bellísimo y ejemplarizante relato del ayuno que Nuestro señor Jesucristo
realizó como preparación inmediata al inicio de su predicación del Reino de los
Cielos (Cfr. Mt 4, 1-11). Al finalizar ese tiempo de intensa oración, de
concentración en la hermosa misión que había aceptado realizar, Él fue tentado
por el demonio Y superó las tentaciones con su fortaleza y espíritu religioso,
con el reconocimiento de la primacía de
Dios y con una actitud de entrega total
a El: “al Señor tu Dios adorarás y a Él solo servirás”; con una actitud de
total humildad: “no tentarás al Señor tu Dios”; y con la proclamación la
superioridad de los dones sobrenaturales por encima de los bienes materiales: “no
solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
Jesús vence al demonio con una entrega absoluta al Señor. Y nos da a cada uno de
nosotros ese ejemplo programático, para que lo convirtamos en nuestro programa
de vida.
Pues
bien, mis queridos hermanos: ese ejemplo que nos a Jesucristo a todos nosotros:
de humildad, de reconocimiento de la primacía de Dios, de entrega total a la
misión evangelizadora, y de la primacía de lo sagrado y sobrenatural sobre las
cosas materiales, ha sido fundamental para estos hermanos nuestros que hoy se
consagran al servicio de la Iglesia de Caracas como diáconos, imitando y
siguiendo las huellas de Cristo
servidor.
Ellos
reciben el diaconado en preparación y en camino hacia el orden sagrado del
sacerdocio, asumiendo la actitud de servicio de Jesucristo a los demás y de
entrega total al Padre celestial en el lavatorio de los pies y en el Huerto de
los Olivos (Cf. Jn 13, 1-15; Mt 26, 36-42). Cuando dentro de unos meses se
consagren en el sacerdocio, ellos serán configurados a Jesucristo, sumo y
eterno sacerdote. Será una transformación, una identificación interna, real, sustancial,
ontológica, efectuada por el Espíritu Santo en la persona de cada sacerdote.
Pues bien, mis queridos hermanos: el ministerio de servicio a Dios y a la
Iglesia que es el diaconado, conlleva la transmisión de esa cualidad de Jesús
servidor, y exige, de parte del nuevo diácono, tener en su corazón los
sentimientos, las vivencias de Jesucristo, la actitud de entrega y de servicio
total a Dios y a su pueblo santo que es la Iglesia, más aún a toda la
humanidad.
CELIBATO POR AMOR ADIOS Y POBREZA
EVANGÉLICA
Esto
conlleva en el diácono una vivencia religiosa profunda, como Jesús, consagrado
al Padre por amor a la humanidad. Una actitud religiosa de unión, de imitación,
de seguir los pasos de Jesucristo. Por esto el diácono, imitando a Jesucristo, asume
voluntariamente el compromiso del celibato por el Reino de los Cielos y de la
castidad perfecta. Durante años se han ido preparando para consagrarse al Señor
con amor indiviso, para llenar su corazón de amor a Dios y amar con generosidad
y entrega total al pueblo santo de Dios que es la Iglesia. Nuestros futuros
diáconos libremente renuncian al amor de una mujer, al matrimonio y a una
familia propia, para indicar la primacía absoluta de Dios, la grandeza del Reino
de los Cielos, y que el amor de Dios es capaz de satisfacer las exigencias del
corazón humano. Ellos asumen ese compromiso de amar generosamente a la
humanidad libremente, y hoy nosotros los acompañamos con nuestra oración para
que sean fieles a su vocación, para que vivan con generosidad su entrega, para
que, como Jesucristo, no se dejen seducir ni vencer por el demonio.
Otro aspecto importante: el diácono se consagra al servicio
de los demás, especialmente de los más pobres. Y es bueno recordar que
Jesucristo siendo rico se hizo pobre (2 Co, 8,9). Él nos dio ejemplo de desprendimiento,
y nos invita a a la pobreza evangélica: “¡Felices los pobres en el espíritu!”
(Mt 5, 3) Él nos llama a trabajar por los pobres tanto en la evangelización,
que es el mejor servicio que podemos prestar a los pobres, como en la
asistencia social, en el desarrollo humano y en la promoción de nuestros
hermanos, así como en la defensa de los derechos de los demás. La opción preferencial
por los pobres, nos dice el Papa Benedicto XVI “está implícita en la fe
cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros” es decir, forma
parte de la naturaleza y acción de Cristo Nuestro Señor. (Benedicto XVI,
Discurso inaugural de la Vª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
del Caribe en Aparecida, 3). Por esto nuestros futuros diáconos, que pronto
serán presbíteros de la Iglesia de Caracas, deben estar animados por esa
actitud: de generosidad, de pobreza evangélica y de amor a los pobres, como
Nuestro Señor Jesucristo y tantos santos a lo largo de la historia. Por esto es
importante que nuestros diáconos y presbíteros estén dispuestos siempre a ir a
cualquier parroquia de nuestra Arquidiócesis de Caracas, sin importar la
situación económica de la misma. No puede ser de otra manera.
CONCLUSION
Vamos a orar con fervor por nuestros futuros diáconos: para
que ellos quieran imitar a Jesucristo entregándose totalmente a Dios,
considerando a Dios lo primero en sus vidas, y dando la primacía a los dones
espirituales por encima de las cosas materiales. Que ellos durante toda su
existencia sean fieles a la solemne y religiosa promesa de vivir consagrados al
amor de Dios y del prójimo en el sagrado celibato por el Reino de los Cielos y
que, con espíritu de pobreza evangélica, estén dispuestos siempre a servir a
los pobres, con todo el corazón.
Encomendémoslos a la segura y eficaz intercesión de nuestra madre celestial, la
Santísima virgen de Coromoto. Que ella los proteja y los anime a imitarla en el
cumplimiento fiel y gozoso de la palabra de Dios. “He aquí la esclava del
Señor; hágase en mí según tu Palabra” (Lc 1, 38). Amén.
Fotos de la Consagración Diaconal de este 5 de marzo de 2017:
El Cardenal Urosa impone las manos y consagra a Luis García como Diácono Transitorio de la arquidióccesis de Caracas. |
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