¡Clamor del Cardenal Urosa! Venezuela necesita más hombres y mujeres consagrados a Dios



JOVEN, ¿QUIERES CONSAGRARTE A DIOS EN VENEZUELA?, ha preguntado el portal católico Aleteia, reseñando que el Cardenal Urosa emitió un mensaje para este fin de semana, clamando por más hombres y mujeres a la vida consagrada

Ramón Antonio Pérez / @GuardianCatolic

Caracas, 22 de abril de 2015.- “Necesitamos en Caracas muchos sacerdotes, y personas totalmente consagradas al servicio de Dios y de la Iglesia. Se trata de una de nuestras mayores necesidades (…) Sin ellos la vida de la Iglesia decae, pues falta el pastor que esté pendiente de las ovejas”.

Son las palabras del Cardenal Jorge Urosa Savino, con motivo de la 52ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, convocada bajo el lema: “¡Qué bueno caminar contigo!”, que se realizará el domingo 26 de abril, fiesta del Buen Pastor.

El mensaje será leído durante las misas del 25 y 26 de abril, con el objeto de incentivar sobre esta necesidad a los sacerdotes, diáconos, miembros de los institutos de vida consagrada, movimientos de apostolado, y demás fieles de la Arquidiócesis de Caracas.

El Papa Francisco nos exhorta una vez más a orar a Dios Nuestro Señor por el aumento y la perseverancia de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada”, ha escrito el Cardenal Urosa. “La Iglesia, en efecto, necesita muchos pastores y mensajeros de la misericordia del Señor”, agrega en su mensaje.

Algunos números para pensar...


Aunque el Arzobispo no reveló cantidad alguna en el mensaje, se conoce que en 2013 para casi 25 millones de católicos venezolanos, existían 2.557 sacerdotes (diocesanos y religiosos), correspondiendo a cada consagrado atender a 9.705 personas.

El directorio de la Arquidiócesis de Caracas del año 2013, da cuenta de 127 sacerdotes diocesanos y 19 diáconos permanentes; además, menciona a 85 y 42 congregaciones religiosas de mujeres y hombres, respectivamente, aunque sin presentar la nómina de cada una estas. Sin embargo, tales cifras “no son suficientes”, dice Urosa.

Sin el pastor se dispersan las ovejas”, sostiene. “Sin sacerdotes no hay eucaristía, ni animación pastoral, ni sacramentos de salvación”, explica. Los consagrados, “al entregar su vida totalmente al servicio de Dios y de la iglesia, realizan labores extraordinarias y fortalecen e impulsan la vida de la Iglesia”, añade.

Las escuelas, la atención a los hogares de ancianos y de niños necesitados, la atención a los pobres en las vicarías religiosas, “son algunas de las tareas que, como instrumentos de la misericordia de Dios, ellas y ellos realizan a lo largo y ancho de nuestra ciudad y de todo el País”, explica en su mensaje.

Por ello, considera necesario “que se asuma como una prioridad el trabajo de pastoral vocacional. De ello dependerá el futuro de nuestra Iglesia en los próximos años (…) Lo repito de nuevo: en este campo nos jugamos el futuro de la Iglesia”.

Finalmente reiteró “la disposición de incluir siempre en los actos de piedad la oración por las vocaciones consagradas, la cual no se omitirá nunca en la oración de los fieles en la Santa Misa”. A continuación el mensaje completo:

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MENSAJE CON MOTIVO DE LA  JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

+Jorge Urosa Savino, Cardenal  Arzobispo de Caracas


A todos los sacerdotes y diáconos, a los miembros de los institutos de vida consagrada, a los  movimientos de apostolado seglar, y a todos los fieles de la Arquidiócesis de  Caracas

Mis queridos hermanos: ¡Salud y bendición en el Señor!

Hoy, Domingo del Buen Pastor, celebra la Iglesia en el mundo entero la  52ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones al Sacerdocio y a la Vida Consagrada. En esta ocasión, el Papa Francisco   nos exhorta una vez más  a orar a Dios Nuestro Señor por el aumento y la perseverancia de las vocaciones  al sacerdocio y a la vida consagrada. La Iglesia, en efecto,  necesita muchos pastores y mensajeros de la misericordia del Señor.

En la Iglesia hay muchas vocaciones: el matrimonio, el apostolado seglar, el sacerdocio y el diaconado permanente,  la vida consagrada. Sin duda, todas son valiosas.  Pero en esta Jornada el Santo Padre nos pide orar especialmente,  con intensidad, dada su gravísima importancia para la Iglesia, por las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada. Sin el pastor se dispersan las ovejas. Sin sacerdotes no hay eucaristía, ni animación pastoral, ni sacramentos de salvación. Los consagrados, al entregar su vida totalmente al servicio de Dios y de la iglesia, realizan labores extraordinarias y fortalecen e impulsan la vida de la Iglesia. Sin ellos las comunidades carecen de valiosos elementos de acción apostólica. Por eso dirigimos en esta Jornada nuestra atención y nuestro esfuerzo a la consideración de  las vocaciones sagradas y a orar por ellas, así como a indicar caminos para  suscitar y fortalecer  las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada.

Necesitamos en Caracas  muchos sacerdotes, y personas totalmente consagradas al servicio de Dios y de la Iglesia. Se trata de una de nuestras mayores necesidades. La Iglesia, comunidad de fe y alabanza al Señor en la vida diaria, necesita la presencia y acción de muchos sacerdotes. Son los presbíteros, constituidos sacerdotes del Nuevo Testamento pues participan en el Sacerdocio salvífico de Nuestro Señor Jesucristo. Sin ellos la vida de la Iglesia decae, pues falta el pastor que esté pendiente de las ovejas. Su vida está  dedicada al Señor y al servicio de los hermanos, a hacer siempre el bien. Por eso es  realmente hermosa, así como útil  y necesaria para la comunidad cristiana y para la sociedad. Pues el sacerdote anuncia el evangelio del amor, de la justicia y  de la paz; consuela al triste, anima al pecador, administra los sacramentos de salvación y, sobre todo celebra la Eucaristía en nombre de Cristo para ofrecer el sacrificio de la redención, el sagrado banquete  que anticipa y prefigura la fiesta  del reino de los cielos.

Los consagrados, con su testimonio de fe viva, de amor total al Señor, de caridad al prójimo, de fraternidad  gozosa, realizan un servicio invalorable al mundo, a las comunidades cristianas en todo el país. Las escuelas, la atención a los hogares de ancianos  y de niños necesitados, la atención a los pobres en las vicarías religiosas, son solamente algunas de las tareas que, como instrumentos de la misericordia de Dios,  ellas y ellos realizan a lo largo  y ancho de nuestra ciudad y de todo el País.

Pero los que tenemos en Caracas no son suficientes. Por eso es necesario que pidamos al Señor nos conceda la gracia de abundantes vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada. Por eso el Papa establece esta Jornada mundial: para que tomemos conciencia de la necesidad de orar por esta  intención, y también de la necesidad de trabajar intensamente por el aumento de las vocaciones sagradas. Los invito, pues, a que en todas las instancias eclesiales: parroquias, movimientos y grupos apostólicos, escuelas y casas religiosas, se ore permanentemente por las vocaciones.  En este sentido reitero la disposición  de incluir siempre en los  actos de piedad la oración por  las vocaciones consagradas, la cual no se omitirá nunca en la oración de los fieles en la Santa Misa.

Además, es preciso que se asuma  como una prioridad el trabajo de pastoral vocacional. De ello dependerá el futuro de nuestra Iglesia en los próximos años. Cada Parroquia y Vicaría, cada Escuela católica, debe esmerarse en trabajar en el campo de la pastoral vocacional y juvenil y sentir como un deber y un orgullo  tener uno o más seminaristas y formandos  religiosos.

Lo repito de nuevo: en este campo nos jugamos el futuro de la Iglesia. Por esto, de todo corazón pido a todos los sacerdotes y diáconos, a los consagrados, a los directores de las Escuelas católicas,  a todos los hermanos pertenecientes a los movimientos apostólicos; a quienes  colaboran activamente en la vida de las parroquias, a los catequistas,  a los docentes católicos  y a los fieles en general, que pongamos todo nuestro entusiasmo y empeño en trabajar sistemáticamente  por el crecimiento de las vocaciones en Caracas.

CONCLUSIÓN

Queridos hermanos: Oremos y trabajemos intensamente por esta gran necesidad de la Iglesia. Para que Cristo Buen Pastor  llegue a todos nuestros hermanos, acojamos con entusiasmo el reto de propiciar desde cada comunidad eclesial un significativo aumento de vocaciones al servicio del Señor y de su Iglesia en Caracas y Venezuela. Que Dios nos mire con misericordia y nos conceda la gracia de enviar muchos obreros a su mies. Y que la Virgen de Coromoto, nuestra Patrona, interceda por nosotros ante el Señor.

Con mi afectuosa bendición episcopal,


+JORGE L. UROSA SAVINO,
ARZOBISPO DE CARACAS

Caracas,  25  abril de 2015, fiesta de San Marcos evangelista.


Se agradece leer este mensaje  en todas las Misas y celebraciones  de la Palabra en todas las Iglesias y Capillas de nuestra Arquidiócesis los días 25 y 26 de abril. En las Escuelas Católicas: en todas las aulas de clase en la primera oportunidad. 



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