La Diócesis de Maracay cumple 65 años de su creación – Parte III

 

Con motivo de los 65 años de ser creada la Diócesis de Maracay, se hizo como homenaje un recuento histórico con una primera y segunda parte mencionando los aspectos relevantes de la misma. Ahora en esta tercera y última parte se continúa señalando otros aspectos de la Iglesia en Aragua.

Pedro Reinaldo Bravo
Publicado el 22 de junio de 2023

Congregaciones Religiosas Nacidas en Aragua

En el estado Aragua nacieron dos congregaciones religiosas cuyas obras contribuyen al apostolado y evangelización de la Iglesia. Mencionaré en primer lugar a las Hermanas Agustinas Recolectas del Corazón de Jesús, fundada por la Beata María de San José y el padre Vicente López Aveledo en Maracay el 22 de enero de 1901, con el objeto de practicar la caridad a los huérfanos, pobres y enfermos. 

Al principio la congregación se llamó Hermanas de los Pobres de San Agustín y con el tiempo se cambió con el nombre que tiene en la actualidad.

Este instituto en vida de la Beata María de San José se expandió con sus obras en varios lugares de Venezuela y en la actualidad continúa con el legado de sus fundadores en la práctica de la caridad hasta el punto que la congregación se ha extendido a dos países: Brasil y Perú.

La segunda congregación fundada en Aragua son las Hermanas Catequistas de Nuestra Señora de Lourdes, fundada por la Madre Enriqueta de Lourdes y el padre José Manuel Jiménez en Villa de Cura el 4 de abril de 1909. Su carisma como su nombre lo indica es la catequesis que es una parte fundamental en la Evangelización. 

Este instituto de vida consagrada también realiza diversas actividades en colegios y ancianatos y se ha extendido también en varios lugares de Venezuela. 

Un trabajo importante que realiza esta congregación está vinculado con las peregrinaciones a la gruta de la Virgen de Lourdes en Villa de Cura, que reciben su apoyo a través de la logística y evangelización.

Primera Beata de Venezuela

Con respecto a la santidad en Venezuela la primera venezolana en llegar a los altares es aragüeña: la Beata María de San José, cuyo testimonio de vida espiritual se puede leer en siguiente enlace.

La Madre María de San José nació en Choroní, estado Aragua el 25 de abril de 1875 con el nombre de Laura Evangelista Alvarado Cardozo y desde pequeña y durante toda su vida se caracterizó por su gran amor a Dios el cual lo vivió en todo momento como también la práctica de la caridad. También se caracterizó por su humildad, sencillez y servicio en todo momento

Con el deseo de consagrarse a Dios en la vida religiosa fundó junto con el padre Vicente López Aveledo párroco de Maracay, la congregación de las Hermanas Agustinas Recolectas del Corazón de Jesús, el 22 de enero de 1901 para la práctica de la caridad a los pobres, enfermos y necesitados.

En su vida religiosa fundó 38 casas para las diversas obras de caridad en varios lugares de Venezuela y fue también una persona que amó en todo momento la Sagrada Eucaristía y la Cruz que fueron los pilares de su existencia. 

Falleció en olor de santidad en la ciudad de Maracay el 2 de abril de 1967 a la edad de 92 años y fue beatificada por San Juan Pablo II en la plaza de San Pedro del Vaticano el 7 de mayo de 1995.

Página Diocesana Camino, Verdad y Vida

En el año de 1985 Monseñor Feliciano González y el periodista don Miguel Suarez fundaron la oficina de prensa de la Diócesis de Maracay con la página diocesana “Camino, Verdad y Vida” que salía publicado en una hoja los domingos en los diversos periódicos impresos de Aragua: El Siglo, El Aragüeño y el Periodiquito; y se mantuvo por muchos años gracias al cariño, dedicación, y prudencia del señor Miguel Suarez.

En dicha página salía publicado la lectura del Evangelio del domingo con su respectiva reflexión, los mensajes del Papa y del Obispo, noticias eclesiales de la Diócesis de Maracay como de Venezuela y artículos de sacerdotes, religiosos y laicos que contribuyeron a la evangelización y formación de los fieles. Don Miguel Suarez como responsable tenía mucho cuidado en la escogencia y publicación de cada tema para después enviarlo a los periódicos aragüeños.

La página “Camino, Verdad y Vida” era muy buscada y leída por quienes compraban los domingos algún diario de Aragua para leer dicha página eclesial y así también aprender de la fe católica.

Después de la muerte de don Miguel Suarez el 21 de abril de 2011, la página quedó a cargo del licenciado José Valero quien se hizo responsable con el mismo amor dedicación y cuidado, y en los años 2014 a 2015 gracias a su esfuerzo y con el apoyo de Monseñor Rafael Conde salió publicado cinco ediciones de una revista con el mismo nombre.

Lamentablemente debido a los altos costos de papel, la revista se dejó de publicar y posteriormente los periódicos no continuaron con la publicación de la página por el cese del papel. El licenciado Valero como una manera de continuar esta obra sacó por un tiempo varias ediciones digitales de Camino, Verdad y Vida.

Monseñor Antonio Rojas Mata

Es digno mencionar a un sacerdote quien estuvo desde la fundación de la Diócesis de Maracay y actualmente sigue prestando sus servicios con amor y entrega a Dios y a la Iglesia: Monseñor Antonio Rojas Mata, de quien hemos escrito en El Guardián Católico.

Monseñor Antonio Rojas nació en San José de Costa Rica el 13 de enero de 1942 y al cumplir los 7 años de edad vino con sus padres a Venezuela por lo que es más venezolano por vivir la mayor parte de su vida en esta tierra de gracia y en donde ejerce todavía su ministerio sacerdotal.

Al culminar la educación primaria cursa su bachillerato en el seminario menor de Caracas y al concluir ingresa al Seminario Mayor Santa Rosa de Lima para los estudios al sacerdocio. 

Al crearse la Diócesis de Maracay en 1958, Monseñor José Allí Lebrún lo acepta en la diócesis. Fue ordenado sacerdote el 27 de junio de 1965 de manos de Monseñor Feliciano González Obispo de Maracay en la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria en Turmero, estando presente en la ceremonia Monseñor José Alí Lebrún en ese momento Obispo de Valencia.

En sus casi 58 años de vida sacerdotal Monseñor Antonio Rojas lo sigue ejerciendo con verdadero amor y entrega a Dios y a la Iglesia y siempre en comunión y obediencia al Papa y los Obispos de Maracay. En la actualidad es el Párroco de la Iglesia San José en La Victoria, estado Aragua.

Época Actual

Monseñor Feliciano González no logró ver los frutos de su trabajo en vida terrenal, y después de su fallecimiento se empezaron a ver los resultados: las vocaciones sacerdotales aumentaron hasta en la actualidad, y con respecto a la pastoral juvenil hay una mayor presencia de jóvenes en las parroquias colaborando en las diferentes actividades pastorales.

Es digno mencionar las diversas obras que han realizado y continúan realizando las órdenes y congregaciones religiosas tanto de Venezuela como de otros países en el estado Aragua y que con su apostolado contribuye a la evangelización y a la caridad.

La Diócesis de Maracay cuenta también con la ayuda y colaboración de los laicos quienes contribuyen en los diferentes grupos de apostolados en las parroquias siempre en comunión con el párroco.

También la Diócesis de Maracay cuenta con el Centro Diocesano de Formación Teológica Pastoral San Justino donde los laicos se forman para un mayor conocimiento de la Teología y luego aplicarlo en la vida personal y pastoral.

Son muchos los aspectos a mencionar de la Diócesis de Maracay, pero lamentablemente debido al espacio no es posible nombrarlo, pero están ahí para la gloria de Dios.

Para Finalizar

Que Dios bendiga a la Diócesis de Maracay por los 65 años de su creación para que continúe caminando en la construcción del Reino de Dios en el mundo. Que San José patrono de la Diócesis de Maracay y la Santísima Virgen de Belén, Patrona de Aragua y Copatrona de la Diócesis protejan a esta porción del pueblo de Dios que peregrina en Aragua hacia el encuentro con Dios.

Que el Señor dé el descanso eterno a los sacerdotes, religiosos y laicos que sirvieron a la Diócesis de Maracay y partieron de este mundo a la patria celestial y los premie por sus trabajos y esfuerzos realizados.




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