La condición física de monseñor Rolando Álvarez –retenido en su residencia familiar- “está desmejorada”. El último ataque de Daniel Ortega a la iglesia nicaragüense causó pronunciamientos a nivel internacional, incluyendo la CEV para que cese la represión
Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 20 de agosto de 2022
Dolorosamente, esta situación, lejos de encontrar una adecuada resolución enmarcada en el ámbito de la legalidad y del respeto a la libertad religiosa y a la fe católica profesada por la inmensa mayoría del pueblo nicaragüense, se ha ido agravando hasta llegar al desalojo por parte de los organismos del Estado y la detención de monseñor Rolando José Álvarez Lagos y de sus acompañantes de la Curia Episcopal de Matagalpa.
La Conferencia Episcopal Venezolana se pronunció de esta manera el viernes 19 de agosto en contra de la persecución que sufre la iglesia católica en Nicaragua por parte del régimen de Daniel Ortega Saavedra.
Se sumó así al concierto a las diversas conferencias episcopales de Latinoamérica agrupadas en el CELAM que se han pronunciado sobre las acciones de Ortega contra la iglesia en Nicaragua.
Los obispo rechazan la expulsión, persecución y detención que viven obispos, clérigos, congregaciones religiosas y el laicado del país centroamericano.
El comunicado de la CEV expresa la “preocupación” en nombre de todos los obispos venezolanos “ante los acontecimientos que han afectado a la hermana Iglesia en Nicaragua”.
Uno de los hechos denunciados es la actitud hostil de las autoridades nicaragüenses y la detención de Monseñor Rolando José Álvarez Lagos y de sus acompañantes de la Curia Episcopal de Matagalpa, en la madrugada del viernes 19 de agosto.
Así también, la CEV manifiesta su cercanía y solidaridad con el episcopado de Nicaragua, así como con todos los miembros del Pueblo de Dios en esta querida nación.
Finalmente invita a todos los sacerdotes y diáconos, religiosos y religiosas, fieles laicos de Venezuela "a perseverar en la oración por la Iglesia en Nicaragua".
No obstante, una reciente carta abierta de Iniciativa Democrática de España y las Américas IDEA exigió al papa Francisco “una firme postura de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa”, respuestas que han llegado por distintas vías, tomándose como “una necesaria cautela diplomática” por parte del Vaticano.
Monseñor Álvarez está desmejorado de salud
“El último ataque de Daniel Ortega a la Iglesia católica causó pronunciamientos a nivel internacional para que cese la represión en Nicaragua”, publicó el portal Aleteia que le ha venido haciendo un seguimiento a esta situación.
Una pregunta ronda en todos los ámbitos de la Iglesia católica en América Latina: ¿Hasta dónde va a llegar la represión en contra de la Iglesia nicaragüense emprendida por Daniel Ortega Saavedra y sus fuerzas de seguridad?
La madrugada del viernes la Policía Nacional del régimen sandinista entró en la casa curial de Matagalpa y se llevó preso al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez.
Según el comunicado de la Policía Nacional, el allanamiento de la casa curial y el “resguardo domiciliario” del obispo Álvarez se ha llevado a cabo cumpliendo “sus funciones constitucionales”; en vías de “recuperar la normalidad para la ciudadanía y las familias matagalpinas”.
Por su parte, la cuenta en Twitter de la Arquidiócesis Metropolitana de Managua, aunque sin la firma del cardenal Leopoldo José Brenes, reiteran su solidaridad y cercanía con monseñor Rolando Álvarez y la diócesis de Matagalpa.
Un detalle que llamó la atención en este comunicado es que habla de la desmejorada condición de salud del obispo de Matagalpa, aunque no entró en detalles.
Si bien su condición física está desmejorada, su ánimo y espíritu están fuertes, Monseñor Álvarez le ha manifestado su confianza en la oración de todos ante esta situación que vivimos en comunión eclesial, dice el comunicado.
Protestas
Cientos de nicaragüenses en el exilio protestaron frente a la embajada de su país en Costa Rica –nación vecina que se ha convertido en la salida de miles de personas que tienen que huir de la represión, la violencia y la pobreza en la que está sumida Nicaragua—exigiendo el fin de la persecución a la Iglesia, mientras en Matagalpa aparecieron carteles pegados en los postes que decían: “Monseñor, amigo, el pueblo está contigo”.
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