Testimonio | Padre Marcelino Hudgson, un Bautista que se hizo Sacerdote Católico en Colombia

En marzo del año 2009 dirigió un retiro en Caracas. Allí fue entrevistado por El Guardián Católico

Muchos asumieron responsabilidades para integrar grupos de misión durante la venidera Semana Santa tanto en tierras venezolanas como en el extranjero; otros en los grupos de danza; teatro; música; o en los movimientos juveniles que forman parte de la obra

Ramón Antonio Pérez
Caracas, 09 de marzo de 2009

Un emotivo retiro de sanación y liberación fue dirigido por el sacerdote colombiano Marcelino Hudgson, en el Santuario Divino Niño, en La Rinconada (Caracas), el sábado 28 de febrero y domingo 01 de marzo, llamando a la conversión de los asistentes con motivo del inicio de la Cuaresma de este año. 

La actividad fue convocada por la Comunidad Carismática Los Samaritanos, organización que dirige el padre Vicente Mancini, quien concelebró la eucaristía con el sacerdote visitante.

Superar las heridas del pecado


Diversos fueron los temas que abordó en sus enseñanzas el Padre Marcelino durante los dos días del retiro. 

Destacan las reflexiones hechas con base en la lectura del Evangelio de San Lucas 10, 30 (Parábola del Buen Samaritano) de donde extrajo las acciones básicas que, en su criterio, viven los hombres cuando se alejan de Dios.

Esta cita delata tres aspectos fundamentales que atacan la fe del hombre. En primer lugar, el ladrón despoja a la víctima. 

Esto significa que el pecado quiere desprendernos de todo, sobre todos de la gracia de Dios y de nuestros bienes espirituales. Sin la práctica de nuestra gracia venida de Dios el hombre no es nada ante el pecado dijo.

En segundo lugar, comentó que el asaltante del camino hacia Jericó, según la parábola, deja herido al hombre que bajaba de Jerusalén.

Esta situación se refleja en nuestra vida, cuando abandonados por la situación de pecado, no somos capaces de levantarnos sobre nosotros mismos y, antes bien, esas heridas del pecado nos enferman y alejan más de Dios.

Y en tercer lugar, señaló que el asaltante de Camino nos deja casi muertos. Con esto explicó que el acercamiento a Dios se hace cuesta arriba para el hombre pecador si no encuentra una razón que valga para volver a sus caminos.

Y fueron sanados...

La participación de los asistentes en este encuentro, se vio reforzada por la oración de sanación dirigida por el padre Marcelino para liberar a personas poseídas por el pecado, reducidas a las distintas enfermedades que atacan al hombre y que luego muchos entendieron como el llamado a comprometerse con la Evangelización.

Luego de cada sesión de enseñanzas se realizaron las celebraciones eucarísticas y los asistentes manifestaron a viva voz su testimonio de sanación corporal. 

Tales fueron los casos de Olivia Carrillo, quien relató la experiencia de sanación de una enfermedad en sus extremidades que le impedían caminar. 

Por su parte, Flor Serrano comentó su experiencia que se tradujo en cambios para su vida. La joven Andreína Martínez habló de lo vacía y sola que se sentía antes de acercarse a este Santuario donde todo ha cambiado para bien en su vida. Igual ocurrió con Ildelina Caro, quien se ha convertido en una asidua servidora de la fe católica. 


En fin, testimonios de curación de sida, cáncer y otros males, solamente alcanzados por la fe, la oración y la piedad.

Maravillosa experiencia


Cientos de personas jóvenes y adultas vieron satisfechas sus expectativas durante este retiro, porque no sólo tuvieron la oportunidad de reencontrarse con Jesucristo en la eucaristía; además, volvieron al sacramento de la Confesión luego de ser motivados por las enseñanzas del predicador colombiano.

Muchos asumieron responsabilidades de ayudar a esta obra anotándose para integrar grupos de misión durante la venidera Semana Santa tanto en tierras venezolanas como en el extranjero. Otros, en los grupos de danza, teatro, música, o en los grupos juveniles que forman parte de la obra para ayudar a niños y ancianos.

Testimonio del Padre Marcelino Hugdson

Cabe señalar que la Fundación El Buen Samaritano es una organización sin fines de lucro, con personalidad jurídica propia, distinta a la de sus asociados y de carácter religioso, y su duración es por tiempo indefinido.

Fue constituida el 7 de enero de 1992, por el presbítero Vicente Mancini Pozzati y un grupo de laicos comprometidos. La página web es la siguiente: http://www.carismatica.org.




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