Dos años de restricciones a causa de
la pandemia, quedaron atrás con el inicio de la Semana Santa 2022, en
Venezuela. El Domingo de Ramos es también, recibir el mensaje de salvación en
la vida de cada persona
José León es uno de los “palmeros de
Chacao” más “veteranos” de este municipio que colinda con Caracas. Desde que
tenía 10 años de edad sube al Cerro El Ávila (Guaraira Repano) en la búsqueda
de las hojas de palma para celebrar el Domingo de Ramos.
Ahora con 90 años, las condiciones físicas de José ya no son las mismas, pero su entusiasmo sigue intacto.
A
los pies del majestuoso espacio natural, el 9 de abril de 2022, un día antes
del Domingo de Ramos, rememoró sus visitas a la “Cueva de los palmeros”.
Tengo más de 80 años cumpliendo con esta tradición y ahora, me tienen que ayudar y subo agarrado. Los Palmeros somos uno solo y lo seguimos, tal como dice nuestra canción que destaca la unión entre nosotros, comentó a los periodistas.
Ese día, más de 500 palmeros –niños
y adultos- bajaron cargados de palmas. También rindieron honor al palmero
mayor, Ramón Delgado, quien falleció en abril de 2021, y que “con inmenso orgullo, devoción y ejemplo de
la tradición”, llevó esta tradición.
Agradecimiento por superar una peste
mortal en Caracas
La tradición de los Palmeros de
Chacao se remonta a 1776, cuando una epidemia de fiebre amarilla diezmó a la
población en Caracas. El párroco José Antonio Mohedano, rogó a Dios clemencia
para los sobrevivientes y ofreció que antes de cada Semana Santa buscarían en
El Ávila las palmas reales para recordar la entrada de Jesús a Jerusalén.
Desde entonces, cada viernes de
concilio suben al Ávila hasta la “Cueva de los palmeros” en búsqueda de
cogollos de Ceroxylon Ceriferum o Palma Real para mantener viva
la tradición. La UNESCO, en 2019, los declaró patrimonio inmaterial de la
humanidad.
Los dos últimos años, por motivos de la pandemia no pudieron cumplir esta actividad, y como en todas las iglesias la celebración de Semana Santa estuvo restringida. Pero este año volvió la alegría a los palmeros de Chacao y a los templos de Venezuela.
¿Qué significa el Domingo de Ramos para nuestra vida hoy?
Por los lados de la parte alta de La Vega, hacia el sur oeste de Caracas, los vecinos de la parroquia “San Alberto Hurtado y Beato José Gregorio Hernández”, demostraron la alegría de este día. En sus calles y veredas, caminaron con las palmas, cantando y rezando para la misa del Domingo de Ramos. Aunque con tapabocas, el entusiasmo era enorme.
Alfredo Infante, sacerdote jesuita y
párroco de esta comunidad echó mano de las inquietudes de una vecina, Juana,
para comentar el significado del Domingo de Ramos:
Padre, ¿por qué el Domingo de Ramos proclamamos a Jesús rey y damos vivas y alabanzas y después en la misa leemos toda la pasión? ¿Qué nos quiere comunicar Jesús al entrar encima de un burrito? Y, ¿qué significado tiene el Domingo de Ramos para nuestra vida hoy?, comentó.
“Podríamos decir que, en la entrada triunfal a Jerusalén, hay un desencuentro entre las expectativas mesiánicas de quienes proclaman y el proclamado: Jesús de Nazaret”, aseguraba ante sus feligreses que llenaron la cancha donde celebra las eucaristías.
“Al proclamar el pueblo a Jesús como
mesías, rey de los judíos, sin saberlo, están profesando una gran verdad “Jesús
es rey”, pero no en la lógica del mundo, sino de un reino alternativo, de “amor
y servicio”. Lo dirá delante de Pilatos: Mi reino no es de este mundo”, dijo
citando al apóstol Juan.
El jesuita invitó a batir las palmas
y abrir el corazón para que entre, hoy, triunfal en nuestras vidas, libere
nuestra libertad y reconozcamos, como Pablo, su señorío.
Batamos las palmas de nuestro corazón para que Jesús, en su burrito, entre triunfal a nuestro corazón, y el camino de la pasión, muerte y resurrección, sea un camino existencial de fe, que nos lleve a morir y resucitar para ver todas las cosas nuevas en Cristo, expresó el padre Infante.
Abre la puerta de tu vida a Jesús
En Guarenas, Miranda, José Antonio
Barrera Ruiz, también invitaba a abrir las puertas a Jesucristo, en un mensaje
motivador y lleno de esperanza. “Deja que la Jerusalén de tu vida le abra
las puertas a Jesús”, les decía a los feligreses que contentos volvían a
congregarse masivamente en el santuario de Nuestra Señora de Copacabana.
“Esa es la entrada actual de Jesús a Jerusalén”, enfatizó durante la eucaristía que llenó el templo de Copacabana.
Hoy la entrada es en la Jerusalén nueva: tu vida, tu familia y tu trabajo. Que entre en la vida de la persona en cada momento, no solo en los alegres, también en los momentos de tristeza para que Jesús la convierta en alegría; que entre y cambie el egoísmo por la solidaridad, dijo.
Los nuevos paganismos de estos
tiempos
Monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal, reflexionó sobre la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Al iniciar la semana santa estamos llamados a discernir a partir del acontecimiento que conmemoramos. Leemos el significado de este evento salvífico y lo contemplamos con ojos de fe. Ello nos permitirá reafirmar nuestra fe y reconocimiento pleno del Mesías Rey y Salvador, dijo en el atrio de la catedral tachirense.
Advirtió sobre la tentación del cristiano de hoy, de ser religiosos sin Dios.
Muchas veces, al hablar de paganismo e idolatría, nos referimos a los pueblos del pasado. Sin embargo, en la actualidad se dan, incluso entre no pocos católicos, una nueva idolatría y un nuevo paganismo. A veces, contradictoriamente, llegamos a ser -religiosos- sin Dios.
Explicó que el materialismo, el ansia de poder y del dinero, el narcotráfico y las mafias destructores de dignidad, entre otras expresiones, constituyen el nuevo paganismo.
Son los nuevos dioses que son idolatrados. Frente a esto, la misión de los creyentes y de la Iglesia es el anuncio del Dios vivo, el Rey reconocido hoy, afirmó.
Oración por los enfermos. Moronta, que también es
vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, invitó a unirse a las
actividades de la Semana Santa, participando en las jornadas de confesiones,
oración por todos los enfermos y vía crucis y otros.
De esta manera, los dos años de restricciones a causa de la pandemia, quedaron atrás con el inicio de la Semana Santa 2022, en Venezuela. Las imágenes son elocuentes.
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