¿Por qué complace a los Protestantes evitar el título de "Corredentora" a la Virgen María?

  

Un nuevo documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobado por el Papa León XIV, recomienda evitar el término “Corredentora” por posibles "malentendidos teológicos", lo que ha sido visto por muchos fieles como un distanciamiento de la devoción tradicional y una concesión a los protestantes.

Ramón Antonio Pérez | El Guardián Católico
Publicado el 6 de noviembre de 2025

Una nueva controversia dentro de la iglesia católica amenaza la tranquilidad que momentáneamente se había logrado con el nuevo papado de León XIV. Y de nuevo, la confrontación nace del Dicasterio para la Doctrina de la Fe que dirige el Cardenal Víctor Manuel Fernández, conocido como "Tucho".

No conforme con Fiducia Suplicans que bastante discusión generó y que muchos de sus temas están latentes, aunque silenciados por otras realidades, ahora Tucho pretende darles un vuelco a varios aspectos vinculados a la Madre de Dios. Parece la aplicación de la vieja estrategia de ocultar un escándalo con otro peor.

Es así como el 3 de noviembre de 2025, la Santa Sede publicó la nota doctrinal Mater Populi fidelis (Madre del Pueblo fiel), desatando intensos debates dentro de la Iglesia Católica que no parecen terminar a corto plazo. Vale recordar que esta discusión es de vieja data. 

La Nota de "Tucho" y aprobada por el Papa León XIV, recomienda evitar el título de "Corredentora" para la Virgen María. Igualmente argumenta que, si bien se comprende la piedad que inspira el término, “podría oscurecer la singularidad y la plenitud de la obra redentora de Cristo, el único Salvador”. Una premisa débil y falaz. 

Se centra en aclarar la cooperación de María en la obra de la salvación y, según expresa, “intenta preservar el equilibrio necesario que, dentro de los misterios cristianos, debe establecerse entre la única mediación de Cristo y la cooperación de María en la obra de la salvación”.

Considerado de argumentos muy débiles, la Nota ha recibido una andanada de críticas no solo de sacerdotes tradicionales sino también de teólogos y expertos en materia religiosa, apegados a las corrientes modernistas. 

Especialmente, ha recibido el rechazo de la gente sencilla que suele ser llamada “Pueblo de Dios”, porque apoya su fe entre los brazos de María, y hace suyo el mandato recibido por el apóstol Juan de parte de Jesús, durante sus últimos momentos en la Cruz:

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo." Luego, dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre." Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. (Evangelio de San Juan 19,25-27)

Una recomendación que hiere la sensibilidad tradicional

Las Redes sociales se burlan de la Nota de la Santa Sede
Las Redes Sociales han sido implacables con León XIV y el cardenal "Tucho"

Para amplios sectores de fieles y teólogos, esta directriz de la Santa Sede no es una mera aclaración, sino un alejamiento palpable de una devoción mariana milenaria.

Si bien, el cardenal “Tucho”, en una reflexión toma opiniones favorables de Benedicto XVI y Francisco, intentado justificar la Nota, la realidad es que quienes defienden la tradición arguyen que el papel único de María —desde su “sí” en la Anunciación hasta su unión sufriente al pie de la Cruz— está válidamente expresado en el título honorífico de “Corredentora”, el cual no compite con, sino que depende totalmente de, la redención obrada por su Hijo Jesucristo. 

Otros, sitúan el papel de María como la simiente de Jesús desde los comienzos de la historia de la Salvación, la mujer que pisotea la cabeza de la serpiente que simboliza el pecado ante el cual sucumbió Eva, según el relato del Génesis 3, 15, también conocido como "proto evangelio".

Desde esta perspectiva, la recomendación vaticana es percibida como parte de una tendencia más amplia y preocupante que algunos califican una "protestantización" de la Iglesia, la cual afectaría no solo a la mariología sino a toda la práctica de fe los católicos. Incluso, consideran que esta postura contradice lo que a lo largo de la historia han expresado santos y pontífices sobre la Madre de Dios.

El magisterio anterior: María como Mediadora de la Gracia

Esta visión tradicional encuentra un sólido fundamento en el magisterio de papas anteriores. Sería muy extensa la lista de los Papas que han expresado su cercanía al concepto de “Corredentora” y “Mediadora de todas las Gracias”. Por ejemplo, el Papa León XIII, en su encíclica Iucunda Semper Expectatione (1894), explicaba con claridad este rol de María:

El recurso que tenemos a María en la oración se deriva del oficio que ella desempeña continuamente junto al trono de Dios como Mediadora de la gracia divina; siendo por dignidad y mérito sumamente aceptable para Él y, por lo tanto, superando en poder a todos los ángeles y santos del Cielo. Ahora bien, este misericordioso oficio suyo, quizá, no se manifiesta tan claramente en ninguna otra forma de oración como en el Rosario. Pues en el Rosario se nos presenta toda la participación de María como nuestra Corredentora, como si los hechos estuvieran ocurriendo en ese mismo instante.

En medio de esta controversia, los católicos aferrados a la Tradición se ven fortalecidos por una fe inquebrantable.

Confían en que la fidelidad a la verdad revelada, y no a las modas pasajeras, será la que guíe a los fieles hacia la salvación eterna, siempre bajo la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María, aquella que, para ellos, seguirá siendo honrada como Corredentora, Mediadora de todas y la Madre de Dios, aunque ello suponga el alejamiento de los protestantes que desde siempre la han rechazado.



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