Ramón Antonio Pérez/Aleteia Venezuela | May 22, 2017
Tal como estaba previsto, en Venezuela se cumplieron el 20 y 21 de mayo intensas jornadas de oración por la paz, convocada por la Conferencia Episcopal Venezolana con misas, exposiciones del Santísimo, el rezo del Santo Rosario y la Coronilla de la Misericordia, pero también caminatas de la fe o participando como laicos, sacerdotes y religiosos en las marchas convocadas por la oposición en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
La oficina de prensa de la CEV, mediante la etiqueta #OremosPorVenezuela, motivó en las redes sociales la difusión de esta jornada en el país bolivariano, destacando en un balance al final de la tarde de este domingo 21 de mayo, que la actividad se colocó como uno de los temas más importantes del día con actividades, incluso, más allá de las fronteras.
En Caracas uno de los epicentros fue la Iglesia Nuestra Señora de la Chiquinquirá, en la Florida. Allí, el domingo 21 de mayo, el cardenal Jorge Urosa Savino presidió una misa, no sin antes hablar con los periodistas para exhortar a que “la crisis de Venezuela se resuelva de manera pacífica y sin violencia”, y rechazar “por innecesaria”, la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) hecha por el Gobierno.
Rechazan torturas y tribunales militares
Puntualmente, Urosa rechazó el maltrato y las torturas que estarían recibiendo los manifestantes detenidos por los organismos de seguridad del Estado, así como el traslado de los detenidos para ser juzgados por tribunales militares.
“Existen muchas denuncias –uno ha escuchado- la existencia de denuncias de maltratos, inclusive torturas, a los que están detenidos en diversas cárceles del país”, dijo. Además, indicó que “querer juzgar a civiles en tribunales militares es totalmente indebido”.
En ambos casos comentó que “es inconstitucional e ilegal y no va a administrar ninguna verdadera justicia, de tal manera, que debe cesar de inmediato”, por lo cual hizo un llamado al Ministerio Público para que corrobore la veracidad de esas denuncias, porque “no se puede maltratar y mucho menos torturar a ningún detenido”.
Igualmente, criticó a los cuerpos de seguridad del estado que “no tienen por qué estar tirando las lacrimógenas a quemarropa a la gente ni por supuesto disparar ni permitir que haya gente que dispare porque están actuando también grupos paramilitares, que todo el mundo ha visto en los vídeos. Eso debe cesar inmediatamente”.
GuardianCatolic
Iglesia siempre en favor del pueblo
Consultado en torno a la reunión que el pasado 19 de mayo sostuvo el presidente de la CEV, monseñor Diego Padrón Sánchez con el oficialista Elías Jaua Milano, consideró que fue una reunión importante.
“Nosotros, los obispos recibimos a todos los sectores”, dijo, acotando que “el doctor Jaua” había pedido esa reunión.
Argumentó que “la reunión era necesaria para reiterar el rechazo de la CEV a la Asamblea Nacional Constituyente porque no es necesaria, no se justifica, distrae de los problemas reales del país y va a crear nuevas divisiones”, dijo Urosa.
Sostuvo que “hay una serie de factores que la hacen muy discutible, como por ejemplo, que no se haya convocado un referéndum para que el pueblo diga si quiere o no esa constituyente”. Además, durante esa reunión la iglesia abogó para que se resuelva la carestía y el desabastecimiento de comida y medicinas.
Urosa comentó que la CEV insistió durante esa reunión “en la necesidad de que cese la represión desmedida que ya ha causado tantos muertos”, incluso, de personas que no estaban protestando”. Acotó que “los obispos hemos sido muy claros y siempre estamos listos para defender los derechos de nuestro pueblo”.
El arzobispo de Caracas recordó los pedimentos fundamentado en la carta que el cardenal Pietro Parolín, envió tanto al Gobierno como a la oposición, el primero de diciembre de 2016: elecciones generales, canal humanitario, liberación de los presos políticos y el respeto a la Asamblea Nacional, que fue elegida en diciembre de 2015.
Obispos con olor a calle
En el marco de esta jornada de oración, se produjo en Venezuela la marcha “Somos millones”, convocada por la Mesa de la Unidad Democrática.
El arzobispo de Coro (estado Falcón) Mariano Parra Sandoval, acompañado del emérito, Roberto Lückert León, acompañaron a la población que salió a exigir el respeto por sus derechos.
Junto a un grupo de sacerdotes y laicos entre os que destacó el diputado Luis Stefanelli y otros líderes regionales, recorrieron las calles sumados a las protestas en favor de los derechos ciudadanos. No tuvieron miedo de sacar sus rosarios y elevar oraciones por la paz de Venezuela, clamando por el cumplimiento de la ley y el retorno de la democracia.
Padre José Gregorio Salazar encabezó Caminata de la Fe en Ciudad Guayana - Foto William Urdaneta. |
A continuación la homilía del cardena Urosa en la Iglesia La Chiquinquirá:
¡FELICES LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ! (Mt 5, 9)
Mensaje del
Cardenal Arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino y los Obispos Auxiliares,
unidos a la Conferencia Episcopal Venezolana
en la
Jornada de Oración por la Paz de Venezuela,
20 y 21 de
mayo de 2017
A todos
los sacerdotes y diáconos, a los miembros de Institutos de Vida Consagrada, a
los miembros de los movimientos y asociaciones de laicos, y a todos los fieles
católicos de la Arquidiócesis de Caracas
Hoy es domingo,
día del Señor, de Cristo resucitado. A pesar de todas las
dificultades que estamos viviendo, al congregarnos fraternalmente en oración en
torno al altar de Dios, aquí nos llenamos de alegría, confianza y esperanza,
pues Jesús, con su resurrección venció la muerte y el pecado, al mal y al
demonio.
Ante la grave crisis
política, económica y social que agobia hoy a todos los venezolanos, los
obispos hemos invitado a todas las diócesis, parroquias y
comunidades del país a celebrar esta Jornada de Oración por
la Paz de Venezuela el 20 y 21 de mayo. Lo hacemos para pedir al Señor confiada e
insistentemente la solución al problema político y económico,
el cese de la violencia, el cese de la represión al pueblo en las
manifestaciones, el respeto de los derechos humanos, especialmente de los
detenidos políticos, la vigencia de los valores democráticos, la reconciliación
y la paz; en fin que Dios nos ayude a los venezolanos a resolver de manera pacífica los problemas que
hoy nos aquejan.
CUMPLIR LOS
MANDAMIENTOS, CAMINO DE LA PAZ
En la proclamación del
Santo Evangelio, hemos escuchado hermosas, desafiantes y comprometedoras
palabras del Señor, pronunciadas en la última Cena. “Si me aman, cumplirán mis
mandamientos… El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama. Al que
me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré” (Cfr. Jn 14, 15-21).
Pues bien, mis queridos
hermanos: Ese es el único camino, el camino cristiano para la paz.
La observancia de los mandamientos: amar a Dios por sobre todas las
cosas, y al prójimo como a nosotros mismos. A la raíz de la actual y
conflictiva situación del país, caracterizada por una grave crisis social,
económica y política, como lo expresó el Papa Francisco en su mensaje en
la Plaza San Pedro el pasado 30 de abril, está precisamente la falta de
cumplimento de los mandamientos: el afán de lucro, la ambición de poder, la
soberbia, el egoísmo, la corrupción, la delincuencia, en fin toda una
serie de problemas que no voy a repetir en esta homilía. En la Exhortación
pastoral que publicamos los Obispos hace tres días, están señalados con
precisión esos problemas y los llamados que hacemos a los diversos
actores para solucionarlos. En concreto recordaré solamente tres de esos
llamados:
“9.- Creemos que una forma
privilegiada e indispensable de concretar su ejercicio democrático es el camino
electoral, según lo prevé la Constitución Nacional. Sólo así comenzará a
resolverse la crisis del país, como lo expresara el Cardenal Pietro Parolin el pasado
13 de mayo en Fátima…
10.- Es necesario que el Gobierno, reconozca y acepte los cuatro puntos
expresados en la Carta del Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro
Parolin (2 de diciembre de 2017*): Apertura del canal humanitario, liberación
de presos y detenidos políticos, pleno reconocimiento de la Asamblea Nacional y
vía electoral para saldar las diferencia. De esta manera dará señales
favorables para atender a las serias necesidades del pueblo.
12.- Los miembros de los diversos
componentes de la Fuerza Armada y de la Policía deben ser defensores y garantes
del cumplimiento de la Constitución y, por vocación, tienen que garantizar,
por encima de todo, la paz y la sana convivencia del pueblo venezolano, al cual
pertenecen. Apelamos a la conciencia de quienes las dirigen ante las numerosas
muertes de ciudadanos causadas por abusos de autoridad en acciones represivas.
La responsabilidad moral de los actos que desembocan en violencia, heridos y
muertes recae sobre quienes las ejecutan, así como también sobre quienes
las ordenan o permiten. Adquiere actualidad en nuestro país el pronunciamiento
del mártir de América, Beato Oscar Romero: “En nombre de Dios y de
este sufrido pueblo les ruego, les suplico, les ordeno que cese la represión”
FELICES LOS QUE
TRABAJAN POR LA PAZ
Hemos de trabajar
y orar para conseguir la paz. La auténtica paz, la paz que brota de la
justicia, que requiere el amor, la fraternidad, la solidaridad. Y por eso
estamos pidiendo hoy al Señor: busquemos la paz, y pongamos de nuestra parte
para lograrla. Y pedimos a Dios que los diversos actores de la vida del
país, tanto de la oposición como del gobierno, trabajen por lograr la paz, y
solucionen pacíficamente nuestros actuales problemas.
Nosotros debemos
ser siempre gente de paz. Así nos lo pide el mismo Cristo en el Sermón de la
Montaña: “Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados
“hijos de Dios” (Mt 5,9). Y por eso estamos llamados también a respetar y
defender los derechos humanos, los nuestros y los de los demás. Porque la paz
es fruto de la justicia (Is 32, 17). Esta Jornada es una ocasión propicia para
que, como discípulos de Jesucristo en Caracas, nosotros renovemos
con espíritu de fe y a la luz de su Palabra nuestra confianza en Dios, y
tomemos conciencia que, al expresar y defender nuestras convicciones, no
debemos caer en el odio y la violencia, ni en el acoso a los
adversarios, ni en la venganza. Fortalezcamos todo esfuerzo por conseguir
la paz y la recuperación del país, con la oración, la Palabra de Dios y la
Eucaristía.
Recordemos de nuevo
la exigencia y a la vez promesa del Señor: “Felices los que trabajan por
la paz” (Mt 5, 9). Desterremos de nuestros corazones el odio, el rencor y la
violencia. No nos dejemos llevar por esos malos sentimientos, y, sobre todo, no
agredamos a personas inocentes ni tomemos la justicia en nuestras manos. Es una
grave injusticia.
CONCLUSIÓN
Continuemos con intenso
fervor nuestra sagrada celebración. Amemos cada vez más a Cristo, nuestro
divino Salvador, y cumplamos sus mandamientos. Comprometámonos a trabajar por
la paz y a comunicar a nuestros hermanos, sobre todo a nuestros familiares
y vecinos, el amor, la alegría, la paz y la vida de Cristo
resucitado, anunciando nuestra fe, y luchando contra el egoísmo, la violencia y
la cultura de la muerte. Pidamos a Dios de todo corazón con intenso fervor y
sólida confianza, que nos ayude a los venezolanos a resolver nuestros
conflictos de manera pacífica.
Encomendemos a la
Santísima Virgen María de Coromoto, nuestra madre celestial, todas las
necesidades del pueblo de Caracas y de nuestra querida Venezuela.
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.