“Yo
hice el Cursillo de Cristiandad en marzo del año 2014. Una semana antes también
había asistido mi esposo, Alberto Gil. Fue un retiro en el que las reflexiones
sobre la crianza y educación de los hijos, la familia y el amor de las parejas,
afloraron mis sentimientos porque después de diez años de matrimonio, no podía
tener hijos”.
Así
comenzó su testimonio Maryrube Briceño de Gil, vecina de la ciudad de Guarenas,
durante la procesión número 161 de la Divina Pastora, el 14 de enero, en
Barquisimeto, estado Lara (Venezuela).
Estaba acompañada de Alberto Gil con
quien se casó el 20 de agosto de 2005; y además, llevaba en sus brazos a Gabriel
Jesús Gil Briceño, nacido el 18 de septiembre de 2016, en Caracas, “mi
milagrito”, como ella le dice al niño.
La
familia Gil Briceño acudió por primera vez a la procesión más grande de América
Latina. Compartieron su fe junto a millones de personas que asisten agradecidas
por superar enfermedades, encontrar empleo y afianzar matrimonios, entre muchas
razones.
Maryrube
explicó para Aleteia que durante el
retiro del cursillo de cristiandad se le acercó un sacerdote y le preguntó por
qué estaba llorando. “Le respondí las razones por las que no podía
tener bebés a pesar de los tratamientos médicos”.
El
religioso le habría dicho, según declaró la joven mujer: “El próximo 14 de enero de 2015 tienes
que darle gracias a la Divina Pastora porque vas a ser madre. Luego
tendrás que llevar tu hijo al Santuario en Santa Rosa y asistir a la procesión”.
Además
de todo esto, de por sí con alto contenido extraordinario, Maryrube añadió lo
siguiente: “Detrás de nosotros había un retrato de la Divina Pastora. El sacerdote
me lo mostró y dijo que nada ocurre por casualidad sino por decisión de Dios”.
Un ovario menos y otro
funcionando mal
Maryrube
explicó que durante muchos años se realizó varios tratamientos hormonales para
tratar de superar esa “infertilidad” que la frustraba sin poder ser madre.
Además,
le extirparon un quiste en el ovario izquierdo dejándolo prácticamente inservible. Entretanto, el ovario derecho funcionaba pero de forma irregular.
“Durante
la ovulación, que era cada dos meses, los óvulos que producía el ovario derecho eran
muy pequeños, por debajo del tamaño normal”. Para los médicos, “así
era imposible quedar embarazada”, aseguró.
No
obstante este panorama personal, el 14 de enero de 2015, asistió a su parroquia
para agradecer a la Patrona del estado Lara, según la recomendación del
sacerdote. “Le di las gracias a la Divina Pastora, diciéndole, incluso, que
me
quedaría resignada si estaba en los planes de Dios que no pudiera concebir un
hijo para ser madre”.
Pero
llegó el 26 de enero de 2016, y ocurrió algo inesperado. “Me di cuenta que no
me había llegado la menstruación. Mi último periodo había sido el 24 de
diciembre, fecha del nacimiento de Jesús”, contó. “Llena de emoción me hice la
prueba de embarazo más sencilla, la de la orina ¡Me dio positivo!”, resaltó
con marcada alegría.
A
los pocos días corroboró con una prueba más certera, la de sangre. Con alegría
concluye que “al momento de darle las gracias a la Divina Pastora, el 14 de enero de
2015, yo estaba embarazada”. Ello multiplicó la alegría entre sus familiares
y amigos.
Agradecidos con la Divina Pastora
El
14 de enero de 2017, Maryrube, Alberto y Gabriel Jesús, estaban en la avenida
Venezuela, muy cerca de la Catedral de Barquisimeto. Junto a varios peregrinos
esperaban que pasara la venerada imagen para verla en
medio de la marejada humana.
“Asistir
a esta procesión me tocó el corazón, apenas la vi pasar en hombros de la
cofradía de cargadores, me puse a llorar con mucha emoción”, comentó.
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.