El padre José San José
Prisco expresó que la idea del encuentro fue explicarles a los obispos el modo
de actuar en los casos en los que les corresponda intervenir cuando tienen que
declarar la nulidad matrimonial, en lo que ellos hacen las veces de jueces
Ramón Antonio Pérez //
@GuardianCatolic
NdP + Fotos: Prensa CEV // @CEVmedios
La Conferencia Episcopal Venezolana como antesala a
la realización de la CVII asamblea ordinaria plenaria a celebrarse del 07 al 12
de enero, realizaron una jornada intensa de formación en materia de derecho
canónico los días 05 y 06 de enero, en las instalación de la Casa Monseñor
Ibarra, en Montalbán.
Según la nota de prensa enviada desde esta instancia
de la Iglesia venezolana, la actividad estuvo a cargo del presbítero doctor
José San José Prisco, quien se desempeña como rector del Colegio Español en
Roma y como profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana y la Universidad Pontificia
de Salamanca.
Con esta jornada se trata de poner en práctica el
muto propio del Papa Francisco “Mitis Ludes Dominus Iesus” sobre la reforma del
proceso canónico para las causas de declaración de nulidad matrimonial que fue
precisamente el resumen de unas cuantas peticiones del Sínodo extraordinario de
la Familia del Papa Francisco expresada en “Amoris Laetitia”, dice la nota.
La idea es poder explicarles a los obispos el modo
de actuar en los casos en los que les corresponda intervenir cuando tienen que
declarar la nulidad matrimonial, en lo que ellos hacen las veces de jueces.
“Hay casos en los que no se delega la
responsabilidad en el vicario judicial ni en los tribunales, sino que ellos
mismos deben resolver (los Obispos), por ello deben conocer cómo funciona el sistema
y como aplicar la norma, expreso el Padre José Prisco, según la nota enviada
desde la CEV.
Este muto propio del Papa Francisco simplemente ha
querido simplificar los procesos, hacerlos más cortos, más sencillos, gratuitos
para quienes no tengan posibilidad económica de tal manera que la mayor parte
de los fieles puedan acercarse sin temor a los tribunales porque saben que de
alguna forma se les va a hacer justicia de una forma más ágil.
Una de las cosas interesantes, señalaba el padre
Prisco, es que “antes para declarar la nulidad de matrimonio hacían falta que
dos tribunales dictaran sentencia, un primer tribunal normalmente podía tardar
un año y una segunda instancia entre seis meses u otro año; de tal manera que
mínimo año y media o dos años era el tiempo normal para la declaración del
matrimonio como nulo. Ahora con el nuevo procedimiento no hacen falta
sentencias de dos tribunales sino solamente de uno”.
También este muto propio incluye un proceso nuevo
que se llama “el proceso más breve” que son para causas de nulidad donde las
partes están de acuerdo con la causa de la nulidad y las pruebas son
suficientemente evidentes.
“Es allí donde el juez es el obispo y en un período
muy breve como de dos meses se puede declarar la nulidad, estos son casos muy
particulares” acotó.
Con esto ha habido un acortamiento de los tiempos,
una aceleración de la justicia, una mejora en los procedimientos, una simplificación
y un bajísimo costo de acuerdo a la reforma hecha por el Papa Francisco.
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