Barlovento festejará este 24 de julio, la ordenación de un joven que encontró
su vocación misionera y sacerdotal entre los vecinos y la Iglesia de Panaquire
Ramón Antonio Pérez /
@GuardianCatolic
Guarenas, 22 de julio de 2015.
“Mi vocación tiene una particularidad muy importante, y es que mis
padres son católicos porque han sido bautizados en el seno de la iglesia pero
no son practicantes. Quien me inculcó la fe fue mi abuela materna, Valeria,
con ella aprendí a rezar las primeras oraciones, a hacerme la señal de la cruz,
podría decir que con ella di mis primeros pasos en la fe y de lo cual le estaré
siempre agradecido”.
Es
el diácono Carlos José Salazar Pacheco (Misionero de la Consolata) quien este este
viernes 24 de julio, será ordenado sacerdote por el Obispo de la Diócesis de
Guarenas, monseñor Gustavo García Naranjo, durante una eucaristía que presidirá
a partir de las diez de la mañana, en Panaquire, estado Miranda (Venezuela).
Carlos
Salazar recibirá el segundo grado dentro del orden sacerdotal. El primero fue la
ordenación diaconal de carácter transitoria recibida el pasado 7 de diciembre
de 2014, en la Iglesia de “Cristo Rey” de la Diócesis de Málaga, por parte de
monseñor Jesús Catalá Ibañez, obispo de esa jurisdicción eclesial en España.
Testimonio vocacional…
En
su hoja de vida narra que nació el 28 de agosto de 1986 en Guatire, estado
Miranda, siendo hijo de María Vela Pacheco y de Carlos Salazar, dos vecinos de
Panaquire en quienes reconoce “todo lo que soy, gracias a su gran esfuerzo
y dedicación”. Desde los 8 años de edad frecuenta la parroquia para “recibir
los sacramentos de iniciación cristiana, pero cada vez que iba y participaba
más activamente, la iglesia se iba convirtiendo como una parte de mí”.
Luego,
al recibir los sacramentos de la Comunión y la Confirmación, no se alejó de la
parroquia. Al contrario, asumió “más responsabilidades y compromisos,
llegando a formar parte del grupo de jóvenes de la parroquia”. Esto se
debió “en gran parte a la formación que recibí por parte de mis catequistas:
Neris Espinoza de comunión, Zoraida y el señor Renny Mendoza de Confirmación”, según
recuerda Carlos Salazar.
Explica
que también formó parte del coro, del grupo de monaguillos y catequistas de la
parroquia en Panaquire. Llegó un momento de su vida en el cual tenía varios
compromisos a la vez, “uno de los momentos más intensos e
importante de mi vida, en los cuales me sentía bien con Dios y conmigo mismo”.
En
ese tiempo, el padre Carlos Osorio, párroco de esta población, le habló de la
posibilidad de iniciar un camino de acompañamiento vocacional. “El
tiempo fue pasando pero la inquietud seguía allí”, dice Carlos. Así va “descubriendo quienes eran los
Misioneros de la Consolata, y su labor en servicio de los más necesitados”.
Finalizado
el tiempo de estudios de tres años en Caracas, llegó el momento de iniciar otra
etapa, esta vez, en Argentina para la experiencia del noviciado. “Pude
descubrir y conocer la historia de la congregación, sus orígenes, y todo lo
relacionado con el Instituto Misiones Consolata”, indica Salazar
Pacheco.
Después
de ese año “emitía mis primeros votos como religioso, el 30 de diciembre de 2009 y
comenzaba a ser un Misionero de la Consolata”. Posteriormente viajó a
Italia, donde realiza sus estudios teológicos. “Me enfrentaría a otra realidad,
otra cultura, otra lengua, todos ellos desafíos que como misioneros nos tocan a
diario, pero que para mí era toda una novedad”, describe.
Luego
de tres años en Italia, el año de servicio al instituto lo cumple en España. Fue
“un momento de aceptar con mucha disponibilidad la nueva tarea que el Señor me
presentaba, allí realicé esa etapa de la formación en la zona de Málaga, en ese
tiempo pude experimentar la vida comunitaria con una mayor intensidad, en una
comunidad más pequeña, allí pude experimentar la gran diversidad de las
personas”, dice.
Dándole el “Sí” definitivo a Dios
Escribe
que al concluir el año de servicio llegó el momento “de dar ese Sí definitivo
al Señor”.
El 6 de diciembre de 2014 hizo la Profesión Perpetua y el 7
de diciembre fue ordenado diácono por imposición de manos del Obispo de Málaga,
monseñor Jesús Catalá Ibáñez. Después fue destinado a Elche, provincia de
Alicante.
El
viernes 24 de julio de 2015, “será el momento más importante de toda mi
vida, ya que me consagro a Dios como sacerdote, y no como cualquier sacerdote,
sino Sacerdote Misionero, es decir con nombre y apellido”, indica
Carlos José Salazar.
Una fiesta afrodescendiente
El
padre Dominic Ndolla, párroco de “Nuestra Señora de la Candelaria”, en
Panaquire, indicó que a la ceremonia asistirán el padre Stefano Camerlengo,
superior general del Instituto Misioneros de la Consolata; y el superior de la
delegación de Venezuela, padre Peter Makau (imc), entre decenas de misioneros religiosos;
además del clero diocesano y autoridades civiles locales y regionales.
Desde
ya, Barlovento, la “tierra ardiente y del tambor” en Venezuela, festeja que uno
de sus hijos haya escogido el camino de la entrega total a Dios.
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