¿Qué significa la “memoria litúrgica” del beato José Gregorio Hernández?

Este 26 de octubre del presente año 2021, la Iglesia en Venezuela celebra con alegría la memoria litúrgica del Beato José Gregorio Hernández Cisneros

Pedro Reinaldo Bravo
Caracas, 26 de octubre de 2021

Por primera vez los venezolanos celebraremos en los templos del país a este gran venezolano llamado el "Médico de los pobres” quien dedicó su vida a Dios en el servicio a los enfermos y necesitados en el ejercicio de la profesión de la Medicina.

Su causa de Beatificación y Canonización se inició en Caracas en el año 1949 por Monseñor Lucas Guillermo Castillo, Arzobispo Metropolitano en aquel entonces, proceso que la Arquidiócesis de Caracas llevó adelante con constancia durante 72 años y que finalmente fue declarado formalmente Beato el pasado 30 de abril en solemne ceremonia litúrgica  presidida por Monseñor Aldo Giordano, antiguo Nuncio Apostólico en Venezuela y legado del Papa Francisco en la Iglesia del colegio La Salle en Caracas en presencia del episcopado venezolano y de altas autoridades.

A partir de ese día su imagen o cuadro puede estar en las capillas y templos de Venezuela, celebrar su memoria como Beato el 26 de octubre día de su natalicio, y de incluirlo en el santoral junto con las Beatas María de San José, Candelaria de San José y Carmen Rendiles en la liturgia Bautismal y de las ordenaciones al ministerio del diaconado, presbiterado y episcopado que se realicen en Venezuela.

Son muchos los que han escrito y enseñado de nuestro cuarto Beato venezolano en sus diferentes aspectos a los largos de los años en libros, revistas, periódicos, radios, programas de televisión y actualmente con el internet y redes sociales, pero en todas coinciden su gran amor a Dios, a la Iglesia, a su familia y al prójimo.

También, su formación religiosa, moral e intelectual recibidas de sus padres en su pueblo natal en Isnotú, estado Trujillo, su preparación y constante formación religiosa, profesional e intelectual; su honestidad, humildad, sencillez y pulcritud en todo momento.

Un aspecto es su gran sentido de la responsabilidad como católico, ciudadano, médico y profesor universitario. Además, es clara su preparación artística tanto en la música como en las letras, su devoción a la Santísima Virgen, a San José y a los santos en especial Santa Teresa de Jesús. 

No hay que olvidar el gran respeto a los obispos, sacerdotes, religiosos, sus colegas, alumnos y a todas las personas sin distinción alguna.

El celebrar la memoria litúrgica del médico de los pobres implica no solamente venerarlo como Beato sino también en conocerlo y aprender de su inmenso amor a Dios y a la Iglesia ya que asistía a Misa y comulgaba diariamente, visitaba frecuentemente al Santísimo Sacramento. 

José Gregorio de tres años, junto a sus padres Benigno y Josefa Antonia 
Foto Cortesía Santuario de Isnotú

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Sus biógrafos resaltan que rezaba el Rosario todos los días, tenía su confesor y director espiritual (el presbítero Juan Bautista Castro, quien promovió la consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento en 1899 y futuro Arzobispo de Caracas). 

José Gregorio leía las vidas de los santos, el estar continuamente formándose en lo religioso, profesional, intelectual y artística para servir a Dios, a la Iglesia y a la sociedad, y el ser un ciudadano ejemplar en todo momento cumplidor de las leyes y normas ciudadanas.

Como profesor universitario el doctor José Gregorio Hernández cumplía con responsabilidad y puntualmente con su horario de clases llegando siempre minutos antes, y también enseñaba a sus alumnos no solamente lo referente a la profesión sino también los verdaderos valores para ejercer la profesión con vocación y dignidad.

Fruto de su amor a Dios y a la Iglesia es la práctica de la caridad hacia los enfermos y necesitados en el ejercicio de su profesión de la medicina quienes los atendía sin distinción de clases y hasta gratuitamente si el enfermo no tenía los recursos económicos disponibles, y además les daba palabras de fe y fortaleza.

Desde 1899 perteneció a la Orden Franciscana Seglar en la Iglesia de Las Mercedes en Caracas en la que cumplía con cariño y responsabilidad sus deberes como terciario franciscano y su mayor anhelo era consagrarse a Dios en la vida religiosa específicamente en la Orden de los Cartujos y también hacerse sacerdote. Lo intentó en tres ocasiones, pero la enfermedad  le impidió lograr esa meta aceptando con esto la voluntad de Dios de que su misión era servirlo en la vida seglar como médico y laico comprometido.

El festejar también por primera vez en la liturgia de la Iglesia la memoria de este venezolano polifacético y excepcional es un llamado de seguir e imitar su ejemplo en la práctica de las virtudes para la construcción de una nación que sufre las consecuencias de la situación política, económica y social que padecemos.

Es con el amor a Dios, a la Iglesia y al prójimo; y mediante el estudio, el trabajo, el esfuerzo, la constancia; y el de ser un ciudadano cumplidor de las leyes y con sentido de responsabilidad que se levanta una nación como lo hizo el Beato José Gregorio Hernández. 

A pesar de la situación por la que atravesaba Venezuela en su tiempo, contribuyó en la construcción de un país modernizando la medicina, co fundando la Academia Nacional de la Medicina en 1904. Puso sus dones al servicio de la comunidad haciendo presente a Dios en todo momento.

De su gran amor a la sagrada Eucaristía que profesó desde niño y la cual a los 12 años escribió un opúsculo que son recomendaciones para participar en la Misa con aprobación de Monseñor Hilario Bosset, Obispo de Mérida. Es admirable que a pesar de sus ocupaciones tenía tiempo para asistir a la Eucaristía y comulgar diariamente, visitaba frecuentemente a Jesús sacramentado en el sagrario y en las exposiciones solemnes.

Participó en el primer Congreso Eucarístico que se realizó en Caracas en el año 1907 promovido por su director espiritual Monseñor Juan Bautista Castro, Arzobispo de Caracas en ese entonces, nuestro Beato tuvo una gran participación ya que formó parte en la Junta de Caballeros como Vocal para la preparación y organización de dicho Congreso que fue todo un éxito para ese momento.

Que el Beato José Gregorio Hernández interceda ante Dios por el cese de la pandemia en el mundo y de las demás enfermedades e interceda por cada uno de nosotros y también por Venezuela para que prevalezca la justicia, la paz y los valores y cristianos en esta hermosa nación consagrada al Santísimo Sacramento, y por la que nuestro Beato profesó verdadero amor encontrando consuelo y fortaleza para cumplir su misión en la vida cotidiana.

                            

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