El Camino Neocatecumenal realiza sus encuentros vocacionales en varias partes del mundo en los que jóvenes, adultos y familias misioneras, se levantan en los auditorios para entregarse al servicio de Dios.
Publicado el 19/10/21
“La mies es mucha y los obreros son pocos”, repiten citando a Jesucristo
Las expectativas de más de 900 asistentes al encuentro vocacional del Camino Neocatecumenal, correspondiente a la zona oeste de Caracas y Guarenas (estado Miranda), iban en aumento en la medida que se acercaba el sábado 16 de octubre.
Una intensa jornada de formación los reunió en la Diócesis de Guarenas y muchos tomaron la decisión más importante de sus vidas: entregarse al servicio de Dios.
El Señor les llama a que lo sigan
La estructura de los encuentros vocacionales parece sencilla, pero esta vez no fue así motivado a la pandemia por lo cual aplicaron medidas de bioseguridad. De hecho, este encuentro tenía un año pospuesto, explicó para Aleteia el padre Guillermo María Alberto Hernández, uno de los organizadores procedente de Caracas.
Inicia con una procesión de la Virgen María que en esta ocasión fue Nuestra Señora de Copacabana, patrona diocesana de Guarenas. “Luego se invoca el Espíritu Santo y se da una catequesis sobre el Kerigma, que es el centro de nuestra fe cristiana. Porque parece tonto que escuchando una palabra y según en qué condiciones, se pueda dar la salvación. Sin embargo, el que escucha sabiendo que Dios puede transformarlo, lo cambia”, aseguró.
Los acompañó monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla, titular de la Diócesis de Guarenas. El movimiento siempre invita al obispo para que presida estos encuentros y les dé su bendición. Había sido pospuesto durante un año por motivos de la pandemia. El prelado los acompañó y tuvo palabras de aliento para los entusiasmados miembros del Camino.
“Después de esa preparación especial en el día de hoy, el Señor les llama a su seguimiento. Seguir a Jesús y comprometerse con Él, es el reto que les quiero hacer a los jóvenes y familias en este encuentro”, dijo tocando la “Cruz Gloriosa” del evento.
“Es la hermosura de la misión a la que el papa Francisco nos ha convocado: ser una iglesia en camino y en salida. Debemos discernir escuchando lo que nos dice la gente y caminar con ellos dándoles esperanza, ánimo y mucha fortaleza”, añadió Tulio.
Familia misionera con 26 años en Caracas
“Todas las noches había disparos y mi esposa Toñi por un buen tiempo no deshizo las maletas y en su temor, decía: ¡mañana nos regresamos para España!”, explicó Juan Carlos a sus hermanos. A pesar de las duras experiencias, cumplen su compromiso.
Juan Carlos con la guitarra en mano, ratificaba emocionado: “Dios tiene trazada la vida para cada uno de nosotros. Sea tarde o temprano, si Él te ha llamado a su servicio, le vas a entregar tu vida”.
Vale decir que en esta comunidad, el sacerdote Antonio María Zubía Cincunegui, fundó la “Ciudad de la Esperanza” en el año 1998, publicó Aleteia.
Con el tiempo, la misión fue cambiando ya que la gente allí evangelizada, asume la responsabilidad de llevar adelante la misión por ellos emprendidas. Y, Juan Carlos y Toñi, se encargaron de sus comunidades como catequistas de la zona oeste de Caracas.
“Faltaba Dios en mi corazón”
Otro testimonio muy esperado era el del padre Adolfredo Pérez Ynfante, actual párroco de Nuestra Señora de los Dolores de Caracas. Su experiencia fue vital en el encuentro. Nació en Caracas el 23 de noviembre de 1981 y luego de su formación en Redemptoris máter, fue ordenado el 26 de julio de 2015.
Después de graduarme en electrónica tuve un excelente trabajo y no me faltó nada material. El éxito me sonreía por todas partes. Era como si estuviera realizado. Pero había un hueco en mi corazón que solo fue llenado con Dios, dijo ante la audiencia.
En anterior reportaje para Aleteia, Adolfredo fue descrito como “un sacerdote con olor a oveja”, cercano a la vida de las personas para llevarlos a Dios. Él fue el responsable de hacer la invitación a los jóvenes, dispuestos a servir a Dios: “¡Aquellos hermanos que desean entregar su vida a Dios como sacerdotes, pasen adelante!”, expresó.
Ante sus palabras, ocho jóvenes salieron corriendo hacia el escenario para recibir la bendición del obispo. Asumen así públicamente el deseo de formarse como sacerdotes. Luego, acudieron 9 chicas con deseos de entregarse a la vida religiosa; y más tarde, 26 familias (padres, madres e hijos) que quieren salir de Venezuela como misioneros.
Más un millón y medio de miembros en el mundo
Guillermo María Alberto, quien tiene 10 años en la parroquia María Madre del Salvador, en conversación describió al Camino Neocatecumenal como una iniciación cristiana posbautismal.
“Es decir, una iniciación cristiana que se propone para los bautizados que quieren profundizar en el bautismo recibido. Esto, porque muchos han sido bautizados y no saben lo que significa realmente vivir como cristianos”, expuso.
Explicó que esta organización eclesial sirve como catecumenado para los que no están bautizados, también para adultos que piden el sacramento del Bautismo y se preparan para ello. Destacó que han sido numerosas las intervenciones de los Papas sobre esta iniciación cristiana.
“Desde san Pablo VI, pasando por el papa de la sonrisa, Juan Pablo I; y también sobre todo con san Juan Pablo II, Benedicto XVI y el actual papa Francisco”.
Entre los muchos trabajos de evangelización que realizan está el vinculado con las familias. “Muchos son los milagros de familias que estaban destruidas y que han sido reconstruidas por la fe, porque es la base de todo”, expresó el padre Guillermo María.
“Salvando a la familia, se salva a la Iglesia, con numerosas vocaciones al presbiterado, a la vida religiosa, y un carisma que nace con el Camino Neocatecumenal es el de la familia misión. Se van a sitios lejanos donde no existe la presencia de la Iglesia, y con un presbítero hacen la implantatio ecclesiae, donde nace una comunidad de hermanos, donde poco a poco puedan dar los signos de la fe: el amor y la unidad”, indicó.
Bajo la mirada de la “Patrona del Camino”
El retrato de María Carmen Hernández Barrera y el ícono llamado Pantocrátor representando a Cristo con la inscripción: “Amad a vuestros enemigos, vengo pronto”, adornaban el escenario del colegio “Jesús María Marrero” de esta ciudad mirandina.
Carmen Hernández fue cofundadora del movimiento junto a Francisco José “Kiko” Argüello Wirt y el sacerdote italiano Mario Pezzi. Falleció el 19 de julio de 2016 y cumplido el lapso formal de cinco años, el lunes 19 de julio de 2021, comenzaron su causa de beatificación en el arzobispado de Madrid. Al menos 1500 “favores” recibidos desde más de 70 países, acompañan la petición.
El movimiento denomina a Carmen como la “Patrona del Camino”, pero deben esperar a que su beatificación sea una realidad. El inicio de la causa de beatificación de Carmene Hernández es una buena noticia para todos en la Iglesia porque es ejemplo a seguir para cada catecúmeno en Venezuela y el mundo, dijo uno de los jóvenes.
Actualmente el Camino Neocatecumenal tiene más de un millón y medio de miembros alrededor del mundo. Cuentan con 130 seminarios “Redemptoris máter” que nutren a la iglesia, especialmente en zonas misioneras y aquellas diócesis escasas de clérigos.
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