Iglesia Venezolana celebró la beatificación del Padre Luis Ormiéres



El cardenal Urosa recordó que las Hermanas del Santo Ángel, fundadas por el padre Ormiéres, realizan actividades pastorales y religiosas en 11 comunidades distintas de Venezuela, 4 de ellas en Caracas

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Fotos: Hermana Ileane Tolosa (SAC)
12 de mayo de 2017

Representantes de la iglesia venezolana y las Hermanas del Ángel de la Guarda, celebraron en diferentes arquidiócesis y diócesis del país, la beatificación del padre Luis Antonio Ormiéres (1809-1890), fundador de esta congregación, cuya ceremonia central se cumplió el 22 de abril en la catedral de Oviedo, España, siendo presidida por el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la congregación para las Causas de los Santos.

Fue así como el domingo 7 de mayo, en la Catedral Metropolitana de Caracas, el cardenal Jorge Urosa Savino, en el marco de la LIV Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y en la festividad del Buen Pastor, ofició una misa en la que describió al padre Ormiéres como un sacerdote diocesano de “insignes virtudes”.

Las Hermanas del Ángel de la Guarda”, conocidas también como Hermanas del Santo Ángel, participaron de la procesión inicial de la misa con un afiche del nuevo beato, siendo felicitadas “de todo corazón” por el arzobispo de Caracas.

Él, imitando a Jesús, fue realmente un buen pastor como Nuestro Señor Jesucristo”, dijo el cardenal Urosa en su homilía, dedicada en buena parte al padre Luis Ormiéres, que nació en Quillán (Francia) el 14 de julio de 1809, “en plena época de revolución”.

“Hoy, a través de la benemérita congregación que él fundara, las Hermanas del Ángel de la Guarda, sigue presente en el mundo, para proyectar la luz de Cristo, la luz de la vida, para que los niños y jóvenes de las escuelas y parroquias donde las Hermanas del Santo Ángel realizan su labor apostólica, tengan vida y vida abundante”, acotó.

El arzobispo de Caracas expresó su agradecimiento a Dios, porque estas religiosas “también están con nosotros en Venezuela desde 1950, y realizan actividades pastorales y religiosas en 11 comunidades distintas, 4 de ellas en Caracas. Así perpetúan ellas la vida y obra del padre Ormiéres en nuestra Patria”, sostuvo Urosa.

Recordó que Ormiéres recibió la ordenación sacerdotal a la edad de 24 años, y como sacerdote diocesano “trabajó intensamente, con gran dedicación y abnegación en varias parroquias muy difíciles, incluso una donde había epidemia de peste, a la cual se ofreció a ir, dándonos ejemplo a nosotros, los seminaristas, sacerdotes y Obispos de la Iglesia”.

Reconoció que para el padre Ormiéres “el servicio a los demás estaba por encima de cualquier otro interés y también del riesgo de su misma vida como lo demostró en su entrega a los afectados por las epidemias en Camus (1838 y 1845)”.

“Fue un hombre de acción y de fidelidad que respondió al llamado de Dios, siguiendo con decisión su vocación al ministerio sacerdotal para ser buen pastor como Nuestro Señor Jesucristo. Se consagró a atender a la educación de los niños de las montañas del sur de Francia, que carecían de cultura y formación cristiana; de ahí su esfuerzo por conseguir religiosas que junto con él se entregaran generosamente a esta causa”.

Indicó que en 1839 fundó la primera escuela, con tres religiosas que más tarde dieron origen a la Congregación de las Hermanas del Ángel de la Guarda. “Vivió su vocación de educador con esmerada atención a la formación de los niños más desfavorecidos, pues estaba persuadido de que donde están los pobres allí debe estar la Iglesia”.

También destacó su “gran personalidad e iniciativas oportunas y eficaces, totalmente consagrado al Señor, con un gran deseo de evangelizar. Expresaba su anhelo en una de sus máximas: “Formar verdaderos discípulos de Jesucristo es nuestro único fin”. El padre Ormiéres “murió en fama de santidad, rodeado del afecto de los suyos,  en 1890”, acotó durante la homilía.

El cardenal Urosa indicó que el padre Ormiéres dio al Señor una respuesta pronta y generosa que también contagiaba a las religiosas del Ángel de la Guarda a ser “verdaderos ángeles custodios del prójimo necesitados de guía y de consuelo, con una actitud de sencillez humilde y confiada en el Señor, de generosidad en el servicio, de disponibilidad al anuncio del Reino de Dios mediante el testimonio coherente del Evangelio”, dijo citando al cardenal Ángelo Amato, durante la beatificación en Oviedo.

Hermana Griselis: “Todos tenemos una misión que cumplir”
Blanca Griselis Velásquez, una de las religiosas venezolanas integrante de las Hermanas del Santo Angel, tuvo palabras de agradecimiento por la celebración que se realizó en la Catedral de Caracas. 

“Agradecemos a todos los amigos, amigas, vida religiosa que nos acompañó, además unido a la celebración de la campaña Vocacional”, dijo la religiosa.

“Todos tenemos un llamado y una misión que cumplir, todos estamos llamados a responder a la llamada del Buen pastor Jesús de Nazaret, que nos dice: “escuchen mi Palabra y pónganla en práctica”, escuchar y poner en práctica, siguiendo su mandamiento. “Ama, ama”, escribió.

Comentó que esta celebración “es una oportunidad más para seguir agradeciendo que necesitamos ángeles para continuar construyendo la sociedad que todos queremos”. Igualmente, agradeció a otros miembros de la vida consagrada presentes; a los representantes de la AVEC, sacerdotes, seminaristas, comunidad de Escuela San José, Cecal, “todos los que nos permiten seguir comprometidas en la construcción del Reino”.

Finalmente, Griselis Velásquez dio “gracias a las Hermanas del Ángel de la Guarda por estos 64 años de presencia en Venezuela”.

En otras ciudades de Venezuela

La alegría por la beatificación del padre Luís Antonio Ormiéres no se redujo únicamente a Caracas, en el centro del país también se cumplieron diversas actividades por su elevación a los altares con misas, encuentros comunitarios, charlas en los colegios y hasta caminatas, se realizaron como parte de los festejos.

Entre las celebraciones se encuentra la realizada en “Playa Grande, en la diócesis de La Guaira, con monseñor Raúl Biord Castillo. También en la diócesis de Apure, en la comunidad de Arichuna con monseñor Alfredo Torres. 

En Ocumare del Tuy, el obispo de la diócesis de Los Teques, monseñor Fredy Fuenmayor celebró una eucaristía; como también ocurrió en la diócesis de San Felipe, donde la eucaristía fue presidida por monseñor Nelson Martínez Ruts, obispo emérito de esta iglesia yaracuyana.








Publicar un comentario

0 Comentarios