Uno
de sus carismas, la misión, toma mayor impulso, y es parte fundamental de su
actual acción evangelizadora, ha dicho recientemente Monseñor Baltazar Porras
Cardozo
Fotos: Centro de Historia y
Espiritualidad Buen Pastor
Caracas,
20 de diciembre de 2014.- El tiempo de Adviento o preparación de la Navidad en
Venezuela, también ha sido motivo para festejar de manera simultánea la llegada
del Niño Dios y la presencia de la Congregación de Jesús y María –mejor
conocidos como los Padres Eudistas-, cuyo arribo a San Cristóbal, estado
Táchira, se produjo el 8 de diciembre de 1924.
Aunque
los festejos centrales coincidieron con la fiesta de la Inmaculada Concepción,
no obstante, el transcurrir festivo de diciembre ha permitido conocer más acerca
de estos sacerdotes dedicados a las actividades misioneras, y a la formación
espiritual y doctrinal de los presbíteros y de los aspirantes al presbiterio.
La
Congregación fue fundada por San Juan Eudes, el 25 de marzo de 1643, en Caen, Francia.
Luego de las penurias sufridas durante
la Revolución francesa que les produjo el cierre de sus casas (1792), la dispersión
de sus sacerdotes y que generó cuatro mártires, tendrán que esperar casi
treinta años para comenzar la recuperación.
En
1883, fundan en Colombia varios seminarios desde donde se asentarán con fuerza
en el Nuevo Mundo, pero pasarán poco más de treinta años para llegar a
Venezuela.
“Formando y Evangelizando”
El
Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino, y el actual Provincial de
los Eudistas en Venezuela, Padre José Antonio Sabino; así como el Arzobispo de
Mérida, Monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo, entre otros destacados religiosos,
no han dejado pasar la fecha sin recordar los 90 años de la presencia de los
Hijos de San Juan Eudes en el país.
Resaltaron la importancia de estos en la
formación de buena parte del clero nacional, especialmente de muchos de la
actual generación de Obispos.
“Bajo
el manto de nuestra madre inmaculada, María Santísima de Coromoto, llegaron los
Padres Eudistas hace 90 años a nuestra patria, para realizar una extraordinaria
labor ‘formando y evangelizando’, como afirma el acertado lema de este año
jubilar”, dijo el Cardenal Urosa durante una eucaristía que presidió en
compañía de miembros de la Congregación, para dar gracias a Dios por este
hecho.
Desde
el principio de su actuación cultivaron las vocaciones criollas, especialmente
en la región andina; pero más tarde, los fundadores fueron acompañados por los
Padres Alfonso Monsalve, Helímenas Rojo Paredes, Teófilo Briceño, Pedro Nicolás
Bermúdez Villamizar, Luis Alfonso Márquez, y Ramón Rivas, para acrecentar su
trabajo.
El
Purpurado comentó que en 1954, los Padres Eudistas fueron llamados por el Arzobispo
de Caracas de la época, Monseñor Rafael Arias Blanco, quien los
había conocido en el Seminario de San Cristóbal, para que asumieran la dirección
del Seminario de Caracas hasta diciembre del año 1975.
“Guardo
un gratísimo recuerdo de esos años, pues tuve el privilegio de ser formado por
un selecto grupo de sacerdotes realmente insignes, consagrados a Dios, de una
entrega total a la Iglesia, de gran virtud y ciencia, que dejaron honda huella
en los sacerdotes que fuimos sus alumnos, muchos de los cuales hemos sido
llamados al ministerio episcopal”, dijo.
De
igual manera el Cardenal Urosa precisó que dieciocho de los actuales Obispos
venezolanos fueron formados total o parcialmente por los eudistas en el
Seminario de Santa Rosa de Lima de Caracas, y uno más, en Mérida.
Por
su parte, Monseñor Porras Cardozo ha comentado que el honor de llevar a cabo el
inicio de esta acción apostólica en Venezuela corresponde al padre Pedro
Buffet, quien se convierte de esta manera en “el primer rector del nuevo
seminario menor que bajo la advocación de Santo Tomás de Aquino, abrió sus
puertas en tierras andinas”.
El
Arzobispo de Mérida ha escrito que los padres eudistas “se afianzaron en el occidente del
país, primero en el Táchira, luego en Maracaibo y Mérida, abriendo casa propia
de formación en La Grita (1934), en el seminario de Kermaría”.
Sin
embargo, explicó: “luego del Concilio Vaticano II (1962-1965) comenzó el traspaso de los
seminarios a formadores diocesanos; y, en la actualidad, prácticamente todos
los seminarios están en manos del clero secular, ayudados en algunos casos con
presencia de formadores religiosos”.
Primer Eudista Venezolano en vías
de canonización
Monseñor
Miguel Antonio Salas ha sido unos de los Eudistas que ha marcado la vida de
buena parte de sacerdotes, obispos y arzobispos de Venezuela. Nació el 29 de
septiembre de 1915, en la aldea de Sabana Grande, en La Grita, estado Táchira. Fue
ordenado sacerdote el 24 de marzo de 1943; designado Obispo de Calabozo desde
1961 hasta agosto de 1969; y Arzobispo de Mérida desde el 15 de septiembre de
1979 al 5 de diciembre de 1991. Fallece en un accidente automovilístico el 30
de octubre de 2003.
“Quienes
lo conocimos, veneramos la memoria de ese gran sacerdote, (…) el primer eudista
venezolano, cuya causa de canonización ha sido recientemente abierta en
Mérida”, dijo de él Urosa Savino.
Igualmente,
respecto a este insigne sacerdote, Monseñor Porras Cardozo, expresó: “en mi
condición de arzobispo puedo dar fe de la santidad de monseñor Salas porque fue
un hombre sencillo, sabio, maestro de sacerdotes y fiel cumplidor de sus
deberes, dedicado a su misión pastoral y preocupado por los más necesitados”.
Con
motivo del inicio del año centenario de este religioso eudista, el pasado 29 de
septiembre hasta la fecha homónima de 2015, actual Arzobispo de Mérida, decretó
sea “año
centenario del nacimiento de Mons. Miguel Antonio Salas” para que iniciemos con
buen pie, bajo el amparo de Jesús y María, el proceso de beatificación de
nuestro querido antecesor”. El proceso ha sido avalado por El Vaticano.
En
definitiva, al arribar los Eudistas a los noventa años de presencia en
Venezuela, “otro de sus carismas, es la misión, toma mayor impulso, y es parte
fundamental de su actual acción evangelizadora”, considera Monseñor
Baltazar Porras.
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