Bajo el lema: “Mi familia y yo
serviremos al Señor”, comenzó en Ciudad de Panamá el Primer Congreso
Latinoamericano de la Familia (I COLPAFA) organizado por el CELAM.
Ramón Antonio Pérez / @GuardianCatolic
Publicado en: Aleteia
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“La mejor inversión que
puede tener su país no son las grandes edificaciones y economías prósperas,
sino tener una familia fuerte, donde se enseñe el respeto, el valor de la vida
desde su nacimiento hasta su muerte natural, donde se promueva el diálogo
generacional, donde los adultos mayores tengan el rol protagónico que le
corresponde, donde la niñez y la juventud se sientan amadas y protegidas”.
De esta manera lo expresó el
Arzobispo Metropolitano de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta,
durante su saludo a los delegados de 21 países Latinoamericanos y del Caribe, y
tres de Europa y Norteamérica, así como a algunos invitados especiales que
asistieron a la instalación del Primer Congreso Latinoamericano de Agentes de
Pastoral Familiar que se celebra del 4 al 9 agosto en la Ciudad de Panamá,
organizado por la Conferencia Episcopal Latinoamericana - CELAM.
El Prelado panameño recordó
el objetivo del congreso. “Nos reúne a todos
el mismo objetivo: fortalecer la familia”. Su intervención detalló las
luces y sombras que se mueven en torno a las familias latinoamericanas y del
mundo entero: “Sabiendo que la situación de la familia de hoy y sus desafíos no
se les pueden describir de modo simple y sencillo, pues es muy compleja:
pobreza, cambio de época, la aprobación de leyes en contra su naturaleza
familiar, van desafiando la pastoral de la Iglesia”, expresó.
Sin embargo, acotó: “vemos
con mucha esperanza -que en medio de estos desafíos- hay destellos de
esperanza”. Describió que por un lado “la semilla del evangelio sembrada en el
corazón de los pueblos del continente, permiten que muchas familias -aún en medio
del dolor y la pobreza- tengan la certeza que Cristo está con ellas, lo que les
anima y fortalece”. Y por otro lado, “el esfuerzo sostenido para promover y
fortalecer a la familia de muchos agentes de pastoral familiar -a quienes
ustedes queridos delegados de los países de América Latina y el Caribe están
representando en este Congreso- ha permitido la presencia viva de la Iglesia en
las familias”.
De igual manera dijo que la
familia en situación de vulnerabilidad pone en juego el destino de las naciones.
“Estamos convencidos que no solo nos estamos jugando los destinos de la Iglesia
sino de las Naciones, porque la familia está en una situación de
vulnerabilidad. Rescatarla y fortalecerla es una enorme responsabilidad que
tenemos en fidelidad simultánea a Cristo y a su Iglesia”, dijo a los delegados.
Recordó que la defensa de la
familia no es solo tarea de la Iglesia sino de toda la sociedad, alertando
además, que “la democracia se construye, invirtiendo en fortalecer la célula
fundamental para la Iglesia y la sociedad”.
Indicó que esto no es un
compromiso religioso sino de los mismos Estados quienes “deben proteger,
promover y garantizar el desarrollo social, cultural, espiritual, económico de
la familia, constituida por el hombre y la mujer, tal como nace del Proyecto de
Dios”.
Monseñor Ulloa recordó al
Papa San Juan Pablo II, en Familiaris Consortio (11), al expresar: “Dios es
amor y vive en sí mismo un misterio de comunión personal de amor. Creándola a
su imagen y conservándola continuamente en el ser. Dios inscribe en la
humanidad del hombre y la mujer la vocación y consiguientemente la capacidad y
la responsabilidad del amor y la comunión. El amor es por tanto la vocación
fundamental e innata de todo ser humano”. En ese sentido, finalmente expresó:
“uno de los modos de realización de ese amor es el matrimonio. ¡Familia sé lo
que eres!”.
Cabe resaltar que a la
instalación del primer congreso de la familia latinoamericana, asistieron
diversas personalidades religiosas y civiles de Panamá y del continente
americano. Como parte de la República de Panamá asistió la primera dama, Lorena
Castillo de Varela.
En sus palabras, Castillo de Varela dijo que “este evento
es de gran importancia no solo para Panamá, sino también para América Latina,
al resaltar los valores y el significado de una familia sana, tanto mental como
espiritualmente”.
De igual manera, dentro de
cada una de las intervenciones realizadas, se expresó la importancia de la
familia como núcleo, como Iglesia doméstica, como célula viva de la sociedad y
de la Iglesia. Los organizadores presentaron la canción del evento: “Mi familia
y yo, serviremos al Señor”. Así también, como pate de la programación, familias
y delegados de los países lucieron sus trajes típicos, banderas y portaron la
imagen de la advocación mariana patrona de cada nación.
El sacerdote venezolano
Antonio Velásquez, integrante del departamento de familia en el CELAM, dirigió
la oración del congreso encomendado los participantes a la Sagrada Familia de
Nazaret: Jesús, María y José. En un interín, recordó que los temas a tratarse
en el I COLPAFA son: Familia y Educación; Familia y Comunicación; Familia y
Vida (Políticas públicas); Familia y Economía; y Familia y Evangelización.
Por su parte, el Magister
Rodolfo Castro Salinas, director del Instituto para el Matrimonio y la Familia,
indicó que desarrollará el tema: “Familia y Economía: Desafíos”. Adelantó que
su ponencia se basa “en numerosos estudios que han investigado la incidencia de
tendencias actuales como el incremento del divorcio, el descenso de la
natalidad y la elección de convivencia en vez del matrimonio; en el
comportamiento económico y social de diversos países alrededor del mundo”.
Este I Congreso de Agentes
de Pastoral Familiar viene a ser la segunda etapa del proyecto: “Redescubriendo
la identidad de la Pastoral Familiar Latinoamericana, para la vida plena y la
comunión misionera”, el cual busca impulsar una reflexión sobre la riqueza
social de la familia desde distintas aspectos: las ciencias sociales, la
teología y la pastoral; para que comprendiendo su ser y misión se promueva la
vida plena y la comunión misionera en los hogares del continente
latinoamericano.
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