Más allá de la alegría, la fe y la
esperanza que los caracteriza, los venezolanos enfrentan una dura realidad sin
oportunidades de empleo y con mayor desigualdad en el acceso a la educación, publica Aleteia.
Sobreviven con “bonos politizados” y algunas “remesas familiares”
Ramón Antonio Pérez - Aleteia Venezuela
Publicado el
01/10/21
La Encuesta Nacional de Condiciones
de Vida (ENCOVI 2021), presentó su última investigación este 29 de septiembre,
en nombre de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Caracas. Las cifras
ratifican lo que ciudadanos como Jesús María González, de 45 años,
resume con una palabra de su día a día en Venezuela: sobrevivir.
Junto a la esposa y dos hijos
menores, Jesús María forma un núcleo familiar promedio que retrata lo que se
vive en la Venezuela de estos tiempos: desempleo, falta de medicamentos y
servicios óptimos en los centros médicos, niños sin estudios, falta de dinero
para comprar los alimentos básicos. Un futuro feliz, todavía no parece cerca.
A pocos meses de declararse la pandemia en marzo de 2020, González perdió su empleo de obrero en una fábrica de embutidos en Los Valles del Tuy. Desde entonces vende “bolsitas de aliño” para poder comer.
“A veces camino hasta cinco veces de arriba a abajo por
la avenida Baralt, sin vender un solo combo de tomates, cebollas y hojas de
aliño”, dijo frente al Mercado de “Quinta Crespo”, en Caracas.
Este hombre no sabe nada de
encuestas, pero su vida es parecida a la de millones de compatriotas. Es decir,
ENCOVI lo refleja claramente como parte de la Venezuela actual.
La investigación fue realizada entre
febrero y marzo de 2021, con cobertura de 22 estados y alcance de 17.402
hogares. El resultado es demoledor: en el último año la pobreza extrema
subió más de 8 por ciento; el empleo formal se redujo en 1,3 millones de
puestos de trabajo; y la cobertura educativa cayó 5 por ciento.
Además, un alto porcentaje de la
población depende de los bonos que otorga el gobierno a través del politizado
“Sistema Patria” con nombres como “Bono de la guerra económica”, “Máxima
eficiencia” y otros según el estado de animo de Nicolás Maduro. Otra parte,
sobrevive gracias a las remesas de familiares que salieron huyendo del país.
El estudio revela que la pobreza en
Venezuela se mantiene en “niveles máximos posibles de 94,5 por ciento”. Entretanto,
la pobreza extrema sigue creciendo y abarca dos tercios de los hogares del
país, con un 76,6 por ciento. Ello significa un alza de 8,9 puntos, desde los
67,7 por ciento en que se ubicaba el año 2020, conoció Aleteia de la
investigación. Ni más ni menos, allí están Jesús María y millones como él.
La “pobreza general” toca techo, la
“extrema” crece…
Luis Pedro España explicó que los
factores que más han afectado la calidad de vida de los venezolanos en el
último año han sido la crisis de combustible y las medidas preventivas contra
la COVID-19 (ambas retroalimentandose). Dijo que “la mitad de los venezolanos
en edad productiva han sido lanzados a la inactividad y los que siguen
trabajando lo hacen en condiciones mucho más precarias que en años anteriores”.
La pobreza de ingresos “tocó techo” y alcanzó el 94,5% de la población. “No es posible que esta cifra suba más allá, porque hay un 5% de la población que puede indexar sus ingresos para hacer frente a la inflación”, dijo España.
Además, resaltó que el incremento
de la pobreza extrema, esa que supone la incapacidad para comprar los alimentos
básicos, subió de 67,7% en 2019-2020 a 76,6%, es decir, 8,9 puntos porcentuales.
“La pobreza extrema de ingresos sigue abarcando a dos tercios de los hogares del país”, mencionó el experto durante la exposición.
“Las transferencias directas fueron 20% mayores para el
10% más pobre en 2019-20 que en 2021”, informó en la ponencia.
Menos de 5 dólares mensuales para
vivir
Expresó que el promedio de los bonos que entrega el gobierno es menor a 3 dólares y en promedio al mes, son 4,5 dólares.
“Si comparamos el valor de estos bonos -más la transferencia implícita que está asociada a las bolsas CLAP- con lo que necesitaría de ingresos un hogar en pobreza extrema para pasar a pobreza no extrema, estos bonos tendrían que ser 30 veces superiores a lo que se entrega en la actualidad”, indicó España.
La dimensión de la crisis es de tal
magnitud que, entre 2014 y 2021, el empleo formal se redujo en 4,4 millones de
puestos de trabajo. De los empleos que desaparecieron 70% eran del sector
público; el restante 30% del sector privado. Solamente en el año 2021 en
comparación con el período 2019-20, la disminución del empleo formal (tanto
público como privado) fue de 1,3 millones de puestos de trabajo.
“Además, solamente 40% de los
ocupados están en el sector formal de la economía”, agrega la nota de la UCAB
recibida por Aleteia. “Hoy uno de cada dos trabajadores está autoempleado y
57% trabaja en condiciones precarias”, dijo Pedro Luis España.
Como consecuencia, sigue aumentando
la dependencia de los ingresos no laborales, es decir, de los bonos del
gobierno, pensiones o remesas.
“Esta ENCOVI revela que los ingresos
no laborales representan casi 38% del ingreso de todos los hogares. En los
hogares en pobreza suponen el 43% del ingreso total, mientras en los no pobres
implican más de 20%. Los primeros dependen de las transferencias públicas. Los
segundos, de las remesas y las transferencias privadas internas”.
El investigador destacó que el
gobierno abandonó las misiones sociales y se concentró en las transferencias
directas y las cajas CLAP. Casi 80% de los hogares tienen carnet de la patria y
por lo tanto son potencialmente beneficiarios de los bonos gubernamentales.
“En 2021 más de la mitad de la
población mayor de 15 años ha recibido algún bono del gobierno”, precisó
España. Sin embargo, advierte que “estas transferencias son insuficientes para
cubrir las necesidades de la gente y ayudarlos a salir de la pobreza”.
Más desigualdad en el acceso a la
educación
Por su parte, Anitza Freitez,
coordinadora del Proyecto ENCOVI, explicó las consecuencias del cierre de los
centros educativos, a causa de la pandemia por la COVID-19. “Se ha reducido el
acceso a la educación inicial, con las implicaciones que eso tiene para la
formación elemental de los niños en esas edades. Los estamos excluyendo de
reducir el apresto inicial que todo joven necesita”, dijo en la exposición.
“Registramos niveles de exclusión
importantes desde 2017. Apenas el 17% de la población de 18 a 24 años todavía
permanece dentro del sistema educativo. Hemos visto con la nueva edición de
ENCOVI que hay una importante movilidad desde la educación privada a la
educación pública, imposible de atender por las instituciones estatales”.
¿Qué consecuencia trajo esto?, se preguntaban los más de 600 conectados a YouTube y Zoom.
“Hay un número importante de jóvenes que han quedado en un limbo, porque no tienen posibilidades de estudiar y tampoco tienen oportunidades para incorporarse en el mercado de trabajo con un empleo de calidad”, expresó Freitez.
¿Quién les presta atención a estas
cifras?
Francisco José Virtuoso, sacerdote
jesuita y rector de la UCAB, manifestó preocupación porque el Estado y los
sectores políticos prestan poca atención a estos estudios, y los invitó a tomar
esta referencia ahora que están en una mesa de negociación política.
“Tampoco vemos que los organismos
internacionales de cooperación, más allá de su interés por conocer estas cifras
se tomen el trabajo de aprovechar este insumo (...) No quiero pensar que la
polarización que existe en el país sea tan grave que obligue a muchos,
nacionales y extranjeros, a guardar silencio”, advirtió.
Virtuoso, en un contexto en el que
está prevista la realización de elecciones regionales y municipales, el próximo
21 de noviembre, espera que la data de Encovi sea evaluada por los candidatos
para que revisen sus planes de acción, aunque también hizo un llamado a los
ciudadanos organizados a conocer esta información y hacer uso de ella.
“Esperamos también que los votantes exijan a quienes se proponen como candidatos lineamientos frente a los graves desafíos que se presentan en este estudio”.
Aseguró que la UCAB ha realizado y seguirá realizando un esfuerzo sostenido para dar a conocer las cifras de la encuesta entre las organizaciones de la sociedad civil, “para que puedan utilizar estos resultados en sus múltiples esfuerzos de intervención”.
Los datos consolidados, el informe técnico y el informe narrativo de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2021 están disponibles, para descarga gratuita, en el portal del Proyecto Encovi. La presentación completa está disponible en YouTube.
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