Este 18 de julio falleció Monseñor Antonio José López Castillo, arzobispo emérito de Barquisimeto. Uno de sus amigos, el padre José Andrés Bravo H. recuerda cómo influyó en su decisión de ser sacerdote
Padre José Andrés Bravo Henríquez
Maracaibo, 18 de julio de 2021
Ante
la noticia del viaje eterno de Monseñor Antonio López Castillo, Arzobispo
Emérito de Barquisimeto, querido Sacerdote Zuliano nacido en El Moján, no puedo
dejar de expresar mi admiración, respeto y agradecimiento por quien ha formado
parte de mi vida Sacerdotal.
Permítanme
dar rienda suelta a mis recuerdos porque así es como puedo manifestar lo que su
vida ha significado para mí.
Precisamente, hoy que ha partido al cielo, hace 51 años siendo yo un muchacho de 15 años, tuve la extraordinaria experiencia de participar de una bella Eucaristía en el Templo Parroquial de San Rafael Arcángel, en El Moján, mi pueblo nativo, donde se ordenaba el joven Diácono Antonio José López Castillo.
Jamás había
experimentado tan especial fiesta de mi pueblo. Yo diría que fue una
manifestación de amor ante el hijo predilecto de Mara que recibía tan alta gracia,
la ordenación Sacerdotal.
El
pueblo vivió una cercanía de Dios y celebró que el Señor bondadoso y
misericordioso le regalaba tan especial felicidad y bendición.
La
gente que ocupó los espacios públicos del pueblo, observaba admirada la
presencia de Monseñor Domingo Roa Pérez, de numerosos Sacerdotes y
Seminaristas. Ahí fue cuando supe que existía la posibilidad de ser Sacerdote.
La alegría del Párroco, Padre Jesús Antonio Quintero, de feliz memoria, era contagiosa. Todos nos dimos cita en el Templo de la Virgen del Carmen y San Rafael Arcángel, con nuestros mejores vestidos.
Por primera vez un hijo del
pueblo marense se ordenaba Sacerdote en el mismo pueblo. Ochos Sacerdotes marenses
anteriores recibieron sus ordenaciones en otro lugar sagrado.
Monseñor
Antonio López significa una riqueza especial para nuestro pueblo y para toda
nuestra Arquidiócesis. Un testimonio de fe y entrega, era escuchado y
contemplado.
Ante este acontecimiento cristiano, el Sacerdocio de Monseñor Antonio López, yo me decidí a comenzar mi proceso de discernimiento vocacional en el Centro Vocacional de Maracaibo.
A los diez años El Moján vivió de nuevo la experiencia
de una ordenación Sacerdotal, mi ordenación. El Padre Quintero comenzó la
predicación de mi primera Eucaristía haciendo referencia a la experiencia de
diez años anteriores cuando también dictó la homilía de la primera Eucaristía
presidida por Monseñor Antonio López.
Por
estos gratos recuerdos mi existencia hoy se convierte en Acción de Gracias por
la persona de quien hoy su Sacerdocio se hace Eterno. ¡Alabado sea mi Señor!
Luego,
su vida Sacerdotal me acompañó durante toda mi existencia, como formador en el
Centro Vocacional, como hermano y amigo, como Vicario General, como Obispo
Auxiliar, siempre atento para aconsejarme, para tomarnos sus famosos “cafecitos
católicos”, su cercanía, su testimonio.
La
Arquidiócesis de Barquisimeto, el Administrador Apostólico Monseñor Víctor Hugo
Basabe, el Clero de Barquisimeto y todos los fieles que caminan en esta Iglesia
particular, se unen en oración y duelo ante el sensible fallecimiento de Monseñor
Antonio José López Castillo, arzobispo emérito de nuestra Arquidiócesis, hecho
ocurrido en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, el 18 de julio de 2021,
aniversario de su ordenación sacerdotal.
Monseñor
Antonio José López Castillo nació el 9 de julio de 1945, en El Moján, distrito
Mara del estado Zulia, en la Arquidiócesis de Maracaibo. Entró en el Seminario
Menor de Maracaibo, donde consiguió el bachillerato, y después ingresó en el
Seminario Mayor Interdiocesano “Santa Rosa de Lima” de Caracas, para los estudios
de Filosofía y de Teología.
Recibió
la ordenación sacerdotal el 18 de julio de 1970, incardinándose en la
Arquidiócesis de Maracaibo. Después de nueve años de ministerio sacerdotal,
durante los cuales ejerció el cargo de Vicario Parroquial (1970-1972) y de
Director del Centro para las Vocaciones (1972-1979), fue enviado a Roma donde,
en 1981, obtuvo la Licenciatura en Teología Moral en la Pontificia Universidad
Lateranense.
A
su regreso a Venezuela fue nombrado párroco y, al poco tiempo, Pro-Vicario General
y después, en 1985, Vicario General de la Arquidiócesis de Maracaibo. Al mismo
tiempo, enseñaba Teología en el Seminario Arquidiocesano, ejercía como juez del
Tribunal Eclesiástico y era director del diario católico La Columna. Estando en
Maracaibo, obtuvo la Licenciatura en Filosofía, en la Universidad del Zulia
(LUZ).
El
2 de marzo de 1988, el Papa Juan Pablo II nombró a Monseñor López Castillo Obispo
titular de Teuzi y auxiliar de Maracaibo. Recibió la ordenación episcopal el 28
de mayo de 1988. El 1° de agosto de 1992 fue nombrado Obispo de Barinas y el 27
de diciembre de 2001 fue nombrado Arzobispo Metropolitano de Calabozo.
El
22 de diciembre de 2007 el Papa Benedicto XVI lo nombró Arzobispo Metropolitano
de la ciudad de Barquisimeto, iglesia a la que guio con amor y verdad durante
13 años de servicio pastoral. El 25 de marzo de 2020 el Papa Francisco aceptó
su renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Barquisimeto por
motivos de salud.
Como
Iglesia barquisimetana agradecemos a Dios la vida consagrada de Monseñor Antonio
José López Castillo, así como su ardua labor pastoral, su cercanía con el pueblo
de Dios y su defensa continua de los derechos de los más desfavorecidos.
Con
la esperanza puesta en el Señor de la vida y vencedor de la muerte, pedimos por
su descanso eterno e invitamos a todas nuestras parroquias, vicarías y
feligresía en general a elevar oraciones y celebrar la eucaristía por quien en
vida fue pastor de este rebaño y que la semilla de bien que sembró entre
nosotros pueda fructificar y permanecer por generaciones. QEPD.
En
Barquisimeto, a los 18 días del mes de julio del año dos mil veintiuno.
PASTORAL
DE LA COMUNICACIÓN | ARQUIDIÓCESIS DE BARQUISIMETO
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