Las peticiones del obispo de San Cristóbal se produjeron durante la celebración eucarística por los 410 años del Santo Cristo de la Grita, que esta vez realizó de forma privada debido a la pandemia de la Covid-19
Ramón
Antonio Pérez // @GuardianCatolic
San
Cristóbal 6 de agosto 2020
Con Nota de Prensa DiócesisSC
Monseñor Mario del
Valle Moronta Rodríguez pidió al "señor Nicolás Maduro" que destine los recursos necesarios para los hospitales,
a fin de que el personal de salud pueda combatir la pandemia del Covid-19 sin
poner en riesgo la vida de los médicos y demás personal de a salud.
La petición la hizo en nombre de los migrantes venezolanos que han regresado al país en medio de la pandemia del coronavirus, y se encuentran de manera temporal en los Puntos de Asistencia Social Integral (PASI) instalados en la frontera entre Colombia y Venezuela. También lo hizo en nombre del pueblo del Táchira, aunque “sin ningún compromiso de tipo político”, dijo hacia el final de la eucaristía, que este 6 de agosto celebró en la catedral de San Cristóbal, en por los 410 años del Santo Cristo de La Grita.
“Quiero hacer una
petición al señor Nicolás Maduro: que destine los recursos necesarios para que,
en nuestros hospitales, nuestros médicos tengan lo que necesitan, porque no
puede ser que se estén exponiendo cuando están haciendo su servicio. Quiero pedirle de corazón que lo haga no solamente
aquí en el Táchira sino en todo el país”, dijo.
El obispo diocesano,
igualmente agradeció a Dios y bendijo “la entrega de estos médicos que
arriesgan su vida”, insistiendo en que “el
Estado les provea de lo que necesitan”, se observa en el video que la
Diócesis de San Cristóbal publicó en su perfil de YouTube.
Gesto de buena voluntad por los presos políticos
Asimismo, el prelado pidió al gobierno de Maduro “un gesto de buena voluntad” en favor de los presos políticos que están en las diferentes cárceles del país. “Sé que es difícil que acepten, pero quiero pedirles de todo corazón a las autoridades que liberen a aquellos presos que por motivos políticos están detenidos”, expresó al final de la misa.
“Que les hagan sus
juicios si quieren, pero en libertad”, acotó monseñor Moronta, mencionando “de
manera especial” a los diputados por Táchira Juan Requesens, Renzo Prieto y al
joven Deivis Jaimes. “Hagan un gesto de buena voluntad”, reiteraba.
“Le hablo al
corazón, no le hablo al político. Le hablo al hombre que puede tener
sentimientos. Háganle ese regalo al Santo Cristo de la Grita. Háganle ese regalo
a José Gregorio Hernández que pronto será beatificado. Háganle ese regalo al
Dios de la vida que está en medio de nosotros”, expresó con profundo
sentimiento.
Los festejos del Santo Cristo de la Grita
“Hoy, por las circunstancias que atravesamos a causa de la pandemia del Covid-19, nos ha sido impedido caminar con nuestros pies y llegar hasta la ciudad santuario”, expresó Moronta al inicio de la eucaristía, dice la nota recibida por El Guardián Católico.
La ceremonia que cada año es multitudinaria, en esta oportunidad se efectuó a puerta cerrada, sólo con la participación de un reducido número de sacerdotes. La imagen de la réplica del Santo Cristo de La Grita se observó en el altar central, mientras los fieles participaron a través de las redes sociales, la radio y la televisión.
“¡Qué bonito es poder saber que cada uno de nosotros es reflejo del Señor de La Grita! ¡Qué emoción nos da el hecho de ser nosotros eco de la exclamación litúrgica: ¡Este es el árbol de la Cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo!”, exclamó.
“Hoy le podemos
decir al mundo entero que celebramos al árbol de la vida, sembrado en estas
tierras andinas y que se alza como el faro luminoso que guía nuestras sendas y
da sombra de amor a nuestras. Existencias”, agregó Moronta en su mensaje.
El Obispo
profundizó en su reflexión sobre la Cruz, que es el árbol de la vida: “al
conmemorar al Santo Cristo de La Grita, los textos bíblicos ya reseñados nos
permiten dar una luz clara sobre lo que celebramos. Podemos deducir claramente
cómo el nuevo árbol de la Vida es la Cruz, desde donde brota nuestra
salvación.”
Indicó que “quien
está allí en ese árbol se da a conocer a todos sin distinción y nos ha unido a
Él, como la vid con sus sarmientos. Por ese hecho maravilloso no sólo sentimos
la fuerza penetrante de su gracia, cual savia que nos alimenta, sino también la
capacidad de dar fruto que permanece”.
Por las
situaciones vividas durante la pandemia, se “ha puesto al descubierto nuestras
limitaciones, pequeñeces y deficiencias. Pero, también ha sido un tiempo para
reconocer la presencia del Señor en medio de nosotros. Han sido meses duros y
quizás falta más tiempo para superar esta emergencia sanitaria”, añadió.
Al final de la
ceremonia, monseñor Moronta realizó la plegaria de la Consagración al Santo
Cristo, señaló que “Es la decisión de seguir su misión, de continuar la siembra
del nuevo bosque de vida en medio de nuestra región y desde aquí para todo el
mundo”.
Finalmente, anunció que a partir del 8 de agosto se iniciará la “Peregrinación virtual con la Virgen de la Consolación”, que por las mismas razones de la cuarentena no se será celebrada de manera pública.
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