En un mensaje con motivo de
la Navidad 2025, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) hizo un llamado a la
reflexión sobre la paz, un valor que consideran “ensombrecido” por realidades
nacionales como la inestabilidad económica, la violencia política y las
tensiones geopolíticas.
Publicado el 24 de diciembre de 2025
Bajo el lema “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”, tomado del Evangelio de san Lucas 2,14, los obispos venezolanos destacaron a través de un comunicado dado a conocer el 22 de diciembre de este año, la urgencia de priorizar el diálogo y la justicia social en un país marcado por la polarización.
Entre el anhelo y la realidad
Los obispos iniciaron su mensaje recordando la esencia de la Navidad como un tiempo para “anunciar y vivir la paz”, resaltando las tradiciones venezolanas como las misas de aguinaldos y las parrandas.
Sin embargo, contrastaron esta celebración con un
panorama nacional complejo que incluye la presencia de fuerzas militares extranjeras en el
Caribe, la inflación descontrolada, las sanciones económicas internacionales y
la criminalización de migrantes.
La violencia verbal y la descalificación reinante en nuestra dinámica política [...] el empobrecimiento generalizado de la población que sufre una galopante inflación y una economía desestructurada (Párrafo 3).
Con esta cita la CEV sintetiza
los desafíos que erosionan la paz dese su punto de vista pastoral, apuntando
que la retórica política agresiva hasta la crisis económica que afecta a
millones.
“No podemos cantar 'ventura y paz'
mientras hay venezolanos que no tienen acceso a alimentos o medicinas”,
subrayaron indirectamente al referirse a las “confiscaciones de recursos
naturales"” y las “estructuras políticas que mantienen la mentira
sistémica”.
Un camino hacia la paz “Desarmada”
“La paz se construye día a día [...] en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta una justicia más perfecta entre los hombres”, expresan los obispos de Venezuela, citando a San Pablo VI), pero una paz basada en la justicia social y el diálogo.
Por ello, los prelados
insistieron en que la paz auténtica “no se logra con la violencia”, sino
mediante el respeto a los derechos humanos y la inclusión. Criticaron las “soluciones
poco realistas” de actores políticos y exhortaron al Estado a cumplir su rol de
garante del bien común.
“La paz que nace en Belén es
desarmada y desarmante”, recordaron, citando al Papa León XIV. Este concepto,
según la CEV, implica abandonar discursos de odio y trabajar por un desarrollo
integral. “Sin justicia, cualquier tregua será efímera”, advirtieron, aludiendo
a la exclusión de sectores vulnerables.
Un llamado a la corresponsabilidad
El mensaje concluyó con un
llamado a la ciudadanía y a las instituciones a asumir su rol en la
construcción de la paz. “Cada venezolano, desde su trinchera, puede ser
artífice de reconciliación”, afirmaron, mientras encomendaron el país a la
Virgen María y San José.
En un gesto de esperanza, los
obispos desearon una Navidad “verdadera, feliz y bendecida”, aunque dejaron
claro que este deseo solo se materializará con acciones concretas.
Mientras Venezuela enfrenta uno de los diciembre más crítico de su historia, el mensaje de la CEV resuena como un recordatorio: la paz no es solo un regalo divino, sino una tarea humana.

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