El
Obispo de Guarenas busca apoyo para continuar con estas actividades y llevarle
soluciones concretas a la población necesitada; en una jornada de salud reciente,
atendieron a 400 pacientes con diferentes patologías
Ramón
Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Guarenas, 7 de julio de 2019
La
estrategia fue sencilla y efectiva, involucrando a los movimientos de
apostolado de la parroquia Jesús Obrero de Los Naranjo, en Guarenas. Primero visitaron
a cinco sectores cercanos a la comunidad parroquial, detectando las necesidades
de salud más sentidas en niños de cero a doce años y adultos mayores. Luego, invitaron a los pacientes censados a la
instalación religiosa para recibir la respuesta adecuada durante un operativo
de salud que se cumplió el 30 de junio.
Entre los sectores visitados
estuvieron Ciudad Tablita, Ciudad Perdida, Santa Bárbara, Barrio Zulia y Rosa
Mística. La jornada se cumplió con el grupo de médicos, la Pastoral de la salud
y Caritas diocesana, la fundación Pan del Cielo y otras organizaciones
allegadas al padre Pedro José Guerra Martínez.
Una de las vecinas
que llegó para ser atendida fue la señora Calixta Elena Ruiz Rodríguez,
habitante del barrio Zulia. Hace seis años Calixta sufrió una caída y desde
entonces ha padecido de intensos dolores en la cadera e impedimentos para mover
el fémur derecho. Calixta fue atendida por el traumatólogo y luego presentó su
caso a la Fundación Raziel que procurará encontrar una ayuda.
“Durante estos seis
años me han dado varios presupuestos para comprar una prótesis sedimentada de
cadera derecha, pero no tengo dinero; también me resulta complicado encontrar
los medicamentos que me alivien los dolores. Me voy de este operativo con mucha
alegría por la atención y una gran esperanza”, dijo.
Como ella, fueron atendidos otros 400 pacientes en diferentes modalidades de salud vinculadas a las áreas de pediatría, nutrición, medicina interna, traumatología, ginecología, cardiología, gastroenterología, oftalmología y odontología, entre otras, dijo la doctora María Collazo al final de la jornada, cuando le presentó los resultados al obispo de la Diócesis de Guarenas.
Algunos pacientes
recibieron la atención primaria, y otros, luego de la evaluación, fueron
remitidos con sendos informes a los especialistas de los centros médicos de Guarenas
– Guatire y las fundaciones amigas que están dispuestos a recibirlos y
atenderlos en el proceso de recuperación.
Consideró que jornada
de este tipo no son un paliativo sino una solución concreta por parte de la
iglesia para ayudar a solventar la crisis de salud que sufren los venezolanos. “Por eso necesitamos que las instituciones y
empresas privadas ayuden a la Iglesia”, solicitó.
Explicó que el grupo
de profesionales que le acompañaron en esta jornada cumplen con el artículo 24
de la Ley del ejercicio de la medicina. “Indistintamente del credo, raza o condición
política, nosotros vamos a atender a los pacientes en instalaciones de la
iglesia”.
Por su parte, monseñor
García Naranjo habló de “la necesidad de contar con apoyo nacional e internacional
para fortalecer este tipo de trabajo en todas la regiones de la diócesis de
Guarenas, especialmente, porque el sector
de la salud en Venezuela está atravesando por una situación sumamente grave”.
El prelado reconoció
en los médicos “una fuerza laical muy importante que se coloca en favor de la
gente necesitada y que merece apoyo para seguir adelante”.
PRÓXIMAS JORNADAS. En esta ocasión, la jornada de salud
concluyó con un almuerzo para los médicos y demás personal sanitario en la
residencia de la familia de los profesores Rubén y María de Briceño, donde se
cantaron los cumpleaños de algunos de ellos así como del obispo de Guarenas (29
de junio) y el padre Pedro José Guerra (22 de junio).
Finalmente, se conoció
que las próximas jornadas de salud serán el 14 de julio en la parroquia San
Miguel Arcángel de la urbanización Oropeza Castillo de Guarenas; y el 28 de
julio, en Nuestra Señora del Carmen, en Araira.
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