SUS PALABRAS DE HACE 8 AÑOS RESUENAN FIRMES
El
Arzobispo de Caracas mediante la imposición de sus manos y la oración
consecratoria, confirió el sacramento del Orden Sacerdotal a cuatro jóvenes
católicos, indicando al mismo tiempo: “Los
sacerdotes no tenemos que buscar otros ‘amorcitos’ sino el Amor de Dios”
Ramón
Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 24 de agosto de 2014
Caracas, 24 de agosto de 2014
Los sacerdotes estamos llamados a comunicar la vida de Dios al mundo a través de nuestra entrega personal y generosa; de nuestra entrega existencial viva, llena de amor a Jesucristo, al servicio del pueblo y de toda la humanidad.
De
esta manera se expresó el Cardenal Jorge Urosa Savino, durante la eucaristía
que presidió este domingo 24 de agosto, en la Catedral Metropolitana de Caracas,
en la que confirió la ordenación a cuatro nuevos sacerdotes que consagraron su
vida “al servicio de Dios y de los más necesitados” para trabajar en esta
ciudad.
El
Arzobispo de Caracas estuvo acompañado del Nuncio Apostólico de Su Santidad en
Venezuela, Monseñor Aldo Giordano; de sus obispos auxiliares: Monseñor Jesús
González de Zárate, Monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla y Monseñor José de la
Trinidad Fernández, además del clero capitalino y una alegre feligresía que
desde temprano abarrotó el templo símbolo de la catolicidad en Caracas.
Los
cantos fueron amenizados por miembros de las comunidades neocatecumenales que hacen
vida en la Parroquia “Santa Teresita del Niño Jesús” de Catia.
El
presbítero Francisco José Morales Villegas, rector del Seminario Interdiocesano
“Santa Rosa de Lima”, hizo la petición ante el Arzobispo de Caracas para que
ordenara sacerdotes a los diáconos: Jesús Marrero y Robín Zambrano; Jhon Miller
Garnica y Jean Carlos López Orihuela quienes recibieron su formación sacerdotal
en los seminarios “Santa Rosa” y “Redemptoris Mater”, respectivamente.
El
rito contempló una intensa oración en la que los nuevos sacerdotes estuvieron postrados
boca abajo en el piso de la Catedral de Caracas, como acto de entrega y
abandono total en Dios. Terminadas estas letanías y colocados de rodillas, el
cardenal Urosa impuso sus manos sobre la cabeza de cada un,o transmitiendoles
las facultades que Jesucristo delegó en los primeros doce Apóstoles, y que a
través de la historia, la Iglesia Católica ha venido repitiendo en los
consagrados a Dios.
El
Purpurado les habló de sus responsabilidades como sacerdotes, y del necesario
ejemplo de vida cristiana que deben llevar “imitando y haciendo como hizo y
vivió Jesucristo”. Dijo que “todos los cristianos, pero de manera particular
los obispos y los sacerdotes, estamos llamados a ser santos”.
Recordó
de igual manera, en palabras de San Pablo: “el salario del pecado es la muerte
(…) quebrantar la Ley de Dios y cometer el pecado no nos conduce a la
felicidad”.
Reiteró que la infidelidad conyugal, los vicios y la delincuencia,
“no traen felicidad”. Además el
Arzobispo de Caracas les recordó a los sacerdotes que cuando se consagran a
Dios asumen una condición célibe para siempre.
En este mundo moderno, erotizado, materialista y ahogado en los placeres, el sacerdote está obligado a ser célibe y casto como Jesús y como San Pablo (…) no tenemos por qué estar buscando otros amorcitos, o dejarnos llevar por una ilusión pasajera; tenemos que seguir siempre el Amor de Dios en nuestros corazones, y además, ser fieles a ese amor, dijo.
El
nuevo sacerdote, Jhon Miller, agradeció a Dios y a la Iglesia por esta
ordenación que recibió junto a sus compañeros de formación y la cual les
convierte en hombres de Dios. Destacó la importancia de los apoyos que
recibieron en las distintas parroquias donde trabajaron como evangelizadores y
misioneros, así como el acompañamiento de otros sacerdotes y los profesores y
demás formadores de los Seminarios, donde recibieron las orientaciones
necesarias para este importante servicio.
Finalmente,
cabe resaltar que Blanca Cecilia Abril y Juan de Dios Garnica, padres de Jhon
Miller, junto al presbítero Rodulfo Muñoz, encabezaron una numerosa delegación que
vino desde Zipaquirá, departamento de Cundinamarca-Colombia, hasta Caracas para
acompañarlo en esta ceremonia. Al concluir la misa, los nuevos sacerdotes se
fundieron en un solo abrazo junto a familiares, amigos y feligreses.
El Cardenal Urosa impone las manos y consagra sacerdote a Robin Zambrano durante ceremonia en la Catedral de Caracas. Fotos: RAP. |
El Cardenal Urosa impone las manos y consagra sacerdote a Jesús Romero durante ceremonia en la Catedral de Caracas. Fotos: RAP. |
El Cardenal Urosa impone las manos y consagra sacerdote a Jean Carlos López Orihuela durante ceremonia en la Catedral de Caracas. Fotos: RAP. |
El Cardenal Urosa impone las manos y consagra sacerdote a Jhon Miller Gandica durante ceremonia en la Catedral de Caracas. Fotos: RAP. |
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