La Arquidiócesis
de Caracas realizó en sus diferentes parroquias la celebración del Domingo de
Ramos con contundentes llamados a la Paz de os venezolanos y recordando la
humildad y sencillez de Jesucristo entrando a Jerusalén montado de manera triunfal en un borrico.
Ramón Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Caracas, 14 de abril de 2014.- El Cardenal
Jorge Urosa Savino pidió a los venezolanos este Domingo de Ramos durante la
eucaristía que presidió en la Catedral Metropolitana “no ser violentos ni
aprobar la violencia”, y recordó además, que “en las últimas semanas hemos tenido en
Caracas y en otras partes del país serios conflictos con una gran carga de
violencia que ha dejado ya más de cuarenta personas fallecidas y muchos heridos
y detenidos y que deploramos de corazón”.
La celebración de
Domingo de Ramos en la Catedral de Caracas se inició con un rito de bendición
de las palmas, recordando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Luego, durante
la homilía denominada: “Fortalecer la fe y el amor a dios y al prójimo”,
habló de la necesidad de superar las tentaciones.
“Esta mañana de
Domingo de Ramos es propicia para que, al valorar inmensamente el don de la
salvación lograda para nosotros por Jesucristo al precio de su sangre y de su
vida, además de dar gracias a Señor por el don maravilloso de nuestra fe, le
pidamos a Jesús que nos de la fuerza para amarlo por sobre todas las cosas, que
nos haga sentirnos alegres y orgullosos de amarlo, y que nos ayude superar
todas las tentaciones”, dijo.
Urosa dijo: “¡No a la violencia!”
Explicó en su
mensaje que “independientemente de la simpatía política de cada uno, es
necesario que los católicos desterremos de nuestros corazones el odio, la
violencia, el rencor, la venganza. Es preciso que, manteniendo la defensa de
nuestros derechos, los venezolanos saquemos de nuestros corazones el odio y el
rencor, y vivamos de verdad en el amor”. A manera de ruego a los venezolanos insistió:
“¡No a la violencia!”.
Cabe precisar que
en esta fecha fue retransmitida por la televisión nacional una entrevista
realizada al Arzobispo de Caracas, en la que dijo estar “muy triste por la
violencia nunca antes vista por parte de los cuerpos de seguridad”, durante las
protestas que se han realizado en las últimas semanas en el país.
También ha puesto
en duda el socialismo como sistema político y ha pedido que se solucionen los
problemas económicos, que han causado las manifestaciones que han llevado al
diálogo entre el Gobierno y la oposición.
Sobre la presunta
“cubanización del país” declaró: “Nos quieren llevar hacia ese sistema y
nosotros decimos que no es correcto, porque esa propuesta fue rechazada por el
pueblo en el referendo consultivo”.
El Cardenal Urosa
subrayó que la iglesia no busca el enfrentamiento, sino el resolver los
problemas, “y si vamos por mal camino uno tiene que señalarlo”.
El Arzobispo de
Caracas fue invitado al programa de televisión para hacer un balance de la
situación en el país después de semanas de incertidumbre y violencia, y el
inicio de conversaciones de paz entre el gobierno y la oposición, con varias
instituciones como testigos, entre ellos la Iglesia Católica.
Así que hay
entusiasmo por parte de entre la población y una cierta desconfianza por otra,
porque es necesario confirmar la iniciativa de diálogo y de paz a través de
acciones concretas, como lo demuestra el Cardenal Urosa, quien invitó a tener
“una actitud positiva hacia el diálogo, pero en el caso de que no resulte bien,
el país sabrá por culpa de quién y por qué no dio resultado”.
Por último el
Arzobispo de Caracas ha exhortado a los líderes políticos “a que busquen la
manera de encontrarse para resolver los problemas y que el país pueda marchar.
Hay problemas de tipo social y económicos serios – ha dicho para concluir -,
pero la realidad nos dice que así como vamos no vamos bien”.
Masiva participación en Petare
Con una emotiva,
completa y bien organizada Misa de Ramos se dio inicio a la Semana Santa en el municipio
Sucre del estado Miranda, sirviendo de escenario, la avenida Francisco de
Miranda, cercana a la parroquia “Dulce Nombre de Jesús” de Petare.
Esta eucaristía
fue presidida por el Párroco del lugar, Presbítero Armelín De Sousa y contó con
la participación del grupo vocal Camino y Voces, además de cientos de
feligreses acompañados del alcalde del municipio Sucre, Carlos Ocariz, para
bendecir las palmas y reunirse en oraciones por la paz, tolerancia y
convivencia en todo el país.
El mandatario
local destacó que continúan la tradición iniciada hace 6 años de celebrar la
misa masiva de Ramos en la avenida. “Estamos satisfechos porque vino mucha
gente con fe y esperanza, a pedirle a Dios apoyo y luz; también para aquellos
que están sufriendo por la pérdida de una persona querida, resignación y
esperanza”.
Informó que este lunes
14 d abril “se realizará la Liberación del preso en Petare, una tradición que
tiene más de 100 años en el municipio Sucre, donde liberamos a un preso que
haya cometido un delito menor; luego de dicha actividad, realizamos la procesión
de Jesús en la columna”.
El alcalde Ocariz
señaló que el martes 15 de abril se realizará la procesión Jesús, Humildad y
Paciencia, con salida en la Iglesia Dulce Nombre de Jesús de Petare, mientras
que el miércoles 16, la procesión del Nazareno, desde las 5:30 de la tarde,
aunque se oficiarán varias misas durante todo el día.
Iglesia Nuestra Señora de La Coromoto en El Paraíso
En una tradición
de fe que cada año se pone de manifiesto, este Domingo de Ramos el Alcalde
Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, asistió a la misa de bendición de
palmas que se oficia en la iglesia Nuestra Señora de La Coromoto en El Paraíso.
Desde allí, junto a su esposa Mitzy Capriles de Ledezma, hizo un llamado por la
paz del país y la reconciliación de los venezolanos.
“Estos deben ser
tiempos de reconciliación, de tranquilidad, de reflexión, de que toda la
familia venezolana pueda hacer señales claras a favor de la paz, de una
auténtica paz en la que pongamos al servicio del futuro de Venezuela la
inteligencia natural de las mujeres y los hombres de nuestro pueblo”, expresó.
Igualmente indicó
que tradicionalmente asiste a esta bendición del Domingo de Ramos. “Venimos a
escuchar la palabra que nos guíe, que nos conduzca por los mejores caminos y a
compartir con las comunidades de la ciudad de Caracas”, dijo.
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“FORTALECER LA FE Y EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO”
Homilía en la Misa del Domingo de Ramos, Catedral
Metropolitana de Caracas, 13 de abril de 2014
+JORGE L. UROSA SAVINO,
CARDENAL
ARZOBISPO DE CARACAS
Hoy, Domingo de
Ramos, iniciamos los oficios de la Semana Santa. Es un tiempo de gracia y de
salvación, para contemplar, adorar y querer imitar a Jesucristo Nuestro Señor,
que con su pasión, muerte y gloriosa resurrección nos ha granjeado y concedido
la salvación y la vida eterna. Tenemos así la oportunidad, la gracia de Dios
para renovar y profundizar nuestra fe católica, para fortalecer nuestro amor a
Dios y al prójimo, y para sentir la alegría de pertenecer a nuestra Santa
Iglesia católica.
PALABRAS EN
LA BENDICIÓN DE LAS PALMAS
Las palmas
benditas que llevamos en las manos simbolizan precisamente eso: nuestra
voluntad de seguir a Jesús, de vivir de acuerdo a su Palabra, que es Palabra de
vida eterna, nuestra determinación de estar con Él siempre, aún en medio de las
dificultades. Llevar la palma bendita debe comprometernos a vivir nuestra santa
Religión Católica, a rechazar cualquier
pecado, cualquier cosa que vaya en contra de los mandamientos de la Ley de Dios.
Debemos
comprometernos a amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a
nosotros mismos. Es muy importante que en esta Semana Santa, dejemos a un lado
el odio, el rencor, el egoísmo, y pidamos al Señor nos de la fuerza para amar,
para ser buenos, para trabajar con
empeño por el bien común.
Para eso necesitamos
la ayuda de Dios. Por eso, queridos hermanos, los invito en esta Semana Santa a
acercarnos a Él, omnipotente y misericordioso, sin el cual no podemos hacer
nada, y a aprovechar estos días santos para orar mucho, y recibir los santos
sacramentos de la confesión-reconciliación, y la sagrada comunión. La Semana
Santa culmina con el renovado anuncio y la conmemoración gozosa de la
resurrección de Cristo. Que al final de estos días de oración y de encuentro
con Dios, podamos acoger a Cristo resucitado con un corazón limpio y lleno de
amor.
HOMILÍA
Mis queridos
hermanos y hermanas:
RENOVACIÓN DE NUESTRA FE
Con profunda
devoción hemos escuchado el dramático relato de la Pasión del Señor según San
Mateo. ¡Qué grande es el amor de Cristo por cada uno de nosotros!. El ofreció
su muerte en la cruz para obtener para nosotros el perdón de nuestros
pecados. Por eso quiero invitarlos a todos y cada uno de
ustedes a dar gracias a Dios Nuestro Señor por el inmenso don de su amor, por
habernos redimido. ¡Bendigamos a Dios! porque, con el bautismo y a lo largo de
nuestra existencia, nos ha otorgado el maravilloso don de la fe. ¡Qué alegría
poder recibir en nuestros corazones a Jesucristo, el Señor, el Salvador!
¡Bendigamos pues a nuestro Dios!
¡GRACIAS SEÑOR, POR LA SALVACIÓN Y POR EL DON DE LA FE!
Pero también, conscientes
de nuestra debilidad y de las dificultades para la vida de fe en nuestra época,
digámosle humilde e insistentemente: ¡SEÑOR, YO CREO, PERO AUMENTA MI FE!
Nuestra fe exige
que nunca antepongamos otras personas al Señor. Tendemos a crearnos muchos
ídolos falsos: a veces el dinero, o nuestra soberbia, o personas. Pero debemos recordar que sólo en
el nombre de Jesús podemos ser salvos. Y además tendemos en Venezuela a
contaminar nuestra fe con creencias esotéricas: astrología, nueva era,
religiones orientales, afirmación de nuestra absoluta suficiencia humana. De
manera particular quiero precisar aquí que no podemos ser santeros y católicos.
No podemos ser al mismo tiempo cultores de ídolos y de Cristo. Recordemos el
primer mandamiento de la Ley de Dios: Al Señor tu Dios amarás y sólo a Él
adorarás. Respetamos a quienes practican esa religión, pero está muy claro que
un católico no puede ser santero; y un santero no puede recibir los sacramentos
de la Iglesia. Son dos religiones distintas.
Por otra parte,
humildemente hemos de reconocer nuestra debilidad humana para seguir al Señor.
Precisamente el gran problema de los católicos venezolanos es que nuestra fe es
débil, frágil, inconstante y muy contaminada.
Pues bien: debemos preguntarnos si nosotros, como el pueblo de
Jerusalén, que traicionó a Cristo pocos días después de recibirlo, somos
realmente fieles al Señor, si somos en
verdad consecuentes con nuestra grandísima y altísima condición cristiana.
Somos débiles y flaqueamos en la profesión de nuestra fe, pues muchas veces
nuestras vidas van por un camino distinto al del Señor. Y por eso tenemos
tantos problemas: en la familia, en el campo afectivo sexual, donde hay tanto
desorden y pecado con tantas consecuencias de tragedia y dolor; en la vida
social, en las actividades comerciales y económicas, llenas de trampas, de
injusticias, de egoísmo. Porque somos débiles,
con toda humildad hemos de acercarnos más a Dios, participar cada
domingo en la Santa Misa, orar frecuentemente, en fin vivir mejor nuestra Santa
Religión.
FORTALECER NUESTRO AMOR A DIOS
La Semana Santa
es también una ocasión propicia para
fortalecer nuestro amor a Dios por sobre todas las cosas. Porque creer en
Jesucristo, tener fe en Dios todopoderoso y todo bondadoso, no es solamente
aceptar las verdades de la fe expresadas en el Catecismo. Es mucho más que eso.
Es amarlo de verdad y entregarle nuestra vida;
es escuchar y cumplir su palabra, que es el verdadero y único camino a
la felicidad, como lo enseña nuestro Señor: “Felices los que escuchan la
Palabra de Dios y la cumplen” (Lc. 11, 28).
Esta mañana de
Domingo de Ramos es propicia para que, al valorar inmensamente el don de la
salvación lograda para nosotros por Jesucristo al precio de su sangre y de su
vida, además de dar gracias a Señor por el don maravilloso de nuestra fe, le
pidamos a Jesús que nos de la fuerza para amarlo por sobre todas las cosas, que
nos haga sentirnos alegres y orgullosos de amarlo, y que nos ayude superar
todas las tentaciones.
Para amar al
Señor es necesario que nos acerquemos a
El siempre. Que estemos unidos a Él, que
oremos con frecuencia, que participemos en la Fiesta de nuestra Salvación que
es la Santa Eucaristía, especialmente la Misa dominical; que recibamos
frecuentemente los sacramentos. Los invito a que en esta Semana Santa ustedes
se incorporen vivamente a Jesús recibiendo los santos sacramentos de la
Penitencia y la Comunión, y que hagan el propósito eficaz de vivir siempre
unidos a Nuestro Señor. No seamos católicos sólo de Semana Santa. Seamos fieles
y consecuentes discípulos de Jesús, y estemos unidos a Él en todos los aspectos
de nuestras vidas.
FORTALECER NUESTRO AMOR AL PRÓJIMO
La Semana Santa
nos invita a seguir el ejemplo de Jesús, que se entregó a la muerte por amor a nosotros, y que “habiendo amado a
los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. Recordemos que el amor al prójimo junto con
el amor a Dios son los mandamientos supremos del cristiano. Y que amar es ser
generosos, ser solidarios, ayudar al que necesita, realizar las obras de
misericordia, y, por supuesto, evitar absolutamente hacer cualquier daño a
nadie.
No podemos ser
violentos ni aprobar la violencia. A este respecto es importante recordar
que en las últimas semanas hemos tenido
en Caracas y en otras partes del país serios conflictos con una gran carga de
violencia que ha dejado ya más de cuarenta personas fallecidas y muchos heridos
y detenidos y que deploramos de corazón. Por ellos oramos intensamente a Dios
Nuestro Señor.
Pues bien:
independientemente de la simpatía política de cada uno, es necesario que los
católicos desterremos de nuestros corazones el odio, la violencia, el rencor,
la venganza. Es preciso que, manteniendo la defensa de nuestros derechos, los
venezolanos saquemos de nuestros corazones el odio y el rencor, y vivamos de
verdad en el amor. Por eso insisto: ¡no a la violencia! Todos debemos cumplir
con nuestros deberes cívicos de acuerdo a nuestra conciencia, pero teniendo en
cuenta que nadie, sea partidario del
Gobierno o de la oposición, tiene derecho a insultar, odiar o causar daño
alguno, material, moral, o físico, y mucho menos, a matar a otro venezolano.
Oremos a Dios para que podamos resolver nuestras diferencias pacíficamente.
NUESTRA IDENTIDAD CATÓLICA
Los días santos
son una ocasión propicia para que apreciemos la gracia de pertenecer a nuestra
Iglesia Católica. Sí, mis queridos hermanos: le fe en Jesús no es un don
individual, aislado, no la vivimos ni la recibimos aisladamente. La recibimos
del pueblo de Dios, de su Santa Iglesia Católica, a la cual hemos sido
incorporados por el Bautismo, la cual nos acoge en su seno y nos alimenta con
los sacramentos de vida y salvación eterna. Por ello hoy los invito también a
ratificar nuestra identidad como Hijos de Dios, discípulos de Jesús, seguidores
del Señor, y también nuestra condición de miembros de la Santa Iglesia Católica
en unión con la Santísima Virgen María.
Ser católicos es
una gracia maravillosa, pues en la Iglesia tenemos la salvación, la gracia, la
luz del Evangelio, la luminosa enseñanza moral necesaria para vivir de verdad
la Palabra de Dios, y la poderosa ayuda
de los Sacramentos de salvación.
CONCLUSIÓN
Los invito a
aprovechar bien esta sagrada celebración
y toda la Semana Santa. No la desperdiciemos Que estos días sean para todos
nosotros un tiempo de renovación espiritual. Acerquémonos arrepentidos al
sacramento del perdón, el sacramento de la confesión o reconciliación.
Participemos todos los domingos en la Santa Misa. Y renovemos nuestra fe, fortalezcamos nuestro
amor a Dios y, a ejemplo de Jesucristo Nuestro Señor, practiquemos el amor al
prójimo como Él nos ha amado.
Pidamos con gran
fervor a Dios por la paz en Venezuela. Especialmente pidámosle también que nos conceda abundantes vocaciones al
sacerdocio y a la vida consagrada. Que la Virgen de Coromoto interceda por
nuestra Iglesia Arquidiocesana de Caracas para que tengamos muchos santos sacerdotes y muchos
religiosos y religiosas. Amén.
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