IV DOMINGO DE ADVIENTO EN LA
BASÍLICA "SANTA TERESA" DE CARACAS
En el preámbulo de la homilía, el sacerdote refirió
que a lo largo de los cuatro domingos anteriores la Iglesia, a través de la Palabra de
Dios, de los signos, los símbolos, y de la liturgia, “nos ha ayudado e invitado
a preparar nuestro corazón para la celebración del misterio de la Encarnación y
el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo”.
Ramón
Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Fotos en: FACEBOOK
Caracas, 23 de diciembre de 2013.- Monseñor Adán Ramírez
Ortiz, párroco de la Basílica “Santa Teresa” de Caracas, presidió este domingo 22
de diciembre la eucaristía correspondiente al IV Domingo de Adviento invitando
a la feligresía a meditar sobre el significado del “Dios Cercano, el Dios con
nosotros… un Dios que nos es lejano”.
“Yo los invitaría a encontrar a Dios hoy”,
pidió con gran convicción el párroco de Santa Teresa, al tiempo que exhortaba a
cerrar sus ojos a los creyentes “para dejarse invadir por el misterio de Dios
presente”.
Agregó que “muchas veces
nosotros nos distraemos fácilmente. A veces celebramos una Navidad tristemente
sin Jesús. Creemos que la Navidad son otras cosas (…) Pero sobre todo mis
queridos hermanos, como creyentes, debemos hacer un gran esfuerzo en contemplar
este misterio de un Dios que se hace cercano”, refirió.
“He traído para compartir
con Ustedes una meditación que he hecho en estos días, sobre todo partiendo del
hecho del nombre de Dios, Emanuel: Dios está con nosotros”, refirió Monseñor
Ramírez Ortiz durante la homilía, al tiempo que de sus vestimentas religiosas
extraía un documento con el que inició la meditación.
“Dios está con Nosotros…”
“No pertenece a una religión
u otra. No es propiedad absoluta de los cristianos. Tampoco de los buenos. Es
de todos sus hijos e hijas. Está con los que lo invocan y con los que lo
ignoran pues habita en todo corazón humano, acompañando a cada uno con sus
gozos y sus penas. Nadie vive sin su bendición”, narró en sus primeros
párrafos.
“Dios está con Nosotros…
Muchas veces no escuchamos su voz, no vemos su rostro. Su presencia humilde y
discreta, cercana e íntima nos puede pasar inadvertida. Sino ahondamos en
nuestro corazón, nos parecerá que andamos solos por la vida”.
“Dios está con nosotros…. ¡Él
no grita! ¡No fuerza a nadie! Respeta siempre. Es nuestro mejor amigo. Nos trae
hacia lo bueno, lo hermoso y lo justo. En él podemos encontrar la luz humilde y
la fuerza vigorosa para enfrentarnos a la dulzura de la vida y al misterio de
la muerte”.
“Dios está con nosotros…
cuando nadie nos comprende, él nos acoge. En momentos de dolor y de presión nos
consuela. En la debilidad y en la impotencia nos sostiene. Siempre nos está
invitando a amar la vida, a cuidarla y hacerla mejor”.
“Mis queridos hermanos”,
agregaba Monseñor Adán Ramírez, “Dios está con nosotros… Está en los oprimidos
defiendo su dignidad y en los que luchan contra la opresión alentando sus
esfuerzo; y en todos está llamándonos a construir una vida más justa y
fraterna, más digna para todos empezando con los últimos”.
“Dios está con nosotros…
Despierta nuestra responsabilidad y pone en pie nuestra dignidad. Fortalece
nuestro espíritu para no terminar esclavos de ningún vicio y de nadie…. Está
con nosotros salvando lo que nosotros podemos echar a perder”.
“Dios está con nosotros…
Está en la vida y estará en la muerte. Nos acompaña cada día y nos acogerá en
la hora final. También estará abrazando a cada hijo rescatándolo para vida
eterna”.
“Dios está con nosotros…
Esto es lo que celebramos los cristianos en la Fiesta de Navidad: creyentes,
menos creyentes, malos creyentes y casi increyentes. Esta fe sostiene nuestra
esperanza, pone en nuestra vida, su vida...".
Añadió que más que pensar en
la Navidad debemos acoger a Cristo en nuestro corazón. “No se trata de pensar
sino de acoger la paz, la vida, el amor y el perdón. Solo así podemos llegar a lo
más íntimo de nuestro corazón que solo Dios y tú conocen”.
Monseñor Adán Ramírez
también habló de la actitud de obediencia y respeto de San José, quien “recibió
de parte de Dios dos grandes regalos: María y Jesús”, regalos que se entregaron
de igual manera a la humanidad.
La celebración se inició con
el encendido de la cuarta vela en la Corona de Adviento, por parte de una
familia de esta parroquia capitalina, siendo amenizada por el Ministerio de
Música de la Parroquia Santa Teresa. Al culminar, la feligresía compartió un
chocolate, que ya es tradición en las misas de aguinaldo de esta iglesia
caraqueña.
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