Los sanpedreños se llenan el rostro de betún para aparentar los negros de la época Foto: AVN |
La madrugada de este jueves 5 de diciembre, la Parranda de San Pedro, tradición celebrada desde los tiempos de la esclavitud en los pueblos de Guatire y Guarenas, estado Miranda, fue reconocida de manera oficial como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, con lo cual se convierte en la segunda manifestación cultural venezolana en recibir este reconocimiento después de los Diablos Danzantes de Corpus Christi, en 2012.
Texto: Ramón Antonio Pérez
@GuardianCatolic
Fotos: AVN
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En los años que van de 1.620 en
adelante, la forma de vida de los moradores de la zona de Guarenas y Guatire,
era la agricultura. En las haciendas de la zona el cultivo de algodón, caña de
azúcar y la cría de ganado porcino y vacuno eran las principales fuentes de
vida para el momento.
La explotación de las haciendas de
cultivo, era efectuada por una mano de obra predominantemente esclava. Entre
las plantaciones de mayor fuerza y prestigio se encontraba la Hacienda de San
Pedro. En dicha hacienda regía la religión católica y, precisamente, San Pedro
Apóstol, era el santo patrón. Estaba ubicada entre los límites de Guarenas y
Guatire.
Según documentos que avalan la
información que aquí expresada, los límites de la Hacienda de San Pedro han
sido desde su fundación los siguientes:
• Por el Norte: limita con el antiguo
camino que conduce a Guatire.
• Por el Sur: Con la Quebrada de
Guarenas, el río de Caucagua; la naciente hacienda de Casarapa y la Hacienda
Santa Cruz…Sin embargo, en la época actual, no es posible determinar si
pertenece a Guarenas o Guatire.
Todavía es motivo de disputa
territorial y las diferencias se han acrecentado por la explotación urbana y
comercial que los terrenos han experimentado.
Cuenta la historia que una negra
llamada María Ignacia, esclava de una de las haciendas vecinas de Santa Cruz de
Pacairigua, hoy Guatire, contaba con la buena confianza de los patrones. Un
día, su hija Rosa Ignacia, enfermó. Agotados los recursos de los brujos y
curanderos, en medio de una gran desesperación, pidió ayuda a San Pedro
Apóstol.
Como promesa al santo patrón, ofreció
cantar y bailar si su hija superaba la terrible y desconocida enfermedad. El
milagro se realizó y María Ignacia se dedicó a cumplirle la promesa a San Pedro
Apóstol, todos los 29 de junio, bailando y cantando con su hija Rosa Ignacia en
brazos.
¿Existió verdaderamente la esclava
María Ignacia?...
Para algunos historiadores locales, ha
sido imposible ubicar documentos que avalen su existencia. Otros en cambio
sostienen que sí existen y se remiten a pruebas ubicadas en los libros
parroquiales más antiguos de la ciudad de Guarenas.
Según el archivo Parroquial de la
Catedral “Nuestra Señora de Copacabana”, en Guarenas, fue verídica la
existencia de María Ignacia. Nació el 31 de julio de 1800 y fue bautizada el 11
de agosto de 1800 por el sacerdote Juan Antonio Díaz Argote. Era esclava del
hacendado don Gabriel Blanco Uribe.
Las características de la parranda
En la medida en que la pSecuencia desde 2007 de romesa de
María Ignacia se iba consolidando, los demás esclavos se incorporaban y hacían
suyo el cumplimiento.
Los hombres, durante la observancia de
la promesa, se vestían con levita y pantalones de color negro, el sombrero
conocido como pumpá y alpargatas de cuero. Además, alrededor del cuello, se
colocan un pañuelo de color amartillo o rojo, que simbolizaban a los partidos
Liberales o Conservadores.
Mientras cantaban lo hacían con
estrofas de protesta por el maltrato recibido de parte de los patrones.
Zapateaban contra el suelo usando las cotizas de cuero y diciendo: “Con la
cotiza dale patrón, vuélvelo polvo sin compasión”….
El San Pedro de Guarenas
Cuando muere María Ignacia, su fiel
marido se viste de mujer y continúa con el pago de la promesa a San Pedro
Apóstol. Luego, distintos hombres se han disfrazado de María Ignacia, cargando
una muñeca que representa a su hija.
También forman parte de esta parranda:
1. El Abanderado. Es el encargado de
dirigir la ruta por donde transitarán bailando.
2. El Cargador. Tiene la
responsabilidad de transportar la imagen de San Pedro durante el recorrido de
la parranda.
3. Los Tucusitos. Son dos niños
vestidos de azul y rojo.
4. Los Sanpedreños. Son lo seguidores
de la parranda que ataviados con cotizas debajo de las alpargatas, se encargan
de bailar y contestar las estrofas de un cantante improvisador.
En Guarenas, después de la misa
solemne del 29 de junio, la parranda recorre las calles principales, y va de
casa en casa, llevando la alegría a los vecinos de esta localidad mirandina.
La cámara edilicia de esta ciudad, con
fecha 11 de abril de 1998, emitió una ordenanza dando la potestad de la
parranda a la Asociación Civil Antonio Núñez. Es un homenaje a la familia
descendiente de los Sanpedreños originarios, quienes conservaron la tradición
durante más de un siglo, siendo en la actualidad el más representativo de sus
miembros, el guarenero Pablo Núñez.
El guarenero Ramón Noria tiene más de 30 años haciendo el papel de la esclava María Ignacia
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