Martes Santo: Enfermeros declaran “Judas” al gobierno de Hugo Chávez



Este Martes Santo, 19 de abril, fecha patria usurpada por los comunistas del país para decorar su parafernalia acerca de la libertad, igualdad y justicia social de las que tanto hablan y nunca practican, un grupo de enfermeros llega a treinta días de huelga de hambre sin recibir respuesta alguna del gobierno de Hugo Chávez. El líder de los enfermeros, crucifijo en mano, declaró a la ministra Eugenia Sader como la “Judas Iscariote” de esta Semana Mayor, nada menos que en el día en que el Jesús de Nazaret habló anticipadamente del discípulo que lo entregaría. 
Ramón Antonio Pérez

Caracas, 19 de abril de 2011. Hoy es Martes Santo y la Liturgia de la Iglesia Católica está centrada en el Evangelio según San Juan (13,21-33.36-38), en el que Jesucristo habla del discípulo que lo iba a entregar: Judas Iscariote. Veamos parte del relato: “Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró: «En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará». Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba. Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús. Simón Pedro le hace una seña y le dice: «Pregúntale de quién está hablando». El, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: «Señor, ¿quién es?» Le responde Jesús: «Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar». Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: «Lo que vas a hacer, hazlo pronto»….”.

Pero esta lectura del Evangelio a la luz de la realidad de Venezuela lleva a visualizar los golpes de pecho que Hugo Chávez se daba el Domingo de Ramos pasado. No se puede dejar de comparar el hecho con la acción cometida por Judas. Surge la inquietud acerca si las genuflexiones presidenciales quedarán para la historia como unas de sus tantas pamplinas para agradar al Maligno y confundir a los desprevenidos; son un verdadero gesto de arrepentimiento gracias a la Cuaresma; o simplemente, es un acto más de engaño y traición, igual a la metida de la mano de Judas en el plato de Jesús.  Claro, Usted dirá que juzgar eso sólo le corresponde a Dios, y que las personas debemos darle el beneficio de la duda al presidente comunista. El asunto para quien esto escribe es que el papel de la realidad -aquí y ahora- también exige una postura.

Es que las palabras de quien es la primera figura del país se desdicen con los hechos. Estos no le muestran con un sincero arrepentimiento que le lleve a cambiar su vida y hacer del poder que ostenta una verdadera practica al servicio de los más necesitados. Eso queda muy claro, sin el temor de descargar en Dios lo que a juzgarle corresponda.
Lo digo porque en ése día tan importante para la feligresía católica, el sátrapa de Miraflores tuvo el tupé de lanzar al aire un dilema entre si Jesucristo era Capitalista o Socialista. ¿Si esto, de por sí no marca ya un deslinde entre el Jesús que nos ha transmitido la Historia, la Fe, la Tradición y la Iglesia, entonces de qué se trata?
Veamos lo que dijo: “Yo hago un llamado para que se discuta en las comunidades, en las bases, ¿Cristo capitalista? ¿Apoyando a los burgueses, al imperio? ¿Cuándo y dónde? El único Cristo es el que vino a la Tierra que está con nosotros apoyando a los humildes, a los pobres y llamando a los ricos a la conciencia, a la paz. Ese es uno de los ejes fundamentales de nuestro proyecto bolivariano”.
¡Cuanta hipocresía! ¡Cuanta maldad y deseos de confundir a la gente! ¿Será que este hombre no conoce lo que es el Temor a Dios? ¡Cómo le encanta realizar el papel de Judas Isacariote! Unos días más y seguramente proclamará que Jesús de Nazaret era chavista o que el verdadero resucitado es el propio Hugo Chávez. ¿Acaso no eso lo que oculta el panegírico del 13 de abril? Pero la verdad a cada rato le revienta en su cara.
Y mientras el Judas de Miraflores comparte con algunos discípulos cristianos para confundir a la grey, un grupo de venezolanos se mantienen en huelga de hambre de manera digna por reivindicaciones laborales básicas: pagos retrasados, sueldos justos y dignos, contratos colectivos y respeto a su condición profesional, entre otros beneficios esenciales para todo trabajador.
Este Martes Santo, 19 de abril para mayor gracia, los huelguistas alcanzaron los treinta días de protesta en la embajada de Brasil y otros lugares del país, sin recibir una adecuada respuesta por parte de las autoridades. La pregunta es obvia: ¿Dónde está la sensibilidad de quien se daba golpes de pecho el Domingo de Ramos pasado? ¿Dónde quedó su compromiso social con los más desvalidos del país? ¿Cuál es su ejemplo de ‘cristo-marxista-bolivariano’ dentro de este reclamo que no tiene nada de lucha capitalista o contra un Patrón Capitalista? ¿No es esta la verdadera actitud de Judas?
Para más condimento del escenario, el huelguista Julio García, señaló a los medios de comunicación que la ministra Eugenia Sader “irrespeta, maltrata y desconoce la importancia que representamos los enfermeros del país en la sociedad”.
El silencio y las actitudes de Judas Iscariote delatan a los traidores. El tintinear de las cuarenta monedas en algún momento también resonará en el piso y entonces todo estará muy claro para todos. ¡Díganlo ahí, hermanos enfermeros!

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