Eudistas de Venezuela festejaron 350 años del culto al Sagrado Corazón de Jesús

El padre Rafael Viloria, superior provincial en Venezuela, recordó que los 350 años del Sagrado Corazón de Jesús, es una oportunidad para “ser devotos activos en medio de una pastoral que nos compromete día a día a hacer el bien con las personas más necesitadas”

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 22 de octubre de 2022

Anímense a ser devotos del Corazón de Jesús, pero como decíamos en la misa, devotos activos en medio de una pastoral que nos compromete a hacer el bien con las personas más necesitadas. Y que tengamos los sentimientos de Cristo porque de nada nos vale ser devotos del Sagrado Corazón mientras tenemos un corazón frío; que lamentablemente lo que respira es odio y maldad. Queremos un corazón como el de Jesús, humilde y sencillo.

Son palabras del padre Rafael Gregorio Viloria Márquez, superior provincial en Venezuela de la Congregación de Jesús y María, en la celebración por los 350 años del culto litúrgico del Sagrado Corazón de Jesús. Los eudistas recordaban la primera misa que, según reconoce la iglesia, fue realizada por san Juan Eudes, el 20 de octubre de 1672.

Viloria Márquez fue el encargado de presidir la ceremonia, el jueves 20 de octubre, en la Capilla San Gabriel de La Tahona, estado Miranda, adonde acudieron laicos eudistas asociados, representantes de congregaciones religiosas identificadas con la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús, familiares, amigos e invitados especiales.

 

Para amar no son necesarios bonitos discursos…


Durante su mensaje, el padre Viloria dejó escuchar una pregunta: "¿Qué enseñanzas deja San Juan Eudes al instituir la fiesta al Sagrado Corazón de Jesús?". Las respuestas las fue desgranado en la medida que transcurría la homilía.

Sin duda, que sigue siendo luego de 350 años para todos los fieles devotos un gran compromiso de ir aún mucho más allá. Pasar de la contemplación mística a la acción pastoral, será siempre un gran desafío como cristianos. Provocación que llevará a concretizar en obrar y en actos sensibles la misericordia de Jesús, explicó.

Citó palabras de monseñor Lisandro Rivas, quien el pasado 15 de octubre, en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús en Caracas (La Hoyada), enunció: “Para amar no son necesarios bonitos discursos sino obras de Misericordia”. 

En ese orden comentó que la expresión “debe resonar en nuestro corazón ante el auge de servicio que hoy se ha venido despertando en nuestras iglesias por medio de nuestros laicos”. Y dijo, además, que el servicio debe estar acompañado de los sentimientos que brotan del corazón de Jesús. 

Si no es así, será un servidor más que ha avivado su ansia de sentirse útil humanamente, y poderoso; pero lejos de hacerlo con los sentimientos de Jesús.

Un poco de historia del culto al Sagrado Corazón de Jesús

Enseñó que nadie discute hoy la paternidad histórica de Juan Eudes respecto del culto litúrgico a los corazones de Jesús y María. “No reconocerlo sería ignorar la historia y los hitos sagrados que le llevaron a realizar tal acontecimiento”, expuso en la eucaristía de acción de gracia por los 350 años de la espiritualidad.

Refirió que el culto al Sagrado Corazón de Jesús es una iniciativa inspirada por el Espíritu, un 20 de octubre de 1672 en las instalaciones de los seminarios de Caen, Coutances, Lisieux, Evreux y Rennes, donde “se llevó a cabo este gran acontecimiento de gracia”. 

Pronto varias iglesias particulares y numerosas congregaciones religiosas la adoptaron y la llevaron fuera de Francia. “Fue así como la Hoguera del amor divino empezó a encender el mundo entero”, indicó Viloria Márquez. 

Desde años atrás venía el padre Eudes preparando paciente y diligentemente el texto de la liturgia y el oficio en honor al divino corazón de Jesús. 

Podríamos decir hoy, que se sintetizan allí fructíferos años de oración, reflexión y experiencia de vida cristiana no sólo en Él sino también en quienes se beneficiaban de su guía espiritual.

Expuso que primero había sido la fiesta del corazón de María en 1648, la Madre que lleva en su entraña y en su corazón al Hijo, había abierto el camino para este gran acontecimiento. Luego, “en carta jubilosa del 29 de julio de 1672 Juan Eudes, (3 meses antes) invitaba a sus hermanos a prepararse para esta fiesta”.

Es gracia inexplicable de nuestro amabilísimo Salvador el haber dado a nuestra Congregación el Corazón admirable de su Santísima Madre; pero su bondad ilimitada no se ha detenido allí: nos ha dado su propio Corazón, para ser, con el de su gloriosa Madre, el fundador, el superior, el corazón y la vida de esta Congregación. Nos ha hecho este regalo desde el nacimiento de la misma. Si bien hasta hoy no hemos celebrado una fiesta especial del Corazón adorable de Jesús jamás hemos separado dos realidades que Dios ha unido tan estrechamente: el corazón augusto del Hijo de Dios y el de su bendita Madre, citó de los documentos del santo nacido en Francia el 14 de noviembre de 1601.

La “probación” de seis nuevos miembros a la vida eudista


 

El momento fue propicio para que seis jóvenes pidieran su ingreso y fuesen admitidos a la congregación. Se trata de Nilson Méndez, Bryan Facenda, Yohandy Méndez, Carlos Granados, Jesús Martínez y Roller Gómez, provenientes de diferentes lugares del país.

Citando el numeral 69 de las constituciones eudistas, los jóvenes “piden ser admitidos al periodo de probación”, como inicio de la formación para la vida en esta congregación.

En relación a la “probación” de los jóvenes que ahora emprenden su camino de formación, el provincial de los eudistas, dijo: “El proceso tendrá como finalidad formar para la vida apostólica en comunidad. Los consagramos en este día al Sagrado corazón de Jesús para que sean fieles y se dejen moldear por su amor misericordioso”.

Viloria entregó a cada joven un libro contentivo de la Constitución y normas que rigen a la congregación. Los jóvenes festejaron junto a sus formadores y familiares conscientes de que si alguno decidiese retirarse “nada se lleva de la congregación”. 

Compartir con sus hermanos de espiritualidad y otros


Las Hermanas Misioneras de la Misericordia animaron la eucaristía. Foto @GuardianCatolic

En diversas oportunidades Rafael Viloria manifestó su agradecimiento a las diferentes congregaciones a las que están hermanados los eudistas por el culto al Sagrado Corazón de Jesús. Durante la celebración pidió para todos ellos “un fuerte aplauso porque todos bebemos de esta espiritualidad”.

Mencionó a las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús; las Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús; Hermanas Misioneras de la Misericordia; las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor; Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús; las Hermanitas de los Pobres de Maiquetía; las Hermanas del Buen Pastor; las Hermanas Reparadoras del Corazón de Jesús; Dominicas de la Sagrada Familia; la Orden de las Vírgenes Consagradas; la Orden de Predicadores; los Padres Dehonianos y los Eudistas.

El momento también permitió que los asociados laicos compartieran de manera muy alegre sus experiencias y afianzaran su compromiso con esta sociedad de vida apostólica, fundada por san Juan Eudes en 1643.

Los eudistas, además, agradecieron a Dios por los 4 años de vida sacerdotal del padre Franklin Echenique y todos los eudistas que celebraban su fiesta de incorporados en esta fecha. Agradecieron la incorporación del padre José Toribio la Cruz y el regreso desde Canadá del padre Gerardo Tardif que añoraba volver a Venezuela y quien, en palabras del padre Viloria, “es uno de los grandes tesoros que tenemos en la congregación”.

Finalmente, el compartir de este aniversario permitió ver la solidaridad y la entrañable cercanía que existe entre los asociados y el clero eudista, con todos lo que asistieron en esta fecha a la Casa de Retiro de San Gabriel, en La Tahona. El “Feliz Cumpleaños” resonó en toda la comunidad y los abrazos y felicitaciones no se dejaron esperar. 

 

¡Viva Jesús y María en nuestros corazones!

Enhorabuena


 

 

 

 

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