Venezuela y Nuestra Señora de Coromoto: 370 años de su aparición y 70 de su Coronación Canónica

Cada 8 de septiembre Venezuela celebra la Aparición de la Virgen de Coromoto. Los obispos la proclamaron Patrona de Venezuela, el 1 de mayo de 1942. Luego, el papa Pío XII confirmó la decisión, el 7 de octubre de 1944, declarándola “Celeste y Principal Patrona de toda la República de Venezuela

Pedro Reinaldo Bravo
Venezuela, 7 de septiembre de 2022

Septiembre es importante para Venezuela porque recordamos de manera especial que nuestra nación fue bendecida por la visita de la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora de Coromoto. 

En este año 2022 se celebran los 370 años de su aparición en Venezuela y 70 años de la Coronación Canónica a la sagrada reliquia que la Madre de Dios dejó en las manos del Cacique Coromoto. La Reliquia se venera en el Santuario Mariano Nacional en Guanare, estado Portuguesa.

Breve Historia de la Aparición de Nuestra Señora de Coromoto

Guanare, capital del estado Portuguesa y capital espiritual de Venezuela fue fundada el 3 de noviembre de 1591 por Juan Fernández de León, en un lugar cerca del río Guanaguanare con el nombre de ciudad del Espíritu Santo del Valle de San Juan de Guanaguanare que, con el transcurso de los años se llamará solamente Guanare.

En aquel lugar, los colonizadores hicieron el reparto de tierras e indígenas en encomiendas, pero había unos indios con el nombre de Coromotos perteneciente a la tribu de los Cospes quienes negándose a la encomienda se internaron en una región apartada en medio de las selvas y montañas al norte de la ciudad. 

Se mantuvieron en esos lugares por muchos años sin imaginar que serían instrumentos de Dios por mediación de la Virgen María quien los invitará a la fe y a la conversión.

Cierto día que no se conoce la fecha exacta, pero se estima que pudo ser a mitad del año 1651 o principio de 1652, el Cacique Coromoto en compañía de su mujer se dirigían a una parte de la montaña para trabajar una tierra de cultivo. 

Al llegar a una quebrada vieron a una mujer de gran belleza con un niño en sus brazos que caminaba sobre las aguas de la corriente. La mujer dirigiéndose al cacique, con mirada y voz tierna, le dice en su idioma indígena que vayan al lugar donde viven los blancos para recibir el agua sobre la cabeza y así poder ir al cielo.

El Cacique y su mujer estaban tan maravillados e impresionados ante la aparición y palabras de la hermosa dama que el indígena se dispuso a cumplir su deseo. 

Cierto día después de este primer acontecimiento, un hacendado español de la región y buen cristiano llamado Juan Sánchez, pasaba por esos lugares con destino hacia El Tocuyo, en el actual estado Lara.

En el camino sale al encuentro el Cacique y le cuenta lo sucedido: que tanto él como la tribu estaban dispuestos cumplir con el deseo de la bella señora. Juan Sánchez sorprendido por el relato le dice al Cacique que debido a sus compromisos deben dirigirse al Tocuyo, pero que a la semana siguiente estará de regreso y que estuviesen listos él y su tribu para llevarlos.

A la semana siguiente el Cacique y la tribu se fueron con Juan Sánchez y se establecieron en una explanada cerca de los ríos Guanaguanare y Tucupío (hoy Tucupido). Aquel terreno se le dio el nombre de Coromoto y recibieron los indígenas las tierras para las labores, construyeron sus viviendas y recibían las enseñanzas de la doctrina cristiana que les daba Juan Sánchez junto con su esposa y sus compañeros. Con el tiempo la obra de evangelización daba sus frutos y los indios Coromotos fueron recibiendo las aguas del Bautismo.

El Cacique estuvo al principio feliz con su nueva vida, pero después se decepcionó porque añoraba su vida en las montañas. Poco a poco empezó a albergar rabia en su corazón. 

El sábado 8 de septiembre de 1652, día que la Iglesia celebra la fiesta litúrgica de la natividad de la Santísima Virgen María, el indígena regresa a su choza en las montañas en la tarde de ese día, después de rechazar una invitación de Juan Sánchez de participar a los actos en honor a la Madre de Dios.

La noche del sábado 8 de septiembre de 1652, es una fecha muy documentada en la información jurídica realizada por el Presbítero Doctor Carlos de Herrera, en el año 1746, durante su visita a Guanare como Visitador General del Obispado. Todo esto se conoce gracias a las investigaciones del hermano Nectario María religioso de La Salle quien escribió y propagó la historia de la Virgen de Coromoto.

Describe que al llegar el Cacique a su choza se encontraban en ese momento su mujer, su cuñada Isabel y un hijo de ésta última de unos 12 años de edad. Ellos se dieron cuenta de la expresión de tristeza y rabia del indígena y no le dijeron nada. 

Pero de inmediato apareció la Santísima Virgen al Cacique y a la familia en la puerta de la choza con gran resplandor. 

El indio al ver a la Virgen le reclama por su nueva vida, la mujer del cacique le reprende y defiende a la Mujer como ellos les decían a la Madre de Dios. 

El Cacique en su furia busca su arco, pero en ese momento la Reina del Cielo entra serena acercándose al Cacique y este al verla con tanta majestad tira el arco al suelo. Se dispone agarrarla y echarla afuera; pero al instante, la Madre de Dios desaparece y deja en las manos del indígena la sagrada y diminuta reliquia que se venera en la Basílica Santuario Mariano Nacional en Guanare, el mismo sitio de su aparición, el 8 de septiembre de 1652.

De manera que este año 2022, se cumplen 370 años de aquel acontecimiento que coloca a Venezuela como una de las naciones privilegiadas por la aparición de la Madre del Redentor.

El Cacique esconde la sagrada imagen con la intención de quemarla, pero el hijo de Isabel quien presenció los acontecimientos y se dio cuenta del escondite sale con mucha valentía en la mitad de la noche con la intención de avisar a Juan Sánchez de lo sucedido y rescatar la sagrada reliquia. 

En la mañana del domingo 9 de septiembre de 1652, el niño va con Juan Sánchez a la choza y logra rescatar la imagen. Luego la entrega al hacendado español y lo guarda en su relicario comenzando una gran devoción que se extenderá en toda Venezuela y en el mundo.

También ese mismo ese mismo domingo 9 de septiembre de 1652, el Cacique Coromoto se dispone a huir junto con otros indígenas hacia los montes y en la huida una culebra venenosa lo muerde y a gritos pide que lo bautice. 

Por designio de Dios un moreno criollo de la ciudad de Barinas y buen cristiano quien pasaba por ese lugar, lo bautizó. El Cacique antes de morir recomienda a los indios que estén cerca de los blancos y muere en gracia de Dios.

Patrona de Venezuela

El Episcopado venezolano proclamó a Nuestra Señora de Coromoto Patrona de Venezuela el 1 de mayo de 1942. Es decir, este año 2022 se cumplieron 80 años de este nombramiento, que el Papa Pío XII confirmó el 7 de octubre de 1944 declarándola “Celeste y Principal Patrona de toda la República de Venezuela”.

La Sagrada Reliquia y su Coronación Canónica y Restauración  

La sagrada y diminuta reliquia que la Madre de Dios dejó en las manos del Cacique Coromoto en la noche del sábado 8 de septiembre de 1652 es ovalada y mide 2,5 cm de largo por 2 cm de ancho. Representa a la Santísima Virgen con el Niño Jesús en su regazo. 

Dicha reliquia estuvo al principio en la casa de Juan Sánchez donde se le dio veneración debido que se le dio aviso al presbítero Vicario Diego de Lozada, pero éste no creyó al principio. Fue tanta la fama al culto de la milagrosa imagen que el mismo Vicario ordenó que la reliquia estuviese en el templo de Guanare.

El 1 de febrero de 1654 en víspera de la fiesta de la Presentación del Señor y Purificación de la Santísima Virgen, la sagrada imagen entró con gran solemnidad a la ciudad de Guanare, siendo colocada en el templo parroquial, hoy Basílica Catedral de Guanare. Allí se mantuvo hasta el año 1996, cuando fue trasladada al Santuario Mariano Nacional.

En mayo de 1949 Su Santidad Pío XII decretó la coronación canónica a la sagrada reliquia que la Santísima Virgen dejó en las manos del Cacique Coromoto efectuando el rito litúrgico el 11 de septiembre de 1952 en Guanare. Correspondió al Cardenal Manuel Arteaga y Betancourt, Arzobispo de La Habana, Cuba y delegado papal, celebrar la ceremonia. Se cumplen 70 años.

Por diferentes motivos la sagrada reliquia estuvo deteriorada por muchos años hasta el punto que no se podía distinguir la imagen. En septiembre del año 2009 se informó al país la grata noticia que fue restaurada con éxito por los expertos Pablo Enrique González y Nancy Jiménez.

La restauración fue posible gracias al apoyo de la Fundación María Camino de Jesús con sede en Maracaibo, estado Zulia, que se encargó de recoger los fondos para esta finalidad. Actualmente la imagen se ve con claridad y se hallaron varios descubrimientos extraordinarios para la gloria de Dios.

El Santuario Mariano Nacional en Guanare

En el año 1975 la Congregación de las Siervas del Santísimo Sacramento conjuntamente con las señoras Lilia Blank de Convit y Ana de Leañez, Monseñor Ángel Adolfo Polachini, tercer Obispo de Guanare y el Presbítero Alfonso de Jesús Alfonzo Vaz, comenzaron las diligencias para construir el Templo Votivo en el mismo lugar de la aparición del 8 de septiembre de 1652. Con ese objetivo se fundó la Asociación Civil sin fines de lucro: “Venezuela a la Virgen de Coromoto” para conseguir los fondos.

La construcción del Santuario se le confió al arquitecto Erasmo Calvani y después de varios años de trabajos el Templo Votivo a la Virgen de Coromoto fue consagrado el 7 de enero de 1996 por Monseñor Oriano Quillici, Nuncio Apostólico en Venezuela, en presencia del episcopado venezolano

Ese mismo día fue elevada a Santuario Mariano Nacional y el 10 de febrero de 1996, fue inaugurado por San Juan Pablo II en su segunda visita a Venezuela. El 12 de agosto de 2006 fue elevada a Basílica Menor por el Papa Benedicto XVI y desde el año 1996 como se mencionó tiene la sagrada y diminuta reliquia de la Madre de Dios para la veneración de los fieles.


COROMOTO

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Importancia de la Virgen de Coromoto y su Mensaje para Venezuela y al Mundo

El amor y devoción a la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora de Coromoto es importante para Venezuela porque constituye una auténtica aparición mariana y es digno mencionar que es la segunda aparición de la Madre de Dios en América después de México en su advocación de Guadalupe, aparecida al indígena San Juan Diego, en diciembre de 1531.


Su aparición en Venezuela y su Basílica Santuario Nacional es de gran importancia conjuntamente con Guadalupe en México, la Medalla Milagrosa en Francia, Lourdes en Francia y Fátima en Portugal.


Por eso los venezolanos debemos valorar esta advocación y darle la relevancia que se merece por este gran privilegio de que la Madre de Dios tuvo la delicadeza de aparecer en esta tierra de gracia como mensajera del Evangelio de su Hijo Jesucristo. En sus apariciones en Venezuela la Virgen nos deja grandes mensajes que nos conducen a la salvación. 


El primero es que nos invita a valorar y vivir el Bautismo como sacramento que nos consagra a Dios, nos hace sus hijos, nos incorpora a la Iglesia y nos quita el pecado original.


El segundo mensaje es salir al encuentro con el hermano. Recordemos que los indígenas Coromotos se internaron en la selva y se mantuvieron apartados por muchos años y la Santísima Virgen en su primera aparición les dice al Cacique y a su mujer que vayan a donde viven los blancos, es decir, que dejen su encierro para salir al encuentro con el prójimo.


El otro mensaje es la familia. Hay que recordar que su aparición del 8 de septiembre de 1652 fue a una familia la cual es la iglesia doméstica formada por el padre, la madre y los hijos. La Santísima Virgen con su aparición a la familia del Cacique nos invita a valorar esa célula fundamental de la sociedad en que los esposos -hombre y mujer- se unen en el sacramento del Matrimonio para unir sus vidas y formar una familia basada en la unión, el respeto y el amor y en donde los hijos aprenden de sus padres los auténticos valores para la vida.


Que la solemnidad de la Santísima Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, aumente en nosotros el amor y devoción a la Madre de Dios. Que valoremos esta advocación por ser una auténtica aparición mariana y acojamos su mensaje que nos guía a su Hijo Jesucristo. Nuestra Señora de Coromoto Patrona de Venezuela renueva la fe en toda la extensión de nuestra patria y del mundo entero.


Nota: Los datos históricos para el presente artículo fueron tomados de los libros: “La Maravillosa Historia de Nuestra Señora de Coromoto” del Hermano Nectario María, y “Madre de Coromoto, Virgen Venezolana” del Presbítero Ramón Vinke.



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