Cualquier persona – bautizada o no-
está en capacidad de realizar el “Bautismo de emergencia”, enseña el Catecismo
de la Iglesia; sin embargo, es necesario conocer y cumplir algunas condiciones
Publicado el 28 de abril de 2022
Galo Molina ha servido a la Iglesia por más de 37 años como ministro extraordinario de la eucaristía, en la parroquia San Miguel Arcángel y otras de Guarenas, Venezuela.
La primera visita del papa Juan Pablo II al país, en enero de 1985, lo motivó a esa responsabilidad.
Desde entonces son muchas las experiencias vividas: acompaña al sacerdote en las misas, distribuye la comunión, imparte catequesis, y con frecuencia realiza oraciones de sanación en las viviendas de personas enfermas.
Incluso -dijo Molina en conversación con Aleteia- ha conferido el “Bautismo de emergencia” a niños y adultos en peligro de morir.
Uno de los recuerdos que lo ha
marcado, fue el bautizo a un hombre de cincuenta años. Aunque se veía fuerte
por el trabajo del campo, llegó enfermo a un barrio de su comunidad.
“Desde su lecho de enfermo,
estando en la fase terminal de un terrible cáncer, este hermano solicitó ser
bautizado. Lo recuerdo con especial afecto porque fue la primera vez
que me tocó realizar esa obra de caridad”, comentó Galo sobre la experiencia.
Explicó que, para el momento en que los familiares solicitan el Bautismo, el sacerdote no estaba en la parroquia.
Creíamos que moriría y tuve que colocarle el agua bautismal según la fórmula y oraciones aprendidas para estos casos de emergencia, indicó.
“El hombre sobrevivió algunos días,
y el sacerdote a su regreso, completó el rito y cumplió los trámites
parroquiales correspondientes”, agregó.
Luego de dos días recibió el sacramento del matrimonio que también pidió. “Al quinto día de su bautismo de emergencia, falleció”, apuntó el ministro extraordinario de 75 años de edad, satisfecho por ayudar a esta persona moribunda.
El agua bendita recuerda el sacramento del bautismo
El recordatorio viene a propósito luego de la bendición del agua que se acostumbra el Domingo de Resurrección.
En la parroquia Nuestra Señora de Copacabana de Guarenas, el
padre José Antonio Barrera Ruiz, con motivo de esta actividad, explicaba a los
fieles sobre la condición de “sacramental” del agua bendita y el buen uso que
se le debe dar.
El agua bendita es un sacramental que nos ayuda a fortalecer nuestra fe. No es un rito mágico ni mucho menos se usa para cualquier tipo de cosas, dijo Barrera Ruiz.
“Primordialmente, el agua
bendita nos recuerda nuestro bautismo”, agregó el sacerdote ante los
fieles aferrados a sus envases de agua. Después profundizó sobre este
sacramento.
En caso de emergencia, oigan bien, en caso de emergencia, cualquier persona puede bautizar. Si hay un niño que está grave, en una situación crítica, hay que bautizarlo.
Condiciones para el bautismo de emergencia
Efectivamente, el bautismo de emergencia se debe realizar cuando un niño o adulto se encuentra en peligro de muerte.
Sin embargo, no es primordial que sea una muerte inminente; pueden estar gravemente enfermos o esperar una intervención quirúrgica que supondría poner en peligro la vida.
Puede celebrarse en el hospital, en la residencia donde convalece el enfermo u otro lugar. Algunas otras condiciones son las siguientes:
Puede celebrarse en el hospital, en la residencia donde convalece el enfermo u otro lugar. Algunas otras condiciones son las siguientes:
1EN PELIGRO DE MUERTE
Las normas sobre el sacramento del bautismo son amplias, pero en el caso de emergencia, son menos exigentes.
“El niño de padres católicos, e incluso de no católicos, en peligro de muerte, puede lícitamente ser bautizado, aun contra la voluntad de sus padres.”, establece el 867 § 2 del Código de Derecho Canónico.
Respecto a los adultos, en el 865, § 2, determina lo siguiente:
“Puede ser bautizado un adulto que se encuentre en peligro de muerte si, teniendo algún conocimiento sobre las verdades principales de la fe, manifiesta de cualquier modo su intención de recibir el bautismo y promete que observará los mandamientos de la religión cristiana”.
2EL AGUA DEL GRIFO TAMBIÉN SIRVE
Aunque la regla general en el sacramento del Bautismo determina el uso del agua bendita para los nuevos cristianos, en los casos de emergencia esta condición no es la única: se puede usar el agua del grifo o sin sabores adicionales.
3CUALQUIERA PUEDE BAUTIZAR
La Iglesia establece que los ministros ordinarios del bautismo son los obispos, presbíteros y diáconos. El Catecismo de la Iglesia Católica dice:
“En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar (cf CIC can. 861, § 2) si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria”.
Agrega que “la intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar”.
¿Cuál es la fórmula bautismal trinitaria?
De igual manera, el CIC establece el uso de “la fórmula bautismal trinitaria”. Es decir: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
Todo ello precedido por la mención del nombre de quien recibe el sacramento si lo tiene; en caso contrario, se debe asignar uno e informar a la parroquia.
En este contexto, testimonios como el de Galo Molina, son una constante en muchos lugares donde la escasez de sacerdotes y diáconos, impide que las personas –niños o adultos a punto de fallecer- puedan recibir el sacramento del bautismo de emergencia.
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