Vicariato Apostólico de Caroní en Venezuela celebró 100 años de su fundación

“Los misioneros en estas tierras, han sido durante estos cien años la voz de los que no tienen voz”, dijo monseñor Gonzalo Ontiveros, obispo del Vicariato Apostólico del Caroní

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Nota de Prensa @DiocesisSC)
Santa Elena de Uairén, 5 de marzo de 2022

Con una Misa pontifical el 4 de marzo en horas de la mañana, feligreses que hacen vida cristiana en el Vicariato Apostólico de Caroní, celebraron los 100 años de su fundación. La ceremonia se realizó en la cancha Pablito Fierro de la comunidad indígena de Manak-kru de Santa Elena de Uairén, municipio Gran Sabana, estado Bolívar, Venezuela.


Monseñor Gonzalo Ontiveros, obispo del Vicariato, presidió la eucaristía. Como concelebrantes estuvieron monseñor Ulises Gutiérrez, arzobispo de Ciudad Bolívar; monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal y su obispo auxiliar monseñor Juan Alberto Ayala. 

Además, les acompañaron monseñor Felipe González, obispo emérito del Vicariato apostólico del Caroní; monseñor Jesús Alfonso Guerrero, obispo de Barinas; y monseñor Mario Antonio DaSilva, arzobispo electo de la Arquidiócesis de Cuidabá de Brasil. 

Asistieron varios sacerdotes del vicariato y comunidades indígenas de la región.

El Obispo del Vicariato –en su homilía- realizó un recorrido histórico de la siembra del Evangelio en el territorio de la Gran Sabana y pueblos indígenas y de la realidad de la fe. Más adelante e iluminado por los textos bíblicos de la liturgia de la Palabra, comentó que Jesús invita siempre a sus discípulos a ser misioneros desde su realidad.

“El texto que escuchamos hoy traza las líneas de la misión evangelizadora. Jesús alienta a sus discípulos, les da el punto de arranque que es Galilea, los invita a hacer misioneros en la misma realidad en la que han vivido.  Allí lo han visto, allí dio a conocer el mensaje de salvación”, expresa nota recibida desde la Diócesis de San Cristóbal.

Recordó que los misioneros en estas tierras, “han sido durante estos cien años la voz de los que no tienen voz, de la misma manera los defensores de la ecología aquí en la Amazonía, y nuestra responsabilidad es darle continuidad al trabajo evangelizador”.

Durante la ceremonia estuvieron presentes la réplica de la imagen de nuestra Señora de la Consolación de Táriba, patrona de la Diócesis de San Cristóbal; y la reliquia del Beato venezolano Doctor José Gregorio Hernández Cisneros.

Los cantos litúrgicos estuvieron a cargo de los niños y jóvenes pemones de la comunidad indígena San José de Wará, quienes interpretaron sus cantos en pemón, latín y español, bajo la dirección de la hermana Yasmín Ríos de la congregación religiosa Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús

Asimismo, los ornamentos litúrgicos fueron confeccionados por mujeres indígenas, hermanas franciscanas y el seminarista Leonildo Barbosa de la comunidad de los siervos de la Divina Providencia en Brasil.

Al final de la Misa pontifical, monseñor Mario Moronta comentó sobre la responsabilidad que tiene la Diócesis de San Cristóbal en la evangelización y el compromiso de atender, acompañar y apoyar a la Iglesia de dicho Vicariato.

El prelado también pidió la maternal protección de la Virgen María para esta tarea y afirmó: 

María ha acompañado la evangelización de los pueblos en América Latina, ella es la estrella de la evangelización, por eso la tenemos presente aquí como María de la Consolación, aunque ya no será solamente María del Táchira sino también María de la Gran Sabana.

Para el próximo mes de abril, la Diócesis de San Cristóbal ha organizado una misión evangelizadora en las comunidades del Vicariato Apostólico de Caroní, con la ayuda del secretariado Diocesano de Pastoral Universitaria, el equipo de Caritas Diocesana y la Vicaria de Pastoral. 

La finalidad es “evangelizar a las comunidades en el tiempo de la Semana mayor en preparación para la celebración de la Pascua”, dice la nota.




Publicar un comentario

0 Comentarios