La invasión de Rusia a Ucrania, despertó el interés de obispos ucranianos de solicitar al papa Francisco, la consagración de ambos países al Corazón Inmaculado de María. Es una de las solicitudes hechas durante la aparición de la Virgen en Fátima que, al parecer, se había realizado a medias en diversas oportunidades. Esta vez, obispos y fieles están llamados a participar
Venezuela, 22 de marzo de 2022
El 25
de marzo es la fecha en que la Iglesia celebra el anuncio del ángel Gabriel a
la Santísima Virgen de que será Madre de Jesucristo el Redentor de la humanidad.
La Virgen acepta la misión de ser la Madre de la segunda Persona de la
Santísima Trinidad. Este año 2022, será muy especial.
El Papa
Francisco, el viernes 25 de marzo de 2022, consagrará a Ucrania y Rusia al
Corazón Inmaculado de la Virgen María en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
El Cardenal Konrad Krahewski, delegado papal hará el mismo acto en el santuario
de la Virgen en Fátima, Portugal.
Los
obispos y fieles del mundo están invitados a participar en la ceremonia desde
sus localidades.
¿Qué es una Consagración?
Consagrar
es dedicar una persona un lugar, una nación o un objeto a Dios, a la Santísima
Virgen o algún santo mediante un acto litúrgico aprobado por la Iglesia. Ejemplos
de consagración son varios. Cuando un templo es consagrado quiere decir que está
dedicado exclusivamente a la oración y el culto a Dios.
También cuando una persona se consagra en la vida religiosa mediante la profesión de los votos temporales o perpetuos, dedica su vida por completo a Dios en la vida consagrada.
Cuando un hombre se ordena en el sacramento del Orden Sacerdotal es
porque se está consagrando a Dios en el ejercicio del ministerio del orden
sagrado en su vida y solo le pertenece a Dios.
En los
países o diócesis que están consagrados al Sagrado Corazón de Jesús o al
Inmaculado Corazón de María, significa que les pertenecen solo a ellos en sus
Sagrados Corazones que invitan a la conversión y salvación.
El Mensaje de la Madre de Dios en Fátima
en 1917
Como
sabemos la Santísima Virgen se apareció a los pastorcitos Lucía, Jacinta y
Francisco, en Cova de Iría en Fátima, Portugal los 13 de cada mes, desde mayo
de 1917 hasta octubre de ese año.
Sus
apariciones sucedieron en circunstancias muy delicadas y difíciles que estaba viviendo
la humanidad en esos momentos. Una de estas es la Primera Guerra Mundial que duró desde 1914 hasta 1918 con sus
lamentables consecuencias.
Segundo,
en Rusia se estaba efectuando la revolución rusa que finalizó con la
implantación del comunismo en octubre de ese año. Se trata de una ideología y
sistema político que se expandió por el mundo con sus lamentables consecuencias
de dolor, muerte y destrucción.
La revolución
rusa tomó auge al finalizar la Segunda Guerra Mundial con la llamada Guerra Fría,
la cual culminó en 1991 con la caída del comunismo y la disolución de la antigua
Unión Soviética.
En la
tercera aparición de la Madre de Dios el 13 de julio de 1917, Ella les da a los
pastorcitos un mensaje en tres partes que no podían revelar a nadie llamado en
ese entonces los tres secretos de Fátima. Las dos primeras partes del mensaje fueron
escritas por Sor Lucía por obediencia al obispo de Leiría en 1941 y revelados
en 1942 por aprobación del Papa Pío XII.
La tercera parte también fue escrita por la vidente en 1944 y dada a conocer al mundo en el año 2000, por aprobación de San Juan Pablo II. En la segunda parte del mensaje la Santísima Virgen les dice a los pastorcitos lo siguiente:
La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío XII comenzará otra peor Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabéis que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra y de las persecuciones de la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadoras de los Primeros Sábados. Si se atiende a mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará.
En esta
segunda parte del mensaje, la Santísima Virgen revela que la Primera Guerra Mundial
estaba por terminarse, pero comenzaría otra peor, la Segunda Guerra Mundial.
Asimismo,
anuncia los errores que cometerá Rusia por el mundo (el comunismo). Pero en este
mensaje hay una condicional: “Pero si no dejaren de ofender a Dios”.
Estos es que si no hay verdadera conversión a Dios ocurrirá lo que Ella estuvo
anunciando, lo cual lamentablemente sucedió, es decir, hubo otra guerra mundial
y el comunismo se empezó a extender por el mundo.
También en este mensaje hay otra condicional:
Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadoras de los Primeros Sábados. Si se atiende a mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia.
Consagraciones realizadas por los Sumos
Pontífices al Corazón de María
Para
cumplir con el deseo de la Madre del Redentor, el Papa Pío XII consagró al mundo
al Inmaculado Corazón de María, el 31 de octubre de 1942, en plena
Segunda Guerra Mundial en la culminación del jubileo por los 25 años de las
apariciones de la Santísima Virgen en Fátima.
Igualmente, el mismo Santo Padre consagró
a Rusia al Inmaculado Corazón de María el 7 de julio de 1952.
Hay que
mencionar que el Papa Pío XII quien le
tocó regir y gobernar la Iglesia universal en los tiempos duros de la Segunda
Guerra Mundial, y posteriormente en la Guerra Fría, recibió su consagración episcopal
el 13 de mayo de 1917, el mismo día que la Santísima Virgen se apareció por
primera vez a los pastorcitos en Fátima.
San Juan Pablo II renovó la consagración
al 13 de mayo de 1982 en el santuario de Fátima, en su primera visita realizada
a Portugal
para dar gracias a Dios y a la Santísima Virgen por haberle salvado del
atentado que sufrió el año anterior.
En su homilía, san Juan Pablo II, señaló:
Consagrar el mundo al Corazón Inmaculado de María, significa aproximarnos, mediante la intercesión de la Madre, de la propia Fuente de Vida, nacida en Gólgota. Este Manantial brota ininterrumpidamente, saliendo de él la redención y la gracia. En él se realiza continuamente la reparación por los pecados del mundo. Tal Manantial es sin cesar Fuente de vida nueva y de santidad. Consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de la Madre significa volver de nuevo junto a la Cruz del Hijo. Pero quiere decir, además: consagrar este mundo al Corazón traspasado del Salvador, reconduciéndolo a la propia fuente de Redención.
San Juan Pablo II renovó
la consagración al mundo al Inmaculado Corazón de María en un acto solemne realizado
en la plaza de San Pedro del Vaticano
durante el jubileo del año santo extraordinario de la redención, el 25 de marzo de 1984, día de la Anunciación
del Señor a la Santísima Virgen.
Sor Lucía la vidente de Fátima manifestó que este acto de consagración correspondía a los deseos de la Santísima Virgen. Con el tiempo se empezaron a ver los frutos de esta consagración: en 1989 empezó la caída del comunismo con el derrumbe del muro de Berlín; y en 1991 la disolución de la Unión Soviética que pertenecían Rusia y Ucrania.
La Consagración
de Ucrania y Rusia a la Santísima Virgen
Ante
la invasión de Rusia a Ucrania que comenzó el pasado 24 de febrero del presente
año con sus lamentables consecuencias que trae toda guerra, y también ante las
posibles consecuencias que puede originar este conflicto a nivel internacional,
el Papa Francisco a petición de los obispos católicos de Ucrania, consagrará a
Ucrania y Rusia al Inmaculado Corazón de María el 25 de marzo de este año 2022.
Con
esta consagración el Papa dedicará nuevamente a estos dos países al Corazón de
la Madre de Dios para que Ella, quien aceptó y cumplió la voluntad de Dios, de
ser la Madre de Cristo y cooperó con Él en la obra de la redención a la
humanidad, interceda para que la paz, la justicia y los verdaderos valores
prevalezca en estos dos países y en el mundo entero.
ORACIÓN:
Que el Inmaculado Corazón de María, Corazón de inmenso amor quien aceptó a los
pies de la cruz la misión que le encomendó el Señor de ser la Madre de todos
los hombres y mujeres (cf. Jn 19, 25-27), y quien nos lleva a su Hijo
Jesucristo fuente de vida y salvación, bendiga y proteja a los dos países en
conflictos. Que la guerra termine y se instaure la paz y la civilización del
amor tanto a Ucrania como a Rusia y a todas las naciones del mundo.
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