Omareny García no podía tener hijos
y en una misa dedicada a las “mujeres embarazadas” le bendijeron su vientre. El
27 de marzo, en el mismo templo, presentó a su niño de dos años y tres meses de
edad
Publicado el 30 de marzo de 2022
La Semana por la vida, convocada por
la Conferencia Episcopal Venezolana del 20 al 27 de marzo, permitió conocer
historias reales guiadas por “la mano de Dios”. Una de estas hermosas
experiencias es la de Omareny Carolina García Pernía, de 38 años de edad
y educadora en el estado Táchira. Contra todo pronóstico ella quedó embarazada.
El 27 de marzo de 2022, en la
iglesia San José, en la ciudad de San Cristóbal, la profesora Omareny presentó
a su niño de dos años y tres meses de edad.
Arrodillada en el laboratorio
agradece a Dios
A pesar de tratamientos médicos, de
acupuntura y sus intensos deseos de ser madre, Omareny no podía quedar
embarazada. Sus razones eran biológicas: los niveles hormonales reproductivos
nunca tuvieron los valores adecuados para concebir.
Sin embargo, ella se aferró a la fe
en Dios y la Virgen. Con fervor repetía las oraciones aprendidas desde niña y
exponía su realidad. Se puede decir, que la llegada de Juan Josué, ahora con
dos años y tres meses de edad, fue gracias a su amor por la vida.
El domingo 31 de marzo de 2019, su amiga Milagros del Valle Peña, del Proyecto Esperanza de la Diócesis de San Cristóbal, la invitó a una misa en la iglesia San José de esa ciudad.
Allí
iban a bendecir los vientres de mujeres embarazadas y de aquellas que, como
ella, por diferentes razones todavía no habían podido ser madres.
Omareny fue la última en levantarse
y colocarse frente al altar. En sus oraciones ya le había dicho a “Papito Dios”
que hiciera su voluntad, y con gran fe, también había acudido a la Virgen de
la Leche y Consolación de Táriba, dijo en conversación para Aleteia.
“Cuando el sacerdote iba a terminar
de impartir la bendición a las mujeres que se levantaron antes que yo, la
señora Milagros me dijo: profesora yo quiero que usted participe”,
enfatizó. Era el momento de manifestar su fe. Y Dios le hizo el milagro.
“A los pocos días me comencé a
sentir extraña: no me quería peinar, la ropa me fastidiaba... Sin embargo, fue
el 2 de mayo de 2019 cuando me hice la prueba de embarazo. Efectivamente, había
concebido a mi hijo Juan Josué Pulido García”.
Al recibir la noticia del embarazo
se arrodilló en el laboratorio donde se hizo los exámenes y agradeció a Dios y
la Virgen. “De verdad anhelaba tener a mi hijo”, añade.
“Te tengo una noticia, estoy
embarazada”
Acto seguido llamó a su pareja, Jesús Eduardo Pulido Moreno para que la llevara a la Casa de oración María de Jerusalén. Allí le dijo: “¡Te tengo una noticia, estoy embarazada!”.
Fue
un momento especial para los dos. Se abrazaron y dieron gracias a Dios por
hacer realidad un sueño anhelado por muchos años.
El 19 de diciembre de 2019, llegó al
mundo el niño Juan Josué, para llenar de alegría a sus orgullosos padres.
Mensaje de la profesora Omareny
La profesora Omareny Carolina García
Pernía, a través de Aleteia, quiso enviar un mensaje de esperanza a las mujeres
que como ella quieren ser madres:
Primero que nada debemos orar con amor y devoción a nuestro Dios del Universo y a la Virgen María, porque con fe todo se puede y ese sueño tan hermoso de ser madres se hará realidad el día menos pensado. Luego, hay que comprometerse a cuidar y velar por el bienestar de esa nueva vida que se teje en el vientre.
Una semana que bendice los vientres
en Venezuela
La alegría de Omareny y muchas
mujeres como ella, siguen dando motivos a la iglesia, para que cada año en la
solemnidad de la Anunciación del Señor, se celebre la Semana por la Vida. Este
año se realizó del 20 al 27 de marzo de 2022, convocado por la CEV.
Desde San Cristóbal, pasando por
Caracas y otras capitales regionales de Venezuela, las movilizaciones en favor
de la vida –aunque no fueron masivas- dejaron claro que la defensa de los niños
por nacer es una realidad. “Custodiar toda la vida” era el lema.
Por esta razón, como todos los años,
el padre José Alirio Zambrano, asesor de la pastoral familiar de San Cristóbal,
bendijo los vientres de mujeres embarazadas y de aquellas que anhelan ser madres.
Nuevamente lo hizo en la iglesia donde Omareny rezó en 2019.
“Debemos actuar como el padre
misericordioso del Evangelio de hoy, acoger con amor a los hijos porque ellos
siempre serán una bendición de Dios”, dijo Zambrano de acuerdo a la información
recibida por Aleteia desde la Diócesis de San Cristóbal.
“Desde el momento de la fecundación, es nuestro deber como cristianos, además, no sólo se defiende la vida del niño sino también la vida de la madre, su vida física, psíquica, emocional y espiritual”, aseguró el sacerdote venezolano.
Proyecto Esperanza, una manera de decirle sí a la vida
Aracelys Domínguez, del Proyecto
Esperanza, programa de la pastoral familiar, explicó que esta organización se
encarga de defender o rescatar niños del aborto, motivando y apoyando a las
mamás para que le digan sí a la vida.
Explicó que el aborto tiene dos
víctimas: el niño que es asesinado en el vientre de su mamá, y la madre que
sufrirá los traumas del Síndrome Post Aborto (SPA) con síntomas como tristeza,
depresión, culpa, trastornos del sueño, pesadillas, problemas del apetito,
llanto frecuente, alteración en sus relaciones interpersonales, entre otros.
Domínguez acotó que el Proyecto Esperanza hace acompañamiento pastoral a quienes padecen el SPA para que superen los traumas, restablezcan su salud y puedan encontrar esperanza y sentido a la vida. Para información: dscproyectoesperanza@gmail.com.
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