Monseñor Moronta anuncia Año Jubilar por los 100 años de la Diócesis de San Cristóbal


Este 1 de enero, Moronta anunciará que el próximo 12 de octubre de 2022 la Iglesia de San Cristóbal celebrará 100 años de su creación. En cada parroquia del estado Táchira, se hará lectura del Pregón del Año Jubilar los días 1 y 2 de enero

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Con NdP @DiocesisSC

Con alegría cristiana, enriquecida por la Encarnación del Hijo de Dios cuyo nacimiento hemos celebrado, e iluminados por la fuerza del Espíritu Santo en el nombre de Dios Padre, anunciamos que el próximo 12 de octubre de este año de gracia 2022 nuestra Iglesia de San Cristóbal celebrará 100 años de su creación”.

Así lo dijo monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, obispo de la Diócesis de San Cristóbal, este 31 de diciembre, en el pregón del año jubilar. 

“Bendecimos a Dios por este acontecimiento con el cual hablamos y damos testimonio de lo que hemos visto y oído (cf. Hech 4,20). Podemos exultar con los cantos de nuestra tierra, pues Dios ha estado grande con nosotros y estamos contentos”.

A continuación, se publica el mensaje que también se puede ver en YouTube

Pregón del Año Jubilar

¡Bendito sea Dios Padre de Cristo Jesús, Nuestro Señor, que nos bendijo desde el cielo, en Cristo, con toda clase de bendiciones espirituales! (Cf. Ef 1,3)

Con alegría cristiana, enriquecida por la Encarnación del Hijo de Dios cuyo nacimiento hemos celebrado, e iluminados por la fuerza del Espíritu Santo en el nombre de Dios Padre, anunciamos que el próximo 12 de octubre de este año de gracia 2022 nuestra Iglesia de San Cristóbal celebrará 100 años de su creación. Bendecimos a Dios por este acontecimiento con el cual hablamos y damos testimonio de lo que hemos visto y oído (cf. Hech 4,20). Podemos exultar con los cantos de nuestra tierra, pues Dios ha estado grande con nosotros y estamos contentos

Con gran esperanza y entusiasmo, nos convocamos para vivir este tiempo de gracia y así poder celebrar los inmensos frutos de la evangelización y continuar dando los pasos para una renovación en ESPÍRITU Y VERDAD. Dios nos ha permitido escribir un capítulo de la Historia de la Salvación de esta Iglesia que siempre ha estado en camino junto con todos los hombres y mujeres de estas hermosas tierras andinas.

Exultamos de gozo por la continua presencia del DIOS CON NOSOTROS en esta Iglesia. Somos testigos de su Evangelio de Jesucristo. En este año de gracia, reafirmaremos una vez más nuestro compromiso por hacer realidad en el Táchira los cielos nuevos y la nueva tierra que nos dejó en herencia Jesús, Camino, Verdad y Vida (Cf. Jn 14,6), Principio y Fin, Alfa y Omega. El compromiso del amor fraterno nos sigue impulsando al encuentro de todos, en particular de los más alejados, los que se han ido por otros rumbos, los pobres y excluidos y aquellos que tienen sed de Dios.

Nuestra fe nos hace cantar un cántico nuevo al Dios Padre de la Misericordia, el Creador quien nos ha elegido para edificar su reino de justicia, paz y amor, en el cual todos sintamos la fuerza liberadora del Señor Jesús, el Cristo del rostro sereno que nos sostiene con sus brazos amorosos. Como María proclamamos la grandeza del Dios del amor y de la vida quien nos ha regalado los bellos paisajes andinos, la frescura de los páramos, la calidez de las tierras bajas y la laboriosidad de los tachirenses. El Espíritu Santo ha suscitado numerosos sacerdotes, religiosas y laicos evangelizadores que han dado lo mejor de sí al proclamar el Evangelio liberador en este Táchira querido.

Proclamamos al mundo que la Palabra y la Eucaristía son los ejes centrales de nuestra vida y misión eclesial. Con ellas, asumimos el ministerio de la reconciliación a fin de derribar todo muro de división existente en nuestra sociedad: así entonces nuestros hermanos podrán tener la experiencia de ser hombres nuevos, marcados por la alegría y la fidelidad al mandato divino del Amor fraterno.

Con esperanza, realizando nuestro Proyecto Diocesano de Pastoral, PARROQUIA PARTICIPATIVA, COMUNIDAD DE COMUNIDADES, y preparando del III SÍNODO de nuestra Diócesis, queremos – pastores y fieles laicos- reafirmar cómo nuestra Iglesia es Luz de Dios para nuestra región, para la Nación Venezolana y el mundo. Nos llenamos de inmenso gozo por el encargo recibido del Papa y la Iglesia Universal para ayudar, apoyar y acompañar la siembra del Evangelio en el Vicariato Apostólico de Caroní.

¡Qué gozo nos da el regalo de parte de Dios de una Iglesia con cultura vocacional! 

Por ello, nos comprometemos a seguir promoviendo las vocaciones eclesiales a la vida sacerdotal y consagrada, al compromiso laical y misionero, haciendo que la familia santuario de la vida, sea Iglesia doméstica donde se conozca y viva la fe, la esperanza y el amor. Con nuestras comunidades, nos abrimos a la fuerza del Espíritu para así propiciar el encuentro con Jesucristo.

Con amor de hijos de Dios, buscaremos ser cada día mejores discípulos de Jesús, siguiendo los modelos de santidad de la Iglesia y los ejemplos de vida cristiana que han surgido del pueblo de Dios. María del Táchira, Nuestra Señora de la Consolación, nos ha acompañado durante estos cien años de vida eclesial. Ella es la estrella de la Evangelización y nos protege con su intercesión a la vez que nos invita a hacer lo que su Hijo nos enseña.

Bendecimos a Dios por esta tierra tachirense donde realizamos la misión evangelizadora del anuncio de la Palabra y la edificación del Reino de Dios. Bendecimos a Dios quien nos permite conmemorar los 100 años de nuestra Iglesia local caminando juntos en ESPÍRITU Y VERDAD. Bendecimos a Dios por habernos invitado a ser, en la frontera con Colombia un puente de encuentro en la caridad con los hermanos colombianos y la Iglesia que allí peregrina.

Apoyados en su gracia, nos colocamos en las manos de Dios, razón de ser de nuestra existencia. El Padre nos ha regalado el maravilloso don de ser sus hijos; el Hijo, nos ha convertido en sus discípulos misioneros y servidores del pueblo de Dios; el Espíritu Santo nos ha hecho testigos valerosos y convincentes del Evangelio de salvación.

Al anunciar el año jubilar centenario de nuestra Iglesia de San Cristóbal, convocamos a todos a expresar decididamente nuestra fe, fortalecer con entusiasmo nuestra esperanza y manifestar con alegría el amor que todo lo puede. El Señor nos invita a renovar nuestro caminar juntos en ESPÍRITU Y VERDAD. Así, todos los actos que podamos realizar, los haremos en el nombre del Dios Uno y Trino, a quien damos honor y gloria por los siglos de los siglos. AMEN.

San Cristóbal, 1-2 de enero del año 2022




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