Sin amor no es
posible dar pasos hacia un cristianismo más abierto, cordial, alegre, sencillo
y amable, sinodal donde podamos vivir como amigos de Jesús, dijo el V
Obispo de Trujillo en su toma de posesión
Ramón Antonio Pérez //
@GuardianCatolic
Vicaría para
las comunicaciones sociales // @DiócesisTrujillo
“Elegidos para dar frutos”, reza el escudo
de monseñor José Trinidad Fernández Angulo. Con esa tarea en su ministerio episcopal
tomó posesión el nuevo obispo en la catedral de Trujillo, el mismo día en que se
celebraba el 39 aniversario de la coronación canónica de Nuestra Señora de la
Paz, patrona de los trujillanos.
Antes de la
solemne eucaristía, el Colegio de Consultores recibió al Quinto Obispo de
Trujillo en la entrada del templo, dice la nota recibida por El Guardián
Católico desde la diócesis andina. Le acompañaba el arzobispo metropolitano de
Mérida y administrador apostólico de Caracas, cardenal Baltazar Enrique Porras
Cardozo.
Era casi el mediodía; el obispo electo veneró el crucifijo y entró por la nave central asperjando con el agua bendita a los presentes que le recibieron entre aplausos; realizó una breve oración frente a la capilla del Santísimo Sacramento y luego se dirigió a la sacristía para revestirse e iniciar la Santa Misa de toma de posesión.
Iniciada la ceremonia, intervinieron con la respectiva salutación el administrador diocesano presbítero Rubén Delgado y el cardenal Porras. “En sus palabras aprovecharon para homenajear al recordado monseñor Oswaldo Azuaje y destacar la fructífera trayectoria del nuevo obispo de Trujillo”.
Porras también leyó la comunicación
enviada por la Nunciatura Apostólica. El padre Rubén Delgado quien se desempeñó
durante nueve meses como administrador diocesano sede vacante, también
pronunció sus palabras de agradecimiento y bienvenida.
“Seguidamente
el presbítero Rubén Delgado, junto al Vicario Judicial padre Romer Ortiz,
leyeron y presentaron las Letras Apostólicas del nombramiento del nuevo obispo
al Cardenal Baltazar Porras y al colegio de consultores”, precisa la nota de la
vicaría de comunicaciones de la Diócesis de Trujillo.
Como signo de toma de posesión el cardenal Porras invitó a monseñor José Trinidad a sentarse en la sede (cátedra) ubicada en el presbiterio de la catedral. Además, hizo entrega del báculo como significado del gobierno pastoral de Iglesia particular de Trujillo.
“A continuación
el nuevo obispo invitó a los presbíteros de la Diócesis a renovar sus promesas
sacerdotales y a elevar una oración por él. Asimismo, los diáconos, religiosas,
seminaristas y toda la asamblea acompañaron las oraciones especiales de este
momento”, indica la nota.
Los actos fueron transmitidos por diversas emisoras radiales, la televisión local y por las redes sociales de la diócesis y la catedral de Trujillo. Acompañaron a Monseñor Trino once obispos venezolanos, sacerdotes de la región y de otras partes del país, así como una delegación del personal de la Conferencia Episcopal Venezolana.
La imagen de la patrona y el templo catedral
lucían especiales arreglos florales para tan esperada ocasión.
Evitar
andar con cara de funeral
Monseñor
Trinidad Angulo expresó la gratitud con el Señor y la Iglesia, así como su
compromiso de cristiano y obispo. Aludiendo palabras del Papa Francisco precisó
que, aunque estamos en tiempos muy difíciles por la pandemia del Covid-19 debemos
evitar andar con “cara de funeral”, procurando más bien mostrar un rostro que
refleje la fe que tenemos en el Redentor, permitiendo que sea el Espíritu Santo
la guía para comprender la entrega que debemos tener como hijos y pueblo de
Dios, llamados a caminar juntos en solidaridad y en sinodalidad.
Destacó que debemos volver continuamente a lo esencial del cristiano que es la fe y la experiencia de la salvación en Jesucristo.
"Esta experiencia es digna de un testimonio fervoroso que tiene como prioridad hacer el bien, a un mendigo ciego que le pide compasión mientras va de camino, Jesús lo acoge con estas palabras: ¿Qué quieres que haga por ti? Con esta actitud anda por la vida quien ama como Jesús” dijo el obispo.
Monseñor Trinidad Fernández precisó que una de las características principales del cristiano es la alegría como una manera de estar en la vida.
Es realmente extraño practicar la religión cristiana, sin experimentar que Cristo es fuente de alegría vital. Sin amor no es posible dar pasos hacia un cristianismo más abierto, cordial, alegre, sencillo y amable, sinodal donde podamos vivir como amigos de Jesús.
El obispo recordó también
la obra eclesiástica en la que trabajaron los pastores de la Iglesia
trujillana, los obispos Antonio Ignacio Camargo, José León Rojas Chaparro,
Vicente Hernández Peña y Oswaldo Azuaje, “quienes nos han enseñado con su testimonio
y su doctrina que juntos se tejen buenas historias”.
Finalmente,
exhortó a todos sus diocesanos a evangelizar con testimonio de un Cristo
resucitado que acaricia la piel de los leprosos y no de los que pasan de largo,
sin compadecerse del dolor del hombre herido en el camino.
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.