Cardenal Urosa denuncia escasez de comida en medio de la cuarentena en Venezuela


El arzobispo emérito de Caracas denuncia que la población venezolana tiene serios problemas para obtener sus alimentos, debido a la falta de gasolina que sufre el país en medio de la cuarentena implementada para evitar la pandemia del coronavirus

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 10 de abril 2020

Hay algo que me preocupa, y es el problema del abastecimiento de productos y bienes esenciales para la gente (…) el problema de la comida, está agravado por la falta de trasporte, porque no hay gasolina. Es algo terrible, y absolutamente absurdo que hayamos llegado en esta Venezuela petrolera, a no tener gasolina”, expresó el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo emérito de Caracas durante una entrevista en la que analizó las celebraciones religiosas de la Semana Santa 2020 y el acontecer nacional.

Aunque reconoce que la cuarentena para prevenir los efectos de la pandemia del Covid – 19 en la población venezolana se decretó a tiempo, en algunos sectores de Caracas y Venezuela en general, hay fallas en su aplicación. En ese orden lamenta que las procesiones no se hayan cumplido de acuerdo a lo previsto, pero destaca que muchas de las actividades religiosas se pueden realizar una vez culminada la cuarentena.

En el área política exigió “la libertad para los presos políticos”, denunciando que son “arrestos ilegales” como los ocurridos recientemente contra allegados al diputado Juan Guaidó, en medio de las medidas establecidas por el gobierno de Nicolás Maduro.

-Cardenal Urosa, ¿qué piensa Usted de prohibir que los fieles participen en  las ceremonias litúrgicas propias de la Semana Mayor?

Es algo lamentable, pero inevitable consecuencia de la necesaria cuarentena de aislamiento social que se ha impuesto en el mundo entero. El corona virus es sumamente agresivo, peligroso y muy contagioso. También en el Vaticano, en Roma y en todos los países católicos, ha sido imposible celebrar con la asamblea de fieles. Sin embargo, en todas las parroquias y Catedrales  del mundo,  -y en la Basílica de San Pedro el mismo Papa-,  también en Venezuela, se están celebrando las ceremonias litúrgicas propias de estos días santos, aunque solamente con los ayudantes necesarios. Pero se pueden transmitir por TV, por radio, y las redes sociales. La tecnología moderna permite que los fieles participen, aunque sea a distancia, en los Oficios religiosos.

- Pero la gente se siente incómoda por no poder asistir a las procesiones.

Cierto, y es comprensible. Por ejemplo no ha sido posible realizar la acostumbrada procesión del Nazareno de San Pablo, en Santa Teresa, tan solo un recorrido vehicular como estaba previsto en varios sectores de Caracas. Las autoridades han estimado que había mucho peligro de contagio, y no autorizaron las procesiones. Pero muchos de esos actos se realizarán una vez que termine la cuarentena, que esperamos  sea pronto.

- Cómo ve el desarrollo de la cuarentena

En general me parece que se está llevando bien, se decretó a tiempo, pero parece que en algunos sectores de Caracas hay fallas en su aplicación. Y eso es peligroso. Afortunadamente el número oficial de contagiados es bajo, así como el de los muertos por la peste. Hay que felicitar y apoyar al personal que trabaja precisamente en estos días para superar el peligro de la peste en Venezuela

Pero hay algo que me preocupa, y es el problema del abastecimiento de productos y bienes esenciales para la gente. Por ejemplo: el problema de la comida, está agravado por la falta de trasporte, porque no hay gasolina. Es algo terrible, y absolutamente absurdo que hayamos llegado en esta Venezuela petrolera, a no tener gasolina. Además, las personas que trabajan por su cuenta o a destajo, tienen serios problemas, pues si no trabajan, no comen. Las autoridades deben resolver esos problemas, pues pueden generarse actos de violencia.


- ¿Qué opinión le merece el arresto en estos días de personas vinculadas a la oposición?

Rechazo esas actuaciones. Me parece muy negativo, muy mal. Nunca deberían darse esas actuaciones de los cuerpos de seguridad del Estado, y menos ahora en cuarentena y en Semana Santa. Especialmente cuando, como se ha escuchado, presuntamente se realizan sin ninguna requisito legal, casi como un secuestro. Tengo entendido que ha habido varias personas de la oposición detenidas así, y especialmente algunas cercanas al diputado Juan Guaidó. Eso es inaceptable, y toda esa gente, incluso algunos diputados, deben ser puestos en libertad.
Por otro lado hay muchos presos políticos que deberían ser liberados. Especialmente en Semana Santa, cuando recordamos el arresto ilegal, los juicios inicuos contra Nuestro Señor Jesucristo y sus torturas y posterior asesinato en la cruz. 

Es totalmente inaceptable que haya venezolanos presos por disentir del gobierno, por pertenecer a sectores de la oposición. Pienso, por ejemplo, en el sindicalista Rubén González, de la Ferrominera Orinoco, que lleva ya varios meses preso. Y en el señor Marrero, del equipo de Guaidó, o en los diputados Requesens y Caro, y ahora el diputado Geara. ¡Todos los presos políticos deben ser de inmediato puestos en libertad!.

- ¿Cardenal, qué otro tema de la vida nacional le preocupa?

Las amenazas del gobierno con una cosa nueva que llaman “la furia revolucionaria”. Maduro y otros, por temor de ataques contra el gobierno, han proferido amenazas de una supuesta “furia revolucionaria”. Eso de amenazar al pueblo con grupos civiles armados violentos es totalmente ilegal, contra los derechos humanos, y también inaceptable. Para reprimir constitucionalmente cualquier acción subversiva el Estado cuenta con la Fuerza Armada y los cuerpos legales de Policía. No es tolerable que haya grupos de civiles armados que ejerzan actos de violencia contra el pueblo.

¿Qué mensaje le da Usted a la población venezolana en estos días santos?

Tengo dos mensajes. Uno, desde el punto de vista religioso, que nos acerquemos a Dios, que fortalezcamos nuestra Fe y sigamos a Jesucristo, que ha vencido al mal y a la muerte. Él nos da esperanza, aún en tiempos de peste. Y dos, desde el punto de vista cívico: que nos cuidemos mucho, guardemos la cuarentena. Pero además, que defendamos nuestros derechos y los derechos de los demás. Entre otras cosas, que exijamos la libertad de los presos políticos.





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