Legión de María cumple 70 años como apostolado de vanguardia en Venezuela


Los cardenales Baltazar Porras Cardozo y Jorge Urosa Savino, participaron en una misa este 18 de enero, para festejar los 70 años del arribo a Venezuela de la Legión de María. Urosa recordó cuatro elementos del compromiso legionario: “Oración, formación, acción y organización”

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 19 de enero 2020

Esta celebración, amadísimas hermanas y hermanos, no puede limitarse a echar una mirada agradecida a un pasado glorioso”, dijo el cardenal Jorge Urosa Savino, durante la eucaristía que este 18 de enero se cumplió en la Iglesia Nuestra Señora de la Chiquinquirá de Caracas, con motivo de los 70 años de la llegada de la Legión de María a Venezuela.

Fue el 21 de enero de 1950, cuando el padre Félix Mujica, de la Congregación francesa de los Hijos de María Inmaculada, después de conocer la actuación de los legionarios en las Antillas, resolvió establecer esta asociación en la capilla de María Inmaculada, hoy Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Palo Grande, Caracas. Posteriormente, el movimiento fue debidamente aprobado y apoyado por monseñor  Lucas Guillermo Castillo, entonces arzobispo de Caracas, y sucesivamente, por los demás obispos venezolanos.

Después de 70 años y bajo esta motivación, el cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, administrador apostólico de Caracas y arzobispo de Mérida, presidió la eucaristía para recordar este importante momento en la iglesia venezolana. Además del cardenal Urosa Savino, asistió el obispo emérito de Los Teques, monseñor Ovidio Pérez Morales; y los obispos auxiliares de Caracas: Tulio Luis Ramírez y José Trinidad Fernández.

Una notable presencia de sacerdotes y religiosas, junto a miembros antiguos y nuevos de la Legión de María, participaron en esta misa con sus pendones y dando fe y testimonio de la importancia del movimiento. Frente al altar y en los primeros puestos se pudo observar a la junta directiva del Senatus Venezuela encabezados por su presidenta Marvi Serrano; Rosa Caria, vice presidenta; la Hermana Rosalba, secretaria; y Ana Palacios, tesorera, entre otros. La animación correspondió al Coro de la Basílica Santa Teresa de Caracas.

Urosa invita a Remar mar adentro


“No se trata solo de rememorar una bellísima historia de fe, de apostolado, de tareas y trabajos apostólicos, de comunión eclesial y de evangelización”, insistía Urosa, asesor espiritual del Senatus en Venezuela, llamando a “un nuevo impulso, un renovado aliento y esfuerzo a intensificar la labor apostólica que estamos realizando, a fortalecer nuestro compromiso cristiano y legionario, aquí en nuestra convulsionada Caracas”.

Igualmente hizo un llamado a los oficiales de los presidia, de los consejos, comicios y curias que conforman este movimiento: 
Ustedes, queridos oficiales, son, sin duda alguna, dirigentes, líderes de la Iglesia en la Legión y, como tales, tienen una compromiso mayor con Dios nuestro Señor y con los hermanos que necesitan de la acción de la Legión”.

Acto seguido propuso cuatro aspectos fundamentales para perseguir los objetivos que caracterizan esta asociación apostólica mariana: primero, “fortalecer la oración, es decir, la vida espiritual; segundo, intensificar la formación espiritual y doctrinal; tercero, mejorar la acción, es decir, el trabajo legionario; y cuarto, “para organizar y coordinar bien todo esto (…) respetar la organización y la disciplina de la Legión”.

Finalmente, Urosa recordó haber sido “antiguo legionario juvenil, como antiguo y actual Director Espiritual de una Curia y luego del Senatus hace mucho tiempo, primero de 1983 a 1990”, y ahora como arzobispo emérito cuya cercanía se ha profundizado.

Porras: “Ustedes son el rostro bondadoso de María Santísima”


El cardenal Baltazar Porras, hacia el final de la eucaristía, también tuvo palabras de agradecimiento y motivación para la Legión de María. “Yo siento también una gratitud porque el primer presídium que se fundó en el Seminario Interdiocesano de Caracas por el Padre Mujica  fue también en mis años y fui miembro de ese praesidio”, expresó.

“Ustedes son ese apostolado de vanguardia, en el que hay que unir esa oración, formación y acción –como hemos escuchado del cardenal Jorge Urosa, nuestro Cardenal Legionario, que desde que entró al seminario siempre puso en alto su vocación legionaria- ¿para qué? Para ser ese rostro amable, sencillo, hospitalario y samaritano que tanta falta está haciendo en medio de nuestra sociedad”, indicó el administrador apostólico de Caracas.

“Todas esas visitas a los enfermos, repartir la comunión, estar cerca de los más pobres y atribulados es la presencia amable y tierna de María Santísima y de la Iglesia en el rostro de cada uno de ustedes. Por eso, estos 70 años, y en vísperas del centenario mundial de la legión, debe quedar el compromiso de que no haya una sola parroquia en la Arquidiócesis de Caracas (120 parroquias) que no tenga por lo menos un praesídium”, animó.







A continuación la homilía completa del Cardenal Urosa Savino:


¡VAYAMOS MAR ADENTRO!


Homilía en la Misa de acción de gracias por los 70 años de la Legión de María en Venezuela, 18 de enero de 2020, Iglesia de N. Sra. de la Chiquinquirá.
Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo Emérito de Caracas+

Muy queridos hermanos:

¡Qué alegría tan grande! Que ambiente tan espiritual, tan entusiasta, tan fraterno, se siente y nos rodea en esta hermosa celebración eucarística y mariana, con la cual le estamos dando gracias a Dios nuestro Señor por los 70 años de la existencia, trabajo y actividad apostólica de la Legión de María en Venezuela.


Gracias a Su Eminencia el Cardenal Baltazar Porras Cardozo, Administrador Apostólico de Caracas y Arzobispo de Mérida, por haber aceptado nuestra invitación del Senatus a presidir esta fiesta religiosa, fraterna, apostólica. Gracias a todos los hermanos obispos, sacerdotes, diáconos y religiosos que nos acompañan. Y gracias de todo corazón a cada uno de ustedes, queridos hermanos y hermanas, que de toda Caracas han venido hoy aquí para festejar la acción de Dios en nuestros corazones, como miembros de este formidable movimiento y asociación apostólica de fieles que es la Legión de María.

Celebramos hoy 70 años de existencia como asociación apostólica mariana, es decir, de intensa fe católica, de vivo amor a Dios y a la Iglesia, de sólida devoción a María Santísima, de entusiasmo evangelizador, de trabajo silencioso, de oración fervorosa, de fraternidad religiosa y cálida, de empuje y fidelidad al Señor en el cumplimiento de nuestra misión evangelizadora.

Recordamos hoy a aquellos hombres y mujeres que hace 70 años, inspirados por Dios y movidos por la iniciativa de un gran sacerdote y apóstol de la Iglesia en Caracas, el R.P. Félix Mujica, español, miembro de la Congregación de los Hijos de María Inmaculada, se reunieron en la bellísima Iglesia de Palo Grande, de N. Sra. De Lourdes, con gran amor a María Santísima, para iniciar esta aventura de acción decidida y fecunda, que ha sido la vida de la Legión en Caracas y en toda Venezuela.

Y gracias también a todos los que posteriormente, con la aprobación del Arzobispo Lucas Guillermo Castillo aquí en Caracas, y de los respectivos Obispos en las otras Diócesis de Venezuela, se unieron a esa iniciativa de vivir intensamente el bautismo como laicos, en búsqueda de la santificación personal y realizando una labor evangelizadora, apostólica, unidos bajo el estandarte de María, en comunión con toda la Iglesia venezolana. Y le damos gracias a Dios por nosotros mismos, los que aquí estamos, por habernos llamado a participar en esta tarea tan bella de anunciar su infinita misericordia y la bondad, el misterio maravilloso de la salvación y de la felicidad que vienen de Dios, a tantos hermanos nuestros. Por todas estas razones, queridos hermanos, demos gracias a Dios. ¡Gracias, Señor, gracias!

MAYOR COMPROMISO

Esta celebración, amadísimas hermanas y hermanos, no puede limitarse a echar una mirada agradecida a un pasado glorioso. No se trata solo de rememorar una bellísima historia de fe, de apostolado, de tareas y trabajos apostólicos, de comunión eclesial y de evangelización. Esta celebración debe ser para cada uno de nosotros un nuevo impulso, un renovado aliento y esfuerzo a intensificar la labor apostólica que estamos realizando, a fortalecer nuestro compromiso cristiano y legionario, aquí en nuestra convulsionada Caracas. Y en particular es un llamado especial a todos los oficiales de los presidia, y de los consejos, comicios y curias de la Legión. Ustedes, queridos oficiales, son, sin duda alguna, dirigentes, líderes de la Iglesia en la Legión y, como tales, tienen una compromiso mayor con Dios nuestro Señor y con los hermanos que necesitan de la acción de la Legión.

A propósito de este reiterado compromiso, en la liturgia de la Palabra hemos escuchado el bellísimo y entusiasmante relato de la pesca milagrosa (Lc 5, 1-11). A aquellos pescadores cansados y frustrados, Jesús los animó a seguir adelante, a ir mar adentro, a echar de nuevo las redes para pescar. Confiaron en él y alcanzaron una pesca sobreabundante y maravillosa. Movidos por ese impresionante milagro, dejándolo todo, lo siguieron.

Así, mis queridos hermanos, desde el día de Pentecostés, ha sido la historia de la Iglesia a través de los tiempos. Jesús ha impulsado a sus fieles, a los apóstoles y luego a los pastores de la Iglesia y a los bautizados, a realizar una bellísima labor: llevar sus dones de salvación, de bien, de paz, de gozo, de vida eterna, al mundo entero al corazón de hombres y mujeres, de ancianos y niños, de familias y pueblos enteros.

En algún momento de nuestra existencia nosotros también hemos escuchado esas palabras de Nuestro Señor Jesucristo: ¡VE MAR ADENTRO, Y ECHA LAS REDES PARA PESCAR! Sigue adelante, acomete esa labor, asume esa tarea. Eso nos dice el Señor: ¡Anuncia la grandeza de la misericordia del Padre celestial a este pueblo que sufre, que está agobiado por los problemas económicos, políticos y sociales, muéstrales mi rostro, para que renazcan a una vida nueva, participen en la vida misma de Dios, nuestro Padre celestial!.

Hoy también, mis queridos hermanos, Dios nos está llamando a vivir con entusiasmo nuestra vocación a ser apóstoles mensajeros y heraldos de salvación, de luz y de vida, de felicidad y de plenitud sobrenatural para tanta gente que no lo conoce. ¡Vayamos mar adentro! Seamos Iglesia en salida, como nos exhorta el Papa Francisco.

Y en ese sentido, asumamos con mayor alegría y empuje, con renovado entusiasmo y fidelidad, nuestros deberes como hijos de Dios, miembros de la Iglesia y miembros de la Legión.
ALGUNOS ELEMENTOS DEL COMPROMISO LEGIONARIO: SANTIFICACIÓN PERSONAL Y APOSTOLADO ACTIVO. ORACIÓN, FORMACIÓN, ACCIÓN Y ORGANIZACIÓN.

Yo quiero aprovechar esta solemne ocasión para insistir en algunas cosas muy importantes de la condición legionaria. Es preciso perseguir los objetivos  fundamentales del compromiso legionario y la finalidad de nuestra Legión: la gloria de Dios a través de la santificación personal y el apostolado (Manual oficial de la Legión de María, II).

Y para ello, tener en cuenta cuatro elementos fundamentales de la vocación, estructura y dinámica legionaria. En primer lugar la Oración, es decir una vida espiritual intensa, de gran fidelidad d a la palabra de Dios y de nutrida vida de oración. Luego, Asumir el compromiso de la formación, pues necesitamos prepararnos cada vez más, conociendo la Palabra de Dios y la doctrina de la fe, así como los elementos que necesitamos para un mejor desempeño apostólico.

En tercer lugar, abrazar con entusiasmo la acción apostólica, es decir, el trabajo legionario, el apostolado concreto de anunciar el reino de Dios, enseñar la fe, invitar a la unión con Dios, Para ello, fortalecer las diversas tareas apostólicas que podamos desempeñar: las visitas evangelizadoras a los hogares; las visitas y atención los enfermos en sus casas y las visitas sistemáticas, bien organizadas y permanentes a los hospitales; las visitas a las cárceles; la labor de catequesis parroquial a las órdenes de nuestros párrocos. Esta tarea es ahora más urgente que hace unos años, pues desde el año 2009 el gobierno nacional con la nueva Ley de Educación sacó la instrucción religiosa, la catequesis, la enseñanza de la fe, del ámbito y recinto de las escuelas públicas, de la educación nacional. Por eso ahora es urgente, hace falta que haya más y más catequistas, para que haya más formación religiosa a nuestros niños en cada una de las parroquias.

Insisto, pues: fortalecer la oración, es decir, la vida espiritual; intensificar la formación espiritual y doctrinal; en tercer lugar, mejorar la acción, es decir, el trabajo legionario. Y, por último,  para llevar a cabo, organizar y coordinar bien todo esto, en cuarto lugar, respetar la organización y la disciplina de la Legión. EN SÍNTESIS: ORACIÓN, FORMACIÓN, ACCIÓN Y ORGANIZACIÓN.

REVITALIZAR LA LEGIÓN

Además: hemos de aprovechar este nuevo aniversario para relanzar la extensión y crecimiento de la Legión: fortalecer nuestros presidia, curias y consejos; formar nuevos presidia, especialmente entre los jóvenes; mejorar la asistencia a las reuniones semanales del presídium y mensuales de las Curias. Todo ello, en ocasión de este significativo y desafiante aniversario. Estos 70 años deben retarnos, movernos  a ser mejores, a crecer, a fortalecer nuestra Legión, a vivir mejor nuestro compromiso apostólico y eclesial.

GRACIAS A LOS DIRECTORES ESPIRITUALES

En esta solemne ocasión yo quiero, como antiguo legionario juvenil, como antiguo y actual Director Espiritual de una Curia y luego del Senatus hace mucho tiempo, primero de 1983 a 1990, y ahora; y como antiguo Arzobispo de Caracas, saludar con todo afecto los sacerdotes y diáconos directores espirituales de los diversos núcleos de la Legión aquí en nuestra Iglesia caraqueña, tanto de los presidia como de los consejos superiores.

Queridos hermanos sacerdotes: realmente la labor apostólica y pastoral que Ustedes desarrollan es sumamente hermosa e imprescindible para el buen desarrollo y actuación de los centros y para la vida y apostolado de cada uno de los legionarios. ¡Gracias por su apoyo!.

Por esto les ruego, por favor, seguir brindando su acompañamiento y consejo, su aliento y respaldo a la Legión, para que se fortalezca y crezca todavía más, con motivo de este nuevo aniversario.

CONCLUSIÓN

¡Vayamos mar dentro, mis queridos hermanos!
En el mar de Galilea los apóstoles una vez que sintieron el impulso y estímulo de nuestro Señor Jesucristo, se animaron y realizaron algo prodigioso: la pesca milagrosa.

A nosotros ahora, en medio de tantas dificultades de orden material y cultural, en un ambiente secularizado y cada vez más hostil a la religión, con dificultades por la  escasez de agentes de pastoral, Jesús nos está animando a que sigamos adelante, con alegría, con fe y confianza, con perseverancia y fortaleza. Para anunciar en este mundo amenazado por las tinieblas del secularismo y del anticristianismo, que Dios es Amor (1 Jo 4, 8), y que llama a todos los seres humanos a una vida plena y feliz, en este mundo y sobre todo en la vida eterna.

Acojamos el llamado del Papa, formulado en su alocución en la audiencia general de este pasado 15 de enero “Queridos hermanos y hermanas: que el Espíritu reavive en cada uno de nosotros la llamada a ser evangelizadores valientes y gozosos. Que nos permita también a nosotros, como a Pablo, impregnar de Evangelio nuestras casas y convertirlas en cenáculos de fraternidad, donde podamos acoger a Cristo vivo, que “sale a nuestro encuentro en todo hombre y en todo tiempo” (cf. II Prefacio de Adviento).
Oremos intensamente en esta sagrada celebración por nuestra Iglesia en Venezuela y en Caracas, y especialmente por nuestra Legión de María. Que siga adelante, que se robustezca en su espíritu y en su entusiasmo, que intensifique su vida espiritual y su trabajo legionario. Oremos para que, en medio de este ambiente secularizado y antireligioso de la época moderna en el mundo entero -y también en Venezuela-, la Legión haga presente en el mundo el inefable, transformador y gratificante amor de Dios, su misericordia y su felicidad.
Con estos sentimientos, fortalezcamos nuestro fervor legionario, y pidamos a Dios que aumente nuestra fe, una fe viva, que animada por la caridad nos lleve a vivir a fondo nuestra vocación cristiana y nuestro compromiso legionario, y que, como dice nuestro hermoso himno legionario, “paseemos por toda la tierra, encendido por Cristo el amor”.

Para ello, invoquemos la maternal y dulce protección de nuestra amorosa madre celestial, la inspiradora de nuestra acción legionaria, la Santísima Virgen María, a quien nos encomendamos confiadamente en esta solemne y festiva ocasión. 

OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGA POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI. AMEN.
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Vídeo de la actividad:

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