Cardenal Urosa exige nuevamente la “salida pacífica” de Nicolás Maduro


En su saludo del Año Nuevo 2020, denuncia que en Venezuela “estamos en una situación realmente pésima, de deterioro general, de angustia, de éxodo de seres queridos; de dolor, especialmente para los más pobres”

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 30 de diciembre de 2019

El cardenal Jorge Urosa Savino planteó nuevamente “la necesidad de la salida pacífica del Presidente de la República, para propiciar un nuevo gobierno que detenga esta situación de doloroso deterioro social y económico” que se vive en Venezuela, según deja ver en su mensaje del año nuevo 2020, dirigido a la iglesia de Caracas y a todos los venezolanos.

Considera que Venezuela vive “una situación increíble”. “¡En este país petrolero no hay gasolina! Ni hay efectivo para las transacciones comerciales del pueblo, y escasean y están por las nubes los alimentos, las medicinas, y muchos artículos de primera necesidad”, expresó Urosa quien fue nombrado arzobispo de Caracas el 19 de septiembre de 2005 por el papa Benedicto XVI y duró en su cargo hasta​ el 9 de julio de 2018, cuando el papa Francisco aceptó oficialmente su renuncia luego de cumplir 75 años de edad.

Urosa denunció igualmente, la situación de los presos de conciencia. “Hay muchos presos políticos que el gobierno promete liberar, y no lo hace”, criticó respecto a los ofrecimientos de liberación hechos por allegados a Maduro. “¡Tenemos un gobierno fracasado!”, exclamó. “Además, se han dado hechos políticos que deslegitiman al actual gobierno, como las viciadas elecciones presidenciales de mayo de 2018”.

Una vez más, el Purpurado afianzó su saludo de Año Nuevo en el mensaje que la Conferencia Episcopal Venezolana emitió el 11 de julio de 2019, y en el que los obispos ratificaron sus críticas y el desconocimiento al “gobierno ilegítimo” de Maduro.

Como afirmamos el pasado mes de enero, ante la realidad de un gobierno ilegítimo y fallido, Venezuela clama a gritos un cambio de rumbo, una vuelta a la Constitución. Ese cambio exige la salida de quien ejerce el poder de forma ilegítima y la elección en el menor tiempo posible de un nuevo Presidente de la República”.

El Cardenal no dejó de realizarle duras exigencias al sector opositor que el próximo 5 de enero de 2020, elegirá a los directivos de la Asamblea Nacional, con la posible ratificación de Juan Guaidó como Presidente del Parlamento y en la Presidencia Interina de Venezuela.

Es urgente que los dirigentes de la oposición dejen la división y unifiquen sus esfuerzos para formar un gobierno nuevo; que fortalezcan la lucha contra la corrupción y que propongan un plan de acción al país para solucionar esta pésima situación”, indicó.

No son “Felices Fiestas” sino “Feliz Navidad” 


Tomando en cuenta que su mensaje se dio en un marco festivo y de contenido religioso navideño, consideró oportuno “alertar contra una tendencia que se va manifestando entre nosotros, en Venezuela (…) copiando una moda secularizada, y anti religiosa de países donde sí hay muchas religiones, ya no se habla de Feliz Navidad sino de “Felices Fiestas”.

“Con todo respeto: eso es un gran error. La mayoría del pueblo venezolano es, repito, católico y cristiano, y nos encanta recordar al Niño nacido en Belén: Nuestro Señor Jesucristo. No dejemos que esa corriente secularizada, peor aún, anti-religiosa, se haga presente ente nosotros. No sucumbamos a los embates de la indiferencia religiosa y del ataque contra la religión, que se está dando en algunos países de Occidente”, pidió.

“Comencemos, pues, este nuevo año 2020 poniendo nuestras vidas, nuestra familia, nuestras ilusiones, con profunda fe y confianza en las manos de Dios”, fue la petición del Cardenal Urosa, cuyo mensaje se publica de manera íntegra.


SALUTACIÓN DE AÑO NUEVO 2020

CARDENAL JORGE UROSA SAVINO,
ARZOBISPO EMERITO DE CARACAS

A mis queridos hermanos el Emmo. Señor Cardenal Baltazar Porras Cardozo, Administrador Apostólico de Caracas, y sus Obispos Auxiliares; a los venerables sacerdotes y diáconos; a los hermanos y hermanas miembros de los Institutos de vida consagrada, a los fieles católicos y a todos los habitantes de nuestra querida Ciudad capital. ¡Saludos y bendiciones de Dios Nuestro Señor!
Una vez más, en mi condición de Arzobispo Emérito de Caracas, miembro activo de nuestra Iglesia capitalina, me complace saludarlos con gran afecto, con motivo de las solemnes fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Hemos escuchado de nuevo el festivo mensaje del Ángel de Belén: “¡Les anuncio un gran gozo! En la ciudad de Belén, ha nacido para ustedes un salvador, el Mesías el Señor”. Mis queridos hermanos: La Navidad es Cristo, el Hijo de Dios encarnado y nacido entre nosotros para redimirnos. La Navidad es la manifestación de la infinita misericordia de Dios Padre, para llenarnos de esperanza y comunicarnos su vida misma. Por eso nos alegramos y festejamos. Que la celebración de la Navidad en estos días deje en nuestras vidas la alegría de seguir a Jesucristo, de unirnos a El cada vez más, de pertenecer a su santa Iglesia. No hagamos de la Navidad otro fatuo carnaval.

Por otra parte, es preciso tener en cuenta y alertar contra una tendencia que se va manifestando entre nosotros, en Venezuela. A pesar de ser un pueblo mayoritariamente católico y cristiano, últimamente en algunas manifestaciones de medios de comunicación social, copiando una moda secularizada, y anti religiosa de países donde sí hay muchas religiones, ya no se habla de Feliz Navidad sino de “Felices Fiestas”. Con todo respeto: eso es un gran error. La mayoría del pueblo venezolano es, repito, católico y cristiano, y nos encanta recordar al Niño nacido en Belén: Nuestro Señor Jesucristo. No dejemos que esa corriente secularizada, peor aún, anti-religiosa, se haga presente ente nosotros. No sucumbamos a los embates de la indiferencia religiosa y del ataque contra la religión, que se está dando en algunos países de Occidente.

AÑO NUEVO Y CAMBIO DE RUMBO

Las festividades litúrgicas de año nuevo están inmersas en el ambiente religioso navideño. Esto es estupendo, pues nos reafirma en la fe católica de que nuestras vidas, el tiempo y la historia de la humanidad, están en las manos bondadosas de Dios. Y por eso, porque sabemos que Él nos ama, iniciamos el nuevo año llenos de esperanza. Comencemos, pues, este nuevo año 2020 poniendo nuestras vidas, nuestra familia, nuestras ilusiones, con profunda fe y confianza en las manos de Dios.

Y también pongamos en sus manos la vida y la realidad actual de nuestra Patria. Tristemente estamos en una situación realmente pésima, de deterioro general, de angustia, de éxodo de seres queridos; de dolor, especialmente para los más pobres…Una situación increíble, pues ¡en este país petrolero no hay gasolina! Ni hay efectivo para las transacciones comerciales del pueblo, y escasean y están por las nubes los alimentos, las medicinas, y muchos artículos de primera necesidad. Hay muchos presos políticos que el gobierno promete liberar, y no lo hace. ¡Tenemos un gobierno fracasado! Además, se han dado hechos políticos que deslegitiman al actual gobierno, como las viciadas elecciones presidenciales de mayo de 2018.

Por esos motivos, los obispos venezolanos, el 11 de julio de 2019 dijimos con toda claridad: 12. “Como afirmamos el pasado mes de enero, ante la realidad de un gobierno ilegítimo y fallido, Venezuela clama a gritos un cambio de rumbo, una vuelta a la Constitución .Ese cambio exige la salida de quien ejerce el poder de forma ilegítima y la elección en el menor tiempo posible de un nuevo Presidente de la República

Respetuosamente, pues, planteo de nuevo la necesidad de la salida pacífica del Presidente de la República, para propiciar un nuevo gobierno que detenga esta situación de doloroso deterioro social y económico.

Por otra parte, es urgente que los dirigentes de la oposición dejen la división y unifiquen sus esfuerzos para formar un gobierno nuevo; que fortalezcan la lucha contra la corrupción y que propongan un plan de acción al país para solucionar esta pésima situación.

CONCLUSIÓN

Queridos hermanos todos: Al comienzo de este nuevo año, acerquémonos más a Dios, y hagamos el propósito de vivir de acuerdo a su Palabra, que es Palabra de vida y paz. Luchemos por defender nuestros derechos y los derechos de los demás, y trabajemos juntos especialmente para ayudar a nuestros hermanos, especialmente a los más pobres. Que Dios nos conceda su gracia y su luz para luchar todos juntos por una Venezuela mejor. Y que resolvamos nuestros graves conflictos de manera pacífica. Encomendemos el futuro de nuestra Patria a la maternal intercesión de María Santísima, la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela y de nuestra Arquidiócesis de Caracas.

Con mi afectuosa bendición episcopal,

+CARDENAL JORGE UROSA SAVINO,
ARZOBISPO EMERITO DE CARACAS



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