El
Seguro Social dejó de llevar a Venezuela medicamentos oncológicos y las consecuencias
las están padeciendo más de 55 mil pacientes, quienes angustiados ante la
posibilidad de morir, reclaman “respeto a la vida”
Agosto 26, 2019
Varias
organizaciones no gubernamentales denuncian que en Venezuela, más
de 55 mil pacientes con cáncer corren el riesgo de morir; los centros oncológicos
no
garantizan quimioterapia a los más de 140.000 pacientes, y solo funcionan
cuatro de 25 unidades de radioterapia. Una de las pacientes perjudicadas
es Solsiré Rodríguez. Hace cuatro años se hizo el tratamiento de quimioterapia,
pero la radioterapia que es el siguiente paso, nunca la ha podido cumplir por
las fallas en los hospitales. A ello se suma la escasez de los medicamentos de
alto costo, y la impotencia de comprarlos con dólares que no posee.
“Es
muy sencillo: los medicamentos e insumos para el cáncer y otras enfermedades no
se consiguen, son muy costosos o no existen en Venezuela”, explicó Solsiré
a Aleteia
en medio de una protesta pacífica a la que asistió el viernes 23 de
agosto, frente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), en
Caracas.
“El derecho a la vida no se le niega a nadie”,
se lamentaba Rodríguez acompañada por una veintena de pacientes oncológicos,
renales y algunos trasplantados, que acudieron a la sede del organismo, ubicado
a trescientos metros del Palacio de Miraflores, donde rige el gobierno de
Nicolás Maduro, responsable de la política sanitaria del país latinoamericano.
“Esto
no es una gripe, somos pacientes con cáncer y en Venezuela no hay tratamientos
a nuestro alcance”, reiteraba Solsiré. “Todo se compra en dólares y
nosotros no tenemos dinero ni para comer y los tratamientos son muy costosos”,
indicaba a los periodistas pidiéndoles no guardar silencio ante “la
terrible y dolorosa situación” que atraviesan.
Pero
los pacientes oncológicos no han estado abandonados a la buena de Dios, porque
varias fundaciones y asociaciones civiles como Conquistando la vida
(Aconvida) han podido ayudarlos a conseguir algunos medicamentos. “Están
cumpliendo una tarea que le corresponde al gobierno nacional, y mucho se lo
agradecemos pero no es suficiente por la cantidad de venezolanos enfermos con
cáncer”, indicó agradecida Solsiré.
Otro
de los casos frente a las oficinas del seguro social, fue el Francisco García,
hijo de la señora Consuelo, una jubilada del ministerio de defensa que padece
cáncer de pulmón.
“Mi
madre necesita Carboplatino para continuar su tratamiento de quimioterapia el
venidero 4 de septiembre, pero cada ampolla vale 40 dólares”, una cantidad que
él ni la familia pueden lograr en poco tiempo. Una estatuilla del doctor José
Gregorio Hernández y el cartel entre sus manos clamando ayuda humanitaria para su
madre, lo animaban ese día.
“Esto es un genocidio silencioso”
Por
su parte, Mildred Varela, coordinadora de la ONG Aconvida y convocante de la
protesta, acudió cubierta con la bandera de Venezuela y mostrando con la caída
de su cabello que el cáncer no atiende razones sociales, de sexo o políticas. Aunque
Mildred se considera “una sobreviviente del cáncer”, tiene más de ocho meses sin
recibir del IVSS el bloqueador hormonal; los que ha conseguido han sido donados
por particulares y otras ONG, no así del Estado Venezolano que ha dejado de
traer medicamentos al país.
Muy
contundente en su reclamo a las autoridades sanitarias de Venezuela, a viva voz
les increpaba desde la calurosa calle en la parroquia Altagracia de Caracas: “¿Hasta
cuándo se burlan de nosotros?”. Mildred hizo una breve pausa y agitando
la bandera entre sus hombros, expresaba: “Tenemos cuatro años en esta vaina y
nadie nos respeta. A nadie le duele ninguno de nosotros. No somos estadísticas, somos
gente que tenemos hijos y estamos cansados de ver que nuestros compañeros están
haciendo metástasis…”.
Más
tarde y después que salió del despacho de la directora del Seguro Social donde,
junto a representantes de los pacientes renales y trasplantados consignaron un
documento, conversó con Aleteia. “¡Esto que estamos padeciendo es
un genocidio!”. “Los pacientes con cáncer se están muriendo poco a
poco. Cada día hacen metástasis”, explicó.
“En
los hospitales ni siquiera se halla un contraste para hacerse tomografías; no
hay reactivos para los estudios”, apuntó saliendo a colación nuevamente el
Hospital Oncológico Luis Razetti de Caracas. “Allí las condiciones son
críticas: no hay bloqueadores hormonales, no hay solución para pasar los
tratamiento y no tienen los antialérgicos. Las cirugías para quienes han recibido
quimioterapias este año, se las están programando para el año 2019, cuando es
algo que se debe realizar inmediatamente”.
También
informó que los medicamentos de alto costo que antes importaba el IVSS, hace
mucho tiempo que no los traen, por lo cual cada paciente tiene que comprarlos
en dólares.
“El paciente que no tiene un familiar o amigo que se los compre fuera
del país, se ve en la necesidad de emigrar, o sencillamente, morir de mengua en
Venezuela”, ratificó.
Cita
un nuevo ejemplo: Ana Isabel Cedeño, una de las voluntarias de Aconvida. “Está en
riesgo de hacer metástasis mientras intenta conseguir un contraste; tampoco ha
podido conseguir el medicamento Herceptin
ya que es muy costoso y el Seguro Social dejó de traerlo a Venezuela”. “Isabel
ha sufrido una segunda recaída porque no ha podido cumplir el protocolo de
curación al no hallar los medicamentos”, afirmó preocupada.
Un
video enviado a Aleteia desde Aconvida, muestra a la señora Ana Isabel con una
pancarta reclamando por su vida: “¡Ya basta, respeto al derecho a la salud y respeto
al derecho a la vida!”. Los estragos de la enfermedad son evidentes. “En
dos semanas nuevamente debemos acudir al IVSS, donde esperamos, a pesar de las
dudas, encontrar las respuestas positivas que deseamos. No queremos que sea
tarde”, dijo Mildred.
Ella es Ana Isabel Cedeño, una amiga muy valerosa e integrante de la ONG Aconvida que se dedica a ayudar a personas con cáncer, especialmente a mujeres y niños. Sus dolorosas exigencias hechas públicas el 23 de agosto, son propias y para más de 55 mil pacientes que no pueden cumplir con sus protocolos médicos porque no consiguen medicamentos y las quimioterapias, operaciones y radioterapias no se pueden cumplir en el tiempo requerido. Son las dolorosas angustias de nuestros amigos que sufren estas y otras enfermedades en un país (Venezuela) que nos garantiza el derecho a la salud. La historia dará cuenta del sufrimiento de estos hermanos y del trato cruel e inhumano que les ha impuesto el régimen comunista ...
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