Por
quinta ocasión consecutiva el prelado venezolano se vistió de payaso para
compartir enseñanzas y alegrías con los niños y sus familiares, en el marco de
la fiesta por los 409 años del Santo Cristo de La Grita
Ago 09, 2019
La jovialidad y
cercanía de pastor y amigo que caracterizan a monseñor Mario Moronta con los
feligreses venezolanos, contrastan con la contundencia de los mensajes que en
los últimos años ha lanzado al régimen de Nicolás Maduro por la crisis sin
precedentes generada en Venezuela. Sin embargo, desde que en el año 2014 fue consagrado
el santuario del Santo Cristo de los Milagros, en La Grita (Táchira), el
prelado ha usado una manera distinta para llevar el mensaje de esperanza a la población
infantil y sus familiares.
El obispo de San
Cristobal y primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana,
conoce muy bien las estrategias para evangeliza de acuerdo a los nuevos tiempos, adaptando el mensaje de Jesucristo a los niños. Y vaya manera: ¡vestido de
payaso!
Así lo hizo
nuevamente el domingo 4 de agosto en el marco de los 409 años del Santo Cristo de
la Grita, la talla también conocida como “El Cristo de Rostro Sereno”, y que ha
deparado infinitos milagros ante los ruegos de los creyentes. Es que la
devoción al Santo Cristo de La Grita no solo se vive en el estado Táchira,
también se ha proyectado hacia toda Venezuela, incluso más allá de la frontera,
y cada 6 de agosto reúne a miles de devotos.
Nuevos métodos de evangelización
Desde hace cinco
años la celebración es dedicada días antes a los niños, niñas y adolescentes. Esta
vez fue la quinta ocasión en que el prelado usó la divertida forma de vestirse de
payaso para llevarles un mensaje de alegría, solidaridad y esperanza. Moronta cantó,
bailó y compartió con ellos, usando nuevos métodos para dejarles el mensaje de
fe.
“La actividad se
cumplió en el patio techado del Santuario Diocesano en La Grita, el domingo 4
de agosto por la tarde, donde el obispo acompañado de los jóvenes de la
pastoral universitaria recrearon a los niños con cantos y catequesis dinámicas”,
confirmó a Aleteia el sacerdote y periodista Johan Pacheco, director de la
oficina de prensa diocesana.
Explicó que luego
peregrinó con los niños hasta el interior del templo para rezar ante la imagen
del Santo Cristo, donde además los presentó y bendijo. “Santo Cristo protégenos
a nosotros y ayúdanos a ser como tú, y hacer siempre tu voluntad. Santo Cristo
te queremos mucho, Santo Cristo, protege nuestro país. Santo Cristo llénanos de
alegría para seguir caminando contigo”, imploró monseñor Moronta junto a los
niños y sus familiares.
“Hacia el final
de la actividad el obispo de San Cristobal tomando entre sus manos a una niña
recién nacida, la levantó y trazó una cruz sobre todos, pidiendo por el respeto
a la vida y el cuidado de los niños en la sociedad venezolana”, acotó el
presbítero y periodista.
¿Por qué monseñor Moronta viste de payaso?
Pacheco explicó
que hace cinco años, con motivo de la inauguración del Santuario del Santo
Cristo de La Grita, monseñor Mario Moronta se comenzó vestir de payaso ante la
petición que le presentó un grupo de feligreses, con el objetivo de brindarles
alegría y formación a los niños y sus familiares.
“Lo hace para compartir la
alegría del Evangelio, pero la actividad sirve al mismo tiempo para impartirles
catequesis a ellos, a sus padres, familiares y demás fieles”, aseguró Pacheco a
través del hilo telefónico a Aleteia.
“Los padres y
los niños quedan muy motivados con la actividad, prestan atención a las
enseñanzas y las hacen parte de sus vidas; y siempre buscan la manera de
fotografiarse para tener esos bellos recuerdos”. Es un momento en que el obispo
se observa muy alegre, canta, juega y comparte con los niños y sobre todo les
motiva a orar frente al Santo Cristo.
“Para nuestro
obispo es una oportunidad de brindarles alegría y esperanza a los niños y sus
familiares en medio de las dificultades por las que atraviesa el país, como la
falta de comida y medicamentos, además de los problemas en el sistema
educativo”, consideró el sacerdote tachirense.
“Nuestro obispo se acerca a
ellos con su traje de payaso para hacerlos sonreír y llevarles ese mensaje de
la alegría del Evangelio que nos entrega el Papa Francisco”, acotó.
****************************
Monseñor Moronta: “¿Hasta
cuándo vamos a soportar esta pesadilla que acogota al pueblo venezolano?”
Miles de peregrinos llegaron
al Santuario Diocesano, este martes 6 de agosto, para participar en la Solemne
Misa Pontifical del Santo Cristo. “Lo contemplamos, al admirar la prodigiosa
talla de 409 años que se yergue ante nosotros”, dijo el Obispo de San Cristóbal
en su homilía.
La Eucaristía la presidió
monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, acompañado del Nuncio Apostólico
del Congo –Monseñor Francisco Escalante- quien ofrendó el Perizoma que
utilizaba la imagen del Cristo. También concelebró el Obispo auxiliar de
Mérida, monseñor Luis Márquez, y sacerdotes de diversas regiones de
Venezuela.
El Obispo Moronta reflexionó
sobre la facciones del Rostro sereno de Cristo:
“En la ‘faz lumínica’ del Santo Cristo reconocemos el rostro bonito de
nuestros niños y jóvenes que irradian esperanza e ilusión por la vida; el
rostro curtido del obrero y del agricultor; el rostro lleno de sabiduría de
nuestros ancianos; el rostro solidario de quienes atienden a los pobres y
necesitados; el rostro de nuestra gente que manifiesta una fe profunda; el
rostro de nuestros sacerdotes que muestran su compromiso en la configuración a
Cristo Sumo y Eterno Sacerdote; el rostro de nuestros laicos, fuerza
evangelizadora; el rostro sudoroso de los miles de peregrinos que acuden ante
el Santo Cristo de La Grita”.
Monseñor Mario Moronta
agradeció la iniciativa de los fieles y sacerdotes de recoger firmas para
solicitar a la Conferencia Episcopal Venezolana que el Santo Cristo sea
proclamado como el “Protector de Venezuela”, considerando la creciendo devoción
que ha tenido en las últimas décadas en todo el país.
“Es un momento para
reafirmar y renovar nuestra existencia marcada por el Bautismo, mediante el
cual llegamos a ser el rostro de Cristo. Esto nos conduce a tener plena
conciencia de que nuestra identidad es sellada por el mismo Señor Jesús”, dijo
el Prelado.
También exhortó a los fieles
a “mostrar el rostro del Señor y lo que ello conlleva. Así, también, como la
Verónica, nos toca limpiar y purificar el rostro sufriente de los más
pequeñuelos. Esto se explicita en el amor preferencial por los pobres y
excluidos, indicó.
Luego de la liturgia de la
Comunión, el Obispo elevó una Plegaria al Santo Cristo “el sueño de un pastor y
de su grey”, implorando por el sueño de un Pastor, el de los hijos de Dios que
quieren vencer las pesadillas, y el sueño de una Iglesia con sabor a pueblo.
Mirando el Rostro sereno del
Santo Cristo, expresó el Obispo: “sueño que, en medio de las tinieblas que
ensombrecen a nuestra sociedad, sea respetada la dignidad humana de cada uno de
nosotros, dignidad de donde brotan los así denominados derechos humanos,
particularmente el derecho a la vida”.
Pidiendo a la imagen
milagrosa del Santo Cristo que ayudara a superar la crisis que afecta a
Venezuela, dijo: “porque somos capaces de soñar sueños de libertad, te
preguntamos ¿Hasta cuándo vamos a soportar esta pesadilla que acogota al pueblo
venezolano?”.
“Tengo el sueño de ser el
reflejo de tu rostro sereno -imploró Monseñor Moronta-. Tus discípulos lo
pueden ser en el día a día de sus trabajos y acciones al actuar en tu nombre.
Tengo el sueño de que, al hacerlo, podamos conseguir nuevos discípulos, recuperar
a los entibiecidos e invitar a los hundidos en el fango del pecado a que se
conviertan”.
Al finalizar la ceremonia,
la imagen del Santo Cristo fue llevada en procesión por miles de devotos por
las calles de La Grita, es un profundo clima de oración y homenajes de
agradecimiento por favores recibidos.
(Prensa DiócesisSC)
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.