Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 30 de agosto de 2019
Su muerte a consecuencia de una huelga de
hambre que no fue atendida en su solicitud, fue la confirmación de que Hugo Chávez
y su régimen comunista llegaron al poder en Venezuela, para implementar una de
las más grandes violaciones de los derechos humanos en el mundo, amparados en
una crueldad sin límites.
La indolencia del régimen socialista ha
sido la protagonista en la historia de este hombre que hoy debería unir al
menos a los demócratas y recordarlo como el primer mártir que enfrentó con su
dignidad al régimen comunista encabezado por Chávez y luego por Nicolás Maduro.
Un trabajo publicado el 24 de junio en Aleteia, recordaba que el 2 de junio de 2009, Brito asumió la
acción de protesta que con el tiempo lo llevaría a la muerte. Los medios
comenzaron a tomarlo en cuenta cuando a los días se amputó un dedo de la mano
izquierda.
Para el 29 de mayo de 2010, Brito llevaba
86 días en su tercera huelga de hambre y pesaba menos de 46 kilos. Los mareos,
el frío y la tensión arterial no le abandonaban, haciendo más dolorosa su
tortuosa huelga de hambre; sin embargo, su espíritu de lucha y su mente seguían
intactos a pesar que la vida se le apagaba lentamente.
Un día antes, el 28 de mayo, el
huelguista fue trasladado sedado, en contra de su voluntad, a la unidad de
cuidados intensivos del Hospital Militar de Caracas. Desde allí emitió un
comunicado que sellaría su definitiva relación con el régimen:
“Si mi muerte contribuye a
demostrar que el Presidente Chávez es un asesino y un corrupto, estoy dispuesto
a morir”. Allí sellaba su destino.
El largo sacrificio para defender sus
derechos y los de su familia se prolongó durante los 252 días que permaneció en
el Hospital Militar, donde se fue deteriorando cada día más. Hacia el 20 de
agosto de 2010, Brito quedó inconsciente y respiraba auxiliado por ventilación
mecánica. Medía 1, 90 metros y pesaba 35 kilos.
El 30 de agosto en la noche murió por un
presunto infarto. “Franklin Brito entregó su vida esperando que el
presidente Chávez reparara las ofensas de las que fue víctima”,
reseñó en su momento el diario Tal Cual. RAP.
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