El milagro eucarístico en San Mauro la Bruca cumple 50 años


El 25 de julio de 1969, ladrones desconocidos profanaron el Santísimo Sacramento en un pueblo de Italia y se robaron 63 hostias consagradas, sin embargo, las partículas se conservan intactas hasta el sol de hoy

Ramón Antonio Pérez | Jul 25, 2019
La historia fascina tanto, que Angelo Di Bello, visitó el 18 de julio el Santuario Eucarístico de San Mauro la Bruca en la provincia de Salerno, con ocasión de que este 25 de julio cumple cincuenta años del milagro ocurrido allí en el año 1969. Angelo nació en Caracas y se fue a vivir a Italia junto a sus padres, después que éstos, por poco pierden la vida en las revueltas populares del 27 de febrero de 1989 en Venezuela. 
Una vez establecido en Centola, también en Salerno, ha conocido varios lugares donde se asientan muchas creencias de la fe cristiana, entre estos el Milagro Eucarístico de San Mauro la Bruca.
“La noche del 25 de julio de 1969, en San Mauro la Bruca, unos ladrones desconocidos ingresaron a la iglesia parroquial de Santa Eufemia y robaron del tabernáculo el vaso sagrado con 63 hostias consagradas, entre otros objetos. Al escapar, arrojaron las Hostias en una especie de hueco donde fueron encontradas al día siguiente por la niña de seis años, Gerardina Amato. La chiquilla alertó al párroco, Don  Pasquale Allegro, quien las recogió y colocó en el tabernáculo, donde permanecen intactas”.
Así resumía Di Bello el singular milagro que fue a visitar “en pleno novenario”, en la población ubicada a unos doscientos kilómetros al sur de Nápoles.
El hecho demuestra que la presencia de Jesús en las Hostias Consagradas es real y verdaderaLas Hostias están intactas después de 50 año de ocurrido el sacrílego acto”, reiteraba en su mensaje para Aleteia, agregando fotografías del lugar y referencias de la página que el Santuario mantiene en Facebook, donde hablan del hecho milagroso.
No podemos negar en esto la presencia real de Jesucristo”, indicaba Di Bello. “Si un pan de trigo puede durar hasta una semana, ¿cómo explicar entonces que en este caso, las 63 hostias –sin conservantes- se mantengan frescas e intactas después de 50 años?”.
Entonces el obispo de la Diócesis de Vallo della Lucania era monseñor Biagio D'Agostino, quien tras la recuperación de las 63 Hostias, emitió un decreto el 25 de julio de 1970, estableciendo que las partículas profanadas se conservarán en adoración perpetua. Además, determinó que el 25 de julio de cada año se celebrará en la parroquia de San Mauro la Bruca, una Eucaristía de Reparación; y elevó a Santuario Eucarístico el templo.  
¿Qué dijo la niña que encontró las Hostias?


Un video de la Conferencia Episcopal de Italia de 2015 y publicado ese mismo año por la versión italiana de Aleteiapresenta el testimonio de Gerardina Amato, narrando los detalles de ese importante acontecimiento para los pobladores de San Mauro la Bruca.
Gerardina cuenta que esa mañana salió a pasear junto a su abuelo Giovanni. Tenía entonces 6 años de edad. Fue va a jugar cerca de la iglesia, y de pronto ve sobre una pila de maderas y leñas, en una callejuela cercana al templo, 63 hostias que reconoció eran de verdad.
La niña llama al abuelo, el cual se da cuenta de la situación y éste, a su vez, la manda a llamar al cura párroco. Llega el sacerdote y junto al abuelo se arrodillan y rezan oraciones cómo reparación al sacrílego robo. Buscaron los demás objetos y encontraron el cáliz que los ladrones en la huida también botaron cerca del lugar. 

Gerardina, siendo una niña no comprendió bien lo sucedido pero ahora de adulta indica en el video: “me conmueve de haber sido un instrumento del Señor sin haberme dado cuenta”.
Una significativa enseñanza
Para Angelo Di Bello esta historia tiene una gran enseñanza: “Jesús quiso demostrar su amor y cercanía a pesar de la maldad de los hombres que no lo creen, no lo aman y no lo adoran profanándolo con un robo en la iglesia”, reflexionó junto a su párroco en Centola.
“Las Hostias pudieron haber sido destruidas por los ladrones o en el peor de los casos vendidas a las sectas satánicas”, comentó. “Fueron botadas en la calle y encontradas al día siguiente por una niña inocente, la cual hubiese podido jugar con ellas pensando que eran papelillos -como lo ha dicho la misma señora Gerardina en el video- pero no fue así”.
“La niña llama a su abuelo que se da cuenta de la situación y esto para uno que tiene fe significa que Jesús no nos abandona nunca a pesar de nuestra maldad y de nuestra incredulidad. Él se deja encontrar por esas almas inocentes que en nuestro caso es el de la niña”, concluye en su mensaje Angelo Di Bello sobre este Milagro Eucarístico.








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